Honduras, su desaparición como nación está más que anunciada

Un informe más, mientras en Honduras se asesina a la niñez

“Si no peleas para acabar con la corrupción y la podredumbre acabarás formando parte de ella”.

Joan Báez.

Por, Jaime A Flores P.

 “Violencia, niñez y crimen organizado” se llama el intrascendental, insípido e incoloro informe que presentó la relatora de la Comisión Interamericana de Derechos humanos (CIDH), un estudio más sobre esta temática que únicamente sirve para justificar la ejecución presupuestaria de las organizaciones patrocinadores, principalmente por la vía de las consultorías.

Este evento, como todos los que montan estas organizaciones, se realizan en lujosos hoteles, principalmente franquicias internacionales, dinero que ni siquiera se quedará en el país y que es donado por la filantrópica “cooperación internacional”, que por cada lempira que “donan”, se llevan tres.

A la presentación del insípido informe no podían  faltar los invitados de honor, ya que  algunas y algunos directores de estas organizaciones no gubernamentales, cual divas o divos, les gusta codearse con funcionarios de la dictadura o sueñan con ser funcionarios de la misma.

Se encontraba en dicho evento la flamante Secretaria de Estado en los Despachos de Derechos Humanos, Karla Cuevas y la directora de la Dirección de Niñez y Familia (DINAF), Lolis Salas,  quienes en sus intervenciones, justificaron el buen accionar de este gobierno, sin importarles que en Honduras se asesine a la niñez, mucho menos la precariedad en la que se  encuentra.

La relatora con su aburrida alocución repitió todo lo que ya se sabe desde hace años, en otras palabras repitió como “loro en estaca”;  habló de violencia, habló de derechos y además, hasta quiso dar cátedra de políticas públicas, como cuando dijo que la seguridad era un problema de políticas públicas y además holísticas. ¡Eureka!.

Los únicos ganadores con la presentación de este informe es el hotel, la sociedad civil que almorzó de una manera gratuita, los divos y las divas, que tienen oportunidad para lucir sus finos trajes, y como siempre la gran perdedora es la niñez, porque estos informes y estas políticas no sirven para nada y a las pruebas nos remitimos, si quieren, por supuesto. Los funcionarios se las pasan por el arco del triunfo.

Nota relacionada Violencia y crimen organizado atormentan a niñez hondureña

Este informe, como las tales políticas sobre niñez, sólo sirven para gastar dinero, pero en nada contribuyen al cumplimiento de los derechos de la niñez y  los organizadores lo saben;  pero hay que vivir, y vivir bien y como no pueden ganarse la vida de otra manera, pues hay que mentirle  al pueblo hondureño, no importando que en Honduras asesinen en promedio a 60 niños mensuales, pero a los que matan son pobres y por ende descartables. ¡Sigamos con políticas y con los informes!

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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Un comentario

  1. Cuanta razón en dicho artículo; cuanto no hacer con el pago de dicha investigación “investigación” que a simple vista se determina la problemática que existe y de igual forma la causas de la misma. Pero en este mismo artículo no veo que salga una propuesta para garantizar los derechos de la niñez, ¿De qué forma se invertiría mejor en la niñez y no en pagos de lujosos hoteles e “investigaciones”? hay que proponer nuevas alternativas. Sabemos que después de la presentación de estudios en organismos internacionales (que igual es muy caro) vienen lo que son recomendaciones, recomendaciones que el gobierno se las pasa por donde le place, y como sociedad no hacemos nada más que comunicados de prensa (ruedas de prensa, foros –más y más eventos caros, con invitados especiales y personalidades importantes-) para que el gobierno empiece a trabajar en ellas y nunca lo hace. Al final es un círculo, donde el organismo internacional recomienda, el Estado incumple y en un periodo de tiempo, la trama sigue. En fin todo es una artimaña de burócratas aquí como en las prestigiosas instituciones internaciones, que al final lo que importa es tener una buena remuneración y decir que trabajo por el bien de los más desprotegidos.