El Estado de Honduras se muestra como el principal perpetrador con un 40% de las agresiones a través de las autoridades públicas, policía nacional y las fuerzas armadas
Tegucigalpa, Honduras. – Las mujeres en Honduras se ven expuestas a un sin número de violencias, vulnerabilidad que se incrementa al ser defensora de derechos humanos.
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras (RNDDH), documenta de enero a septiembre de 2023 en el sistema de Registro y Documentación, 1,879 agresiones dirigidas a defensoras, una situación preocupante debido a que con relación al 2022, representa un aumento del 57%.
Yessica Trinidad coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos en Honduras, expresó a Criterio.hn “se necesitan más que discursos, más que promesas para cambiar la realidad que enfrentamos las mujeres defensoras en los diferentes territorios”
Además, señaló que es importante la solidaridad de funcionarios estatales ante los hechos de violencia en contra de defensoras, pero “necesitamos que cumplan su trabajo, que, en lugar de perseguir a las defensoras de derechos humanos con procesos judiciales, se necesitan más hechos contundentes que garanticen la vida de las mujeres”, increpó la defensora de derechos humanos.
Este contexto de violencia, Idalia Flores, de Ecuménicas por el Derecho a decidir lo resume como “la realidad que nos toca vivir en Honduras es la de defensoras criminalizadas por la defensa de nuestros derechos”.
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ATAQUES y DESALOJOS HAN INCREMENTADO
La presidenta Xiomara Castro, el 6 de junio de 2023, anunció la creación de la Comisión de Seguridad Agraria, en teoría con la finalidad de revisar el estamento jurídico de las propiedades y adjudicarlas a quienes corresponda legalmente, sin embargo, los liderazgos campesinos han denunciado un sin número de desalojos violentos.
En ese sentido, Yessica Trinidad denunció que los ataques y la criminalización se han incrementado, un ejemplo de ello es la exposición mediática a la que fue sometida Nolvia Obando, defensora y pastora evangélica, a quien presentaron como cabecilla de una banda criminal.
Obando fue capturada al momento del desalojo de 60 mujeres que conforman la Red de Mujeres Campesinas Las Galileas en la comunidad de La Bomba, en el municipio de Jutiapa, Atlántida, costa norte de Honduras.
De acuerdo con la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, se han registrado más de 30 desalojos violentos desde la instalación de dicha comisión.
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EL ESTADO ES EL MÁS AGRESOR CON LA DEFENSA DE DERECHOS HUMANOS
La Red de Defensoras señala, que “la estructura dominante que hace de Honduras un país peligroso sigue intacta para las que luchan; los intereses corporativos y de empresarios voraces hacen muy difícil la vida de las defensoras”.
Además, las policías de “seguridad”, implementadas por el Estado de Honduras, generan más vulneración a los derechos humanos, tanto de defensores, defensoras y sociedad en general.
“Cómo es posible que un gobierno que nos prometió seguridad, que nos prometió que no pasaría lo mismo que con la dictadura, esto se haya incrementado de esta manera”, reclamó Yessica Trinidad.
Por su parte, María José Benavides, técnica de registro de la Red Nacional de Defensoras, detalló en entrevista con Criterio.hn que, hasta la fecha, 455 defensoras han sido agredidas.
En este registro, María José Benavides, señaló que las defensoras de la tierra y el territorio son las que reciben –con más frecuencia y en mayor cantidad— las agresiones. De igual manera, las defensoras de medio ambiente y los bienes naturales, es el segundo ejercicio de defensoría más violentado, entre ambas defensas, se sumando un total de 75% de agresiones.
Con relación a los agresores Benavides, indicó que el Estado de Honduras se muestra como el principal perpetrador con un 40% de las agresiones a través de las autoridades públicas, policía nacional y las fuerzas armadas.
Una opinión que comparte Idalia Flores, “lamentablemente en gobiernos anteriores y en este, las compañeras han sido perseguidas por los entes de seguridad del Estado”.
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IMPUNIDAD GENERA MÁS RIESGO PARA LAS DEFENSORAS
En el escenario de violencia en contra de las mujeres y ente caso de las defensoras de derechos humanos, la impunidad sigue siendo el talón de Aquiles.
Para Yessica Trinidad, la impunidad genera más riesgos para las mujeres defensoras de derechos humanos. “Nos expone mucho más porque los agresores dicen: bueno nosotros tenemos el respaldo de los entes del Estado”.
Idalia Flores, refirió que, con el paso del tiempo, las defensoras además se enfrentan a la criminalización y a la persecución.
Estas agresiones, de acuerdo con Idalia Flores, han generado que muchas de las defensoras se vean obligadas a desplazarse por temor a perder su vida y la de sus familiares.
La Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos ubica al departamento de Colón, al norte del país, como el departamento más violento para los defensores y defensoras por oponerse a proyectos extractivistas y conflicto de territorio.
Le sigue Francisco Morazán, donde las principales agresiones se originan en las estructuras institucionales como Casa Presidencial, la Corte Suprema de Justicia y el Ministerio Público.
