Tegucigalpa. – Varios migrantes celebraron con algarabía la ampliación de 18 meses del TPS (Estatus de Protección Temporal) anunciada por el gobierno de Joe Biden, pero, este solo permitirá dormir tranquilos por un tiempo a un número reducido de personas comparado con el universo de migrantes que permanece en la zozobra de ser deportados de Estados Unidos, después de tener prácticamente una vida hecha en esa nación.
Los migrantes beneficiados con la reciente extensión anunciada el 11 de noviembre, la cual estaba a punto de vencer el 31 de diciembre, son de El Salvador, Honduras, Nicaragua, Haití, Nepal y Sudán. La protección generada de la ampliación de la vigencia de documentos del TPS permitirá dar un respiro a los beneficiarios hasta el 30 de junio de 2024.
El universo de los migrantes es de al menos 58 mil hondureños que lograron cubrirse con esa extensión, que les dio cierta alegría, aunque no llega ni a dos años. Sin embargo, la desprotección quita el sueño a más de medio millón de hondureños que no gozan del TPS y otros 200 mil hondureños y hondureñas están en una peor condición, pues pueden ser deportados en cualquier momento.
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El TPS viene siendo entonces como un paliativo, pero los compatriotas y migrantes de otros países que están en Estados Unidos lo que realmente buscan es su estado de residentes estadounidenses, siendo un estatus mayor que ofrece garantías y evita que sean deportados sin importar el término de los 18 meses del TPS.
“Cada vez que concluye ese estatus la gente queda en la zozobra de qué va a pasar, si los van a deportar, mientras la gente está en esa condición, eso es también inestable, pues como su mismo nombre los dice es temporal”, expresó César Ramos, sociólogo y especialista en temas de migración para Criterio.hn.
El TPS, aunque permite trabajar y vivir de forma regular en Estados Unidos, no resuelve estructuralmente el problema de los migrantes, sobre todo con más de 1 millón de compatriotas en Estados Unidos, siendo evidente que no es realmente una solución y hace relucir la necesidad de crear otra forma para proteger a los migrantes que están a la expectativa en Estados Unidos, pese a ser piezas claves en la economía de ese país, destacó el sociólogo.
Una persona que quiera ser elegible para el TPS debe ser originaria de uno de los países mencionados en la lista de beneficiarios, además debe estar en Estados Unidos en la fecha de la designación. La solicitud deber ser durante un periodo de registro específico y, a su vez, debe haber estado presente en Estados Unidos de forma continua a partir de la fecha de la designación.
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¿Y LOS MIGRANTES QUE LLEGARON DESDE LA PANDEMIA?
Al analizar este tema, el académico, investigador y consultor en temas migratorios, Ricardo Puerta, señaló a Criterio.hn que, el TPS no sería realmente un triunfo, pues solo es una renovación del que se vencía este 31 de diciembre de 2022, pero detrás de los beneficiados está una enorme cantidad que va llegando a Estados Unidos y tendrán grandes desafíos para evitar ser deportados.
“Pensaba que a esta gente del TPS que se les vencía ahora se les iba a renovar metiendo a los otros también, en otras palabras, cancelar el que tienen y abrir uno nuevo que cubra a los que están pendientes y están en el aire todavía, resolvieron con los históricos, pero no con los que llegaron desde el tiempo de pandemia, quienes solo de hondureños ya suman 80 mil”, apuntó Puerta.
Cabe destacar que, en 2021, el flujo de remesas destinadas a Centroamérica subió de USD 30 mil millones a una cifra jamás vista que llegó a representar el 23% del PIB (Producto Interno Bruto) de los países del triángulo norte, es decir, uno de cada USD 4 de las economías de Guatemala, Honduras y El Salvador son generadas por las remesas de sus migrantes.
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Es oportuno mencionar que el Estatus de Protección Temporal lo estableció el Congreso de Estados Unidos en 1990, el objetivo era dar permiso a ciertos migrantes para vivir y trabajar de forma legal pero temporalmente. El programa, sería para cobijar a los migrantes que no pueden regresar de manera segura a su país de origen, por cualquier tipo de circunstancia adversa.
Con la última actualización del TPS, Estados Unidos otorgó la ampliación para más de 400 mil personas originarias de Afganistán, Birmania, El Salvador, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua, Sudán, Somalia, Sudán del Sur, Siria, Ucrania, Venezuela y Yemen.
