caso de Angie Peña

La lucha por encontrar a Angie Peña: un clamor en medio de la indiferencia estatal 

Walter Peña, padre de Angie, expresa su frustración ante la falta de acción del Estado y recuerda que su lucha es un reflejo del sufrimiento de muchas familias hondureñas atrapadas en la incertidumbre

Tegucigalpa, Honduras. – El 30 de julio, Día Mundial contra la Trata de Personas, resuena en Honduras, un país que enfrenta una crisis alarmante de desapariciones y trata de personas. En este contexto, las palabras de Walter Peña, padre de la joven Angie Peña, desaparecida desde el 1 de enero de 2022, se convierten en un eco de desesperación y lucha. 

«Nuestra hija no aparece, no ha regresado a nuestro hogar”, expresó Walter Peña, quien junto con su familia han enfrentado la dura realidad de buscar a su hija en un sistema que parece sordo a su clamor. Su testimonio refleja la angustia de muchas familias que, como la suya, se encuentran atrapadas en un laberinto de burocracia y desinterés.

La trata de personas es un flagelo que afecta principalmente a mujeres y niñas en Honduras. Según datos de la Comisión Interinstitucional Contra la Explotación Sexual Comercial y Trata de Personas (CICESCT), en el período 2020-2023, entre el 75% y 85% de las víctimas de trata son mujeres y niñas.

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UN ESTADO AUSENTE

La desaparición de Angie Peña ha estado envuelta en una nebulosa de misterio, promesas de investigación e incluso certeza por parte de autoridades estatales sobre su paradero, sin embargo, hasta la fecha, es poco lo que se ha avanzado en la investigación.

En ese sentido, Walter Peña, denunció la negligencia de las autoridades. «Es difícil para nosotros remar contra la corriente, hacer la lucha por encontrar a nuestra hija, hacer la lucha para que nuestra voz sea escuchada por las autoridades». Esta lucha se ha vuelto cada vez más complicada, ya que las respuestas que reciben son escasas y, a menudo, insatisfactorias.

En febrero de 2024, luego que la familia de la joven desaparecida, se acercara al Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de Naciones Unidas (ONU), ente que exigió al Estado de Honduras acciones contundentes en la investigación de la desaparición forzada de Angie Peña Melgares, su madre, Ericka Michelle Melgares, denunció que la fiscal, Karla Zavala, bloqueó su número telefónico.

«Siempre llegamos al punto donde las autoridades son de oídos sordos», lamentó Walter Peña. La situación se agrava al recordar que las desapariciones en Honduras evocan un pasado oscuro. «Nos sentimos en un estado de indefensión, el Estado no da seguridad a la ciudadanía, no da explicaciones», señaló Peña, comparando la actual crisis con la década de 1980, cuando se decenas de hondureños desaparecieron sin dejar rastro.

Entre 2012 y 2023, Honduras ha sido testigo de una alarmante ola de desapariciones, con un total de 10,763 personas reportadas como desaparecidas, según datos de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) procesados a través del portal de Datos Abiertos de la Secretaría de Seguridad. Estos casos no sólo representan cifras frías y estadísticas, sino tragedias humanas que dejan a familias enteras en la incertidumbre y el dolor. A pesar de que los casos más conocidos han llegado a los medios de comunicación, la magnitud del problema es aún mayor y más profunda de lo que se percibe públicamente.

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LA BÚSQUEDA DE JUSTICIA

La familia de Angie ha buscado ayuda en instancias internacionales, ya que sienten que las puertas locales están cerradas. Walter Peña criticó la actuación de la viceministra de Seguridad, Julissa Villanueva, quien en abril afirmó que sabía que se sabía el paradero de Angie Peña. «Lo único que se hizo en su momento, fue un show mediático», sostiene.

La frustración se intensifica al ver que, a pesar de las promesas, el tiempo avanza sin que haya avances concretos en la búsqueda. Las organizaciones de derechos humanos han respaldado la demanda de la familia, el cumplimiento íntegro de la resolución del Comité contra la Desaparición Forzada de la Organización de Naciones Unidas (ONU).

El caso de Angie Peña no es un hecho aislado, sino parte de un patrón más amplio de desapariciones y trata de personas en Honduras. En los primeros meses de 2024, se reportaron rescates de víctimas de trata, pero la realidad es que muchos casos permanecen sin resolver, como el de Belkis Molina, desaparecida desde el 21 de julio de 2022 en La Esperanza, Intibucá, y del mismo modo que la familia de peña, su familia denuncia que la investigación del caso sigue engavetada. 

La falta de investigación, es un patrón al que se rigen, el caso de Enoc Pérez, un niño de 9 años, desaparecido desde el 2 de diciembre de 2019; la desaparición forzada de los lideres garífunas Albert Snaider Centeno Thomas, Milton Joel Martínez Álvarez, Suami Aparicio Mejía García, y Gerardo Misael Róchez Cálix, de los cuales únicamente se sabe que el 18 de julio de 2020 un grupo de hombres armados, vestidos con uniformes de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), irrumpieron violentamente en sus hogares durante la madrugada y los obligaron a subir a vehículos sin placas.

  • Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas
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