La coordinadora del Copinh, Berta Zúniga, dice que tanto el FMO, como el BCIE, condonaron fondos de préstamos otorgados a DESA, por lo que cuestiona qué pasó y a dónde fue a parar el dinero de un proyecto en el cual, “prácticamente no había construido nada”.
Redacción: Marcia Perdomo
Tegucigalpa. – Los descubrimientos en el fallido e ilegal proyecto hidroeléctrico de Agua Zarca en el río Gualcarque no paran.
Además de las cuatro transacciones financieras irregulares realizadas por el banco de desarrollo FMO a la empresa Concretos del Caribe S.A. (Concasa) previo al asesinato de Berta Cáceres.
Ahora se conoce que fueron las tierras de la comunidad Lenca de Río Blanco, las que sirvieron como parte del fideicomiso y garantía que la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA) ofreció a los bancos de desarrollo en caso de no poder pagar el préstamo dirigido al proyecto de Agua Zarca
La información fue relatada en exclusiva a Criterio.hn por la coordinadora del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e Indígenas de Honduras (Copinh), Bertha Zúniga Cáceres.
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La lideresa del Copinh recientemente retornó de Holanda donde interpuso una denuncia penal contra el banco FMO y sus directivos, por suponerlos responsables de los crímenes de complicidad en actos de corrupción, malversación, blanqueo de dinero y violencia en su financiamiento al proyecto Agua Zarca.
La información se desprende de un cofre de documentos legales y financieros holandeses y estadounidenses que relatan el flujo de fondos internacionales los meses y días previos al 2 de marzo de 2016, cuando un escuadrón de asesinos irrumpió en la casa de la ambientalista indígena Berta Cáceres.
“Los bancos se podían quedar con las tierras de las comunidades Lencas que es lo que nosotros hemos venido luchando, defendiendo”, contó Zúniga, quien calificó la acción como parte de la mentalidad colonialista y del saqueo que permea a estos proyectos hidroeléctricos, impuestos por la fuerza y bajo una nebulosa de ilegalidad.
Otro elemento significativo descubierto en la documentación financiera obtenida por los abogados que representan en Holanda a la familia de Berta Cáceres y al Copinh, fue la condonación del préstamo que tanto el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) y el banco de desarrollo holandés FMO habían hecho a la empresa Desarrollos Energéticos S.A. (DESA).
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“Estos bancos, el BCIE y el FMO, sobre todo el BCIE, regaló el préstamo que le había hecho a DESA hasta ese momento. Asesinan a una defensora de derechos humanos de las más conocidas en el mundo en un crimen emblemático y en vez de reclamar el dinero que habían dado en condición de préstamo, el FMO decidió regalarle cerca de 8 millones de dólares a la empresa”, compartió la coordinadora del Copinh.
Para Zúniga esto confirma que los inversionistas de DESA nunca perdieron. “Prácticamente fue como un trofeo por haberla asesinado y eso es algo que nos llena profundamente de indignación. Nunca quisieron decir en qué consistía la supuesta salida responsable. Hablan en estos términos tan buenos, tan bonitos queriendo lavar su imagen, pero lo que está detrás son cosas bastante nefastas y muy preocupantes”, afirmó.
La lideresa indígena planteó “que le hayan regalado el dinero del préstamo a esta empresa, a la familia Atala, cuando hay informes que señalan que el proyecto prácticamente no había construido nada”, causa ruido por lo que también esperan poder investigar qué pasó y a dónde fue a parar ese dinero de los bancos de desarrollo.
