A seis días de asumir el poder, Xiomara Castro, ha expresado públicamente su malestar ante la traición sufrida por 20 de los 50 diputados electos de su partido Libertad y Refundación (Libre) que se niegan a cumplir un acuerdo político para que el diputado Luis Redondo se convierta en presidente del Congreso Nacional.
Tegucigalpa. – “Se consumó la traición”, las palabras de la presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, que recalan en una facción de diputados del opositor Partido Libertad y Refundación (Libre) al lograr que el diputado disidente Jorge Cálix fuera juramentado presidente provisional del Congreso Nacional.
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El pasado 13 de octubre, un mes antes de las elecciones generales, el entonces candidato presidencial, Salvador Nasralla, declinó a su aspiración y conformó una alianza con la entonces candidata del Partido Libre, Xiomara Castro, con el objetivo de derrotar al conservador Partido Nacional, tras doce años en el poder.
Se pactó un acuerdo de unidad bajo el cual el Partido Libre se comprometía a respaldar a un diputado del Partido Salvador de Honduras (PSH) para presidir el Congreso Nacional, acuerdo que fue explicado ante los medios de comunicación por las cúpulas de ambos partidos.
El 28 de noviembre, Castro se alzó con un contundente y arrollador triunfo electoral sobre el candidato nacionalista, Nasry Asfura, mientras el Partido Libre logró convertirse en la principal fuerza política del Poder Legislativo con 50 congresistas.
Encaminados a cumplir lo pactado, el 23 de diciembre, Nasralla anunciaba al diputado Luis Redondo como el escogido para ser ungido presidente del Poder Legislativo comprometiéndose a poner en marcha el Compromiso Legislativo del Bicentenario para la Refundación de la Patria y la Construcción del Estado Socialista y Democrático.
Al día siguiente, Redondo dio a conocer un plan de trabajo como parte de su agenda legislativa a desarrollarse en 15 puntos enlazados con el Plan de Gobierno de la presidenta electa Xiomara Castro y que, entre otras cosas, contemplaba la aprobación de una ley especial contra la Impunidad y la corrupción para la instauración de una comisión anticorrupción con mayores funciones a la extinta Misión de Apoyo Contra la Corrupción e Impunidad en Honduras (MACCIH).
El compromiso de Redondo, aunque no fue rechazado públicamente por ningún diputado, seguramente es uno de los puntos que lo desfavorecen, pues en Honduras hay una estructura corrupta que ha involucrada a más de un centenar de diputados, según denunció en 2018 el vocero de la desmantelada MACCIH, el juez peruano, Juan Jiménez Mayor.
Posterior a la nominación de Redondo un grupo de diputados disidentes del partido Libre, anunció que no respaldaría el acuerdo y designó al diputado Jorge Cálix para el cargo, pese al rechazo de la mayoría de los diputados electos del partido Libre y sus propias autoridades.
A Cálix se le vincula con grupos de poder específicamente del sector bancario, por lo que a lo interno de su mismo partido lo acusan de haber pactado impunidad con diputados de los partidos Nacional y Liberal, quienes en los últimos años han aprobado leyes que fomentan la corrupción y proyectos de ley que favorecen a las élites.
Ante la insurgencia de una facción rojinegra, el coordinador general del Partido Libre, Manuel Zelaya Rosales, expresidente de Honduras derrocado por un golpe de Estado en 2009, convocó el 15 de enero a los 50 diputados propietarios y suplentes a una reunión, con la presidenta electa, fijada el jueves 20 de enero.
La convocatoria estaba definida para iniciar a las 6:00 de la tarde en las instalaciones del Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE), sin embargo, se postergó para las 8:00 de la noche debido a atrasos y el caos vehicular en la capital de Honduras.
A las 9:47 de la noche inició la sesión de la bancada del Partido Libre, mientras en diversos sectores de Tegucigalpa los diputados de las otras bancadas realizaban sesiones simultaneas en espera de la determinación que surgiera desde la coordinación rojinegra.
Un total de 30 diputados propietarios y 32 suplentes acudieron a la convocatoria, mientras los 20 restantes se reunían en la casa del diputado Cálix en el municipio de Santa Lucía, los 44 diputados nacionalistas en la casa del diputado Antonio Rivera Callejas y los 22 liberales en un hotel capitalino, al igual que los 10 del PSH.
El expresidente Manuel Zelaya Rosales, esposo de Xiomara Castro y coordinador del partido Libre amenaza con expulsar a los diputados disidentes que se niegan a votar por el diputado Luis Redondo para que este presida el Congreso Nacional.
La ratificación de la elección de la nueva Junta Directiva se realizará el domingo 24 de enero, día en que también se podría presentar una nómina por parte del partido Libre.
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A las 10:12 de la noche, tras conocerse la reunión paralela, el Partido Libre publicó a través de Twitter, quizás una advertencia vaticinando lo que vendría, con la frase del general y héroe nacional Francisco Morazán: “Alta es la noche y Morazán vigila”.
Minutos después, a las 10:32 de la noche, el presidente del Consejo Central Ejecutivo del Partido Liberal (CCEPL), Yani Rosenthal, se pronunciaba junto a los diputados afirmando que respaldarían a un diputado del partido Libre para ser electo presidente del Poder Legislativo.
En tanto, a las 10:45, el presidente del PHS, Salvador Nasralla, confirmaba la reunión de los diputados de ese partido político y el respaldo a la decisión que se determinara en la reunión del partido Libre confiando en que Luis Redondo continuaría a la cabeza.
Por su parte, la reunión del Partido Nacional concluyó a las 11:24 de la noche sin resaltar una determinación como bancada, no obstante, dejaron claro que no deseaban ser parte de la Junta Directiva del Congreso Nacional, pero serían una “oposición constructiva”.
Cuatro minutos después, finalizó la reunión rojinegra, sin la presencia física de Manuel Zelaya Rosales, quien en los últimos días informó haberse contagiado de la COVID-19 por lo que su participación se limitó a lo virtual. Al término del encuentro, Castro salió a brindar declaraciones, mediante un comunicado certero y letal contra los insurgentes.
“La ausencia de los 20 diputados es un augurio de una traición de contrarrevolucionaria al partido y al pueblo hondureño que derrotó la narco dictadura nacionalista el domingo 28 de noviembre y una traición al proyecto político de refundación de la patria al intentar imponer el plan de la élite corrupta que dirige Juan Orlando Hernández”, manifestó Castro.
En su discurso, la presidenta electa, advirtió que no permitirá que un presidente que responda a los intereses del crimen organizado y el narcotráfico le tome la promesa de ley el 27 de enero y que en su lugar lo hará con un juez competente, al tiempo que señalaba como traidores a los 20 diputados disidentes.
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LA TRAICIÓN CONSUMADA
Tal como lo establece la ley, el titular de la Secretaría de Gobernación, Justicia y Descentralización, Leonel Ayala, había convocado a los diputados electos a las 7:00 de la mañana de este viernes para juramentar la Junta Directiva provisional del Congreso Nacional.
Los primeros en llegar fueron los diputados del PSH, quienes antes de las 6:00 de la mañana se presentaron a los bajos del hemiciclo legislativo. Posteriormente, fueron arribando los diputados de las seis fuerzas políticas que integran el nuevo Poder Legislativo.
Pero fue hasta las 7:59 de la mañana que Ayala inició la sesión, la que comenzó con el preámbulo de una oración religiosa, violentando el Estado laico; luego, la diputada Beatriz Valle pidió la palabra y presentó la moción para elegir a Jorge Cálix presidente provisional, Yahvé Sabillón, vicepresidente y a ella como secretaria.
Siendo las 8:07 de la mañana, en cuestión de tres minutos, Ayala aceptó la propuesta, la puso en consideración y sin realizar una votación genuina, pero con las manos levantadas de todos los diputados del Partido Nacional, más los 17 rojinegros que acompañaban a Cálix, en aceptación de la propuesta de Valle, los juramentó en apenas dos minutos.
Lo anterior, generó un escenario de violencia con insultos, empujones, golpes y gritos de ¡traidores! por parte de diputados de Libre contra sus compañeros disidentes, mientras simpatizantes de ese instituto político, que se encontraban en los bajos del Congreso Nacional, irrumpieron la sesión que había concluido en menos de cinco minutos.
“Se consumó la traición”, expresó la presidenta Castro, resistiendo la traición de aquellos que se llamaron “leales” al plan de refundación de la patria y recordando las viejas heridas de aquellos que se alzaron dentro del Congreso Nacional para defenestrar a su esposo en junio de 2009.
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