Por: Viena Hernández
Tegucigalpa. – Según manifestó el expresidenciable del Partido Liberal, Yani Benjamín Rosenthal Hidalgo, siente pesar por la situación de Juan Orlando Hernández.
Esa empatía vendría del recuerdo del proceso que vivió en Estados Unidos cuando fue condenado a tres años de prisión por lavado de dinero.
Yani fue acusado en 2015 por la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York y el Departamento de Tesoro por lavado de dinero del narcotráfico, junto a su padre Jaime Rosenthal y su primo Yankel Rosenthal.
En julio de 2017 se declaró culpable y fue sentenciado el 16 de diciembre. Cuando cumplió su condena, el siete de agosto de 2020, Yani regresó a su ciudad natal, San Pedro Sula.
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En sus declaraciones, después de conocer que el Poder Judicial ratificó la solicitud de extradición contra Hernández, Yani comparó que fue un proceso muy duro el que vivió.
Además, lamentó la situación de Hernández, cuyo futuro no pinta a su favor, luego de estimarse que podría ser condenado a tres cadenas perpetuas por las acusaciones de narcotráfico que presentó Estados Unidos.
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Para el político, será motivo de orgullo cuando el sistema de justicia hondureño tenga la capacidad de castigar a quien infrinja le ley y se haga responsable de sus actos a los culpables, y así evitar que la extradición sea la única forma de hacer justicia.
La débil justicia hondureña carece de credibilidad y su forma de aplicarse ha provocado una lluvia de críticas, sobre todo, desde el golpe de Estado del 28 de junio de 2009, donde con mayor descaro la impunidad y la corrupción se fortalecieron, dos de las razones que convirtieron a Honduras en un Estado fallido.
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EXTRADICIÓN DE JOH ES OPORTUNIDAD PARA ENVIAR MENSAJE A LATINOAMÉRICA
La tarde de este 28 de marzo de 2022, la abogada defensora de Hernández, Rosa Elena Bonilla, anunció que su cliente ya tenía conocimiento del fallo de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) que ratificaba la solicitud de extradición.
Según el analista político y abogado Raúl Pineda Alvarado, la carga probatoria y los argumentos del cuerpo de abogados del exmandatario fueron demasiado débiles comparados con los documentos detallados de las acciones de Hernández a quien investigaron desde el 2004, por lo que constataron que llevaba al menos dos décadas en el negocio del narcotráfico y tráfico de armas.
Pineda explicó que Honduras está bajo la lupa de Estados Unidos por motivos de geopolítica, porque hay 13 de 18 países latinoamericanos con ideología de izquierda, siendo hostiles para ellos, por lo que salió a relucir Honduras, que ha sido uno de sus patios traseros.
En la búsqueda de afianzar una plataforma político militar en Honduras, se vuelve importante mantener relación con el país centroamericano, pero desconocían si realmente Hernández era su aliado o un presidente que tenía que asegurar sus propios intereses en cuanto al tráfico de estupefacientes.
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Ahora que la extradición de JOH se siente a cortos pasos, ven la oportunidad para enviar un contundente mensaje, no solo para los políticos hondureños, sino a toda Latinoamérica.
“En Estados Unidos ya no es novedad juzgar a un narco, lo que es novedad es acusar a un expresidente acusado de narco”, señaló Pineda, especialista en el análisis de temas jurídicos y políticos.
