Tegucigalpa, Honduras. – El femicidio es la forma más extrema de violencia contra la mujer. Honduras atraviesa una alta cifra de femicidios y muertes violentas de mujeres. Hasta la fecha se registran más de 380 mujeres asesinadas.
Una cifra que ya sobrepasó la data de 2022, que cerró en 297 muertes violentas de mujeres, es decir cada 29 horas una mujer fue asesinada. Pese a haber registrado una disminución con relación al 2021 cuando se registraron 341 asesinatos, Honduras tiene la tasa más alta de femicidios de acuerdo con el último informe del Observatorio de Igualdad de Género de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal)
De una evaluación de 26 países, el país centroamericano, registra una tasa de seis por cada 100.000 mujeres, una situación preocupante ya que hasta la fecha no existe un protocolo de investigación de femicidios y muertes violentas de mujeres ni una política de prevención de violencias, sobre este último las organizaciones de mujeres exigen a la presidenta Xiomara Castro que envíe al Congreso Nacional la propuesta de Ley de Prevención de Violencias hacia las Mujeres, presentada en marzo de 2022.
Las tasas más altas de femicidios, luego de Honduras, se registran en República Dominicana con 2,9, El Salvador y Uruguay con 1,6. Las más bajas –menos de 1 víctima por cada 100.000 mujeres— se observaron en Puerto Rico y Perú con 0,9, Colombia con 0,8, Costa Rica 0,7. De igual manera, Nicaragua reportó una tasa de 0,5, seguido de Chile con 0,4 y la más baja se registró en Cuba con 0,3 por cada 100,000 mujeres.
El reporte Violencia feminicida en cifras América Latina y el Caribe de la Cepal, señala que, en América Latina, cada dos horas una mujer murió de manera violenta. Sólo en 2022 al menos 4,050 mujeres fueron víctimas de feminicidio en América Latina y el Caribe por razones de género.
“Es inaceptable que más de 4.000 mujeres y niñas sean asesinadas cada año en nuestros países por razones de género”, expresó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la Cepal.
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FEMICIDIOS RESULTADO DE CULTURA MACHISTA Y PATRIARCAL
En Honduras, la violencia contra mujeres y niñas se ha normalizado producto de una cultura machista, patriarcal y misógina que además es alimentada por los medios de comunicación que no tienen un enfoque de derechos humanos.
En el análisis de Jessica Sánchez, directora ejecutiva del Grupo Sociedad Civil (GSC), esta cultura tiene “mucho odio hacia las mujeres”.
Además, Jessica Sánchez señaló que el problema de femicidios y muertes violentas de mujeres, responde a la no priorización de la violencia de mujeres desde la institucionalidad del pese, pese a las exigencias de las organizaciones de mujeres.
“Al no priorizar la violencia de género tenemos cifras altas, porque se manda el mensaje que al gobierno de Honduras no lo asume como importante”, expresó Sánchez en entrevista con Criterio.hn.
La Cepal, destaca que las cifras de muertes violentas en América Latina “revelan la persistencia de patrones culturales patriarcales, discriminatorios y violentos sostenidos sobre roles y estereotipos de género que minusvaloran el lugar de las mujeres en la sociedad”.
Por su parte, Alice Shackelford, coordinadora residente de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) enfatizó que la violencia contra mujeres y niñas tiene un gran impacto en el desarrollo del país. Según detalló, tiene un impacto estimado del 5 % del Producto Interno Bruto (PIB).
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ENCAMINAR PROCESOS DE PREVENCIÓN
La Cepal, reporta que en siete países que informaron al Observatorio de Igualdad de Género –Honduras no está incluido—, al menos 400 niñas, niños, adolescentes y otras personas dependientes perdieron a su madre o cuidadora a causa del femicidio en 2022.
En ese sentido, Jessica Sánchez, señaló que detrás de los femicidios hay familias, hijos e hijas que quedan huérfanos, por lo que añadió que el problema de las muertes violenta de mujeres y femicidio no sólo debe abordarse desde el acceso de justicia sino desde el núcleo familiar social en el que se desarrolla la mujer, una arista en la que las autoridades gubernamentales, de acuerdo con la defensora de derechos humanos, “todavía está a tiempo de posicionar la eliminación de la violencia contra mujeres y niñas”.
La violencia en cintra de mujeres y niñas tiene una multicausalidad que obliga a los Estados a destinar recursos y crear estrategias de prevención.
“No nos cansaremos de repetirlo: América Latina y el Caribe tiene el deber de prevenir y eliminar todas las formas de violencia contra las mujeres y las niñas”, instó José Manuel Salazar-Xirinachs, secretario ejecutivo de la CEPAL.
La Cepal sugiere, que, en la prevención de la violencia, los Estados deben adoptar un amplio conjunto de medidas de carácter jurídico, político, administrativo y cultural que transformen las normas sociales de género que ocasionan discriminación, convirtiendo la violencia de género en un hecho inaceptable.
