Tegucigalpa.- La desaprobación ciudadana ante la gestión que ha hecho el gobernante Juan Hernández de la pandemia de la COVID-19 aumentó en relación al año anterior, revela una encuesta del Centro de Estudio para la Democracia (Cespad).

Si ya en septiembre de 2020 la desaprobación era alta, con un 64.2 por ciento, la reprobación en mayo de 2021 alcanzó un 66.3 por ciento, revela el sondeo realizado por teléfono entre el 29 de abril y el 7 de mayo de los corrientes.

Y mientras en 2020 el 16.1% aprobaba la gestión de Hernández, en 2021 esa porcentaje bajó a 11.1%.

La encuesta abarcó a un total de 1,996 personas con una tasa de respuesta del 99.6%, que equivale a 1,888 encuestas, señala el informe del Cespad.

Uno de los principales hallazgos está relacionado con el deterioro de las condiciones de vida de las personas encuestadas por efecto de la pandemia.

En 2020 el 63.2% dijo que su situación empeoró y en 2021 el porcentaje fue de 61.6%; no obstante, este año el 33.6% dijo que su situación sigue igual, a diferencia del año anterior, con un 32.6%. Mientras que un 3% dijo en el año anterior que su situación de la pandemia había mejorado, este año 4.8% dijo haber tenido una mejoría.

En cuanto a la preocupación por las vacunas anti-COVID, un 58.3% dijo que era mucha, el 13% confesó estar algo preocupado, el 12.1% un poco y el 16.6% nada.

Para las personas consultadas, los principales problemas del país son, en orden descendente, el desempleo (69%), los problemas de salud (59.9%) y la corrupción (48.6%).

En cuanto a la percepción de la corrupción, el 93.2% opinó que esta es alta y muy alta (19% y 74%, respectivamente), un porcentaje que se mantuvo igual al del año anterior.

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En el caso específico de la corrupción durante la pandemia, el 75% consideró en la encuesta  de 2020 que había aumentado y este año el porcentaje fue de 72.9%. Pero cuando se les preguntó este año si creía que la corrupción se mantenía igual, el 22.8% dijo que sí, a diferencia del año anterior, con un 15%.

La encuesta del Cespad reveló también un bajo índice de confianza en las principales instituciones públicas, que apenas alcanza el 2.1%.

Esas instituciones son: Secretaría de Salud (2.5%), Fuerzas Armadas (2.3%), los gobiernos locales y la Policía Nacional (2.2%), Secretaría de Finanzas (2.1%), Corte Suprema de Justicia (2%), Presidencia de la República (1.9%) y el Congreso Nacional (1.8%).

Sobre la lucha contra la corrupción y la impunidad de parte de las instituciones del Estado, el índice de progreso según los encuestados es de apenas 1.9%.

Es así que el 47.8% cree que la Corte Suprema hace nada para luchar contra la corrupción y la impunidad; el 47.6 % piensa también que el Tribunal Superior de Cuentas hace nada también, y el 37.3%  piensa lo mismo del Ministerio Público/Fiscalía.

La encuesta del Cespad revela también que la institucionalidad legada por Misión de Apoyo contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH) a través de la Unidad Fiscal Especializada Contra la Corrupción (Uferco) “está débilmente instalada en el imaginario ciudadano”.

El15.3% dijo este año haber escuchado de la Uferco, a diferencia del año anterior, cuando el porcentaje era del 9%. Mientras que el 74.5% dijo que no ha escuchado de la unidad, pero el año anterior ese porcentaje era 88%.

Mientras que el apoyo ciudadano a la agenda legada por la MACCIH es alto y fuerte la impugnación a las decisiones judiciales, menciona el informe del Cespad.

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En la encuesta de este año, el 46.8% y el 33.6% se mostró totalmente en desacuerdo y algo en desacuerdo sobre decisiones judiciales relacionados a casos de la MACCIH. Los porcentajes en el año anterior eran de 7% y 33.6%, respectivamente.

Así mismo, el 41.5% se mostró muy de acuerdo con que la corrupción solo se podrá castigar con la intervención de una comisión internacional (similar a la MACCIH), sin vínculos con la institucionalidad del país.

La encuesta se realizó con personas mayores de 18 años y logró un alcance geográfico en los 18 departamentos de Honduras, con mayoría en Francisco Morazán y Cortés.

El 58.5% de las personas encuestas se encontraba en el área urbana y el 41.5%, en la rural.

El 55.4% se identificó con el género femenino y el 44.6%, con el masculino.