Tegucigalpa. – Estoy despierta desde las 4:30 de la mañana, igual ella, dice Jennifer mientras señala a su hija a quien amantaba y quien está por cumplir dos años. Jennifer, quien no quiso dar su apellido, es una pobladora de la comunidad de Suyapa, al norte de la capital hondureña. Ella y al menos 100 habitantes de este sector de la periferia capitalina exigieron, este martes, al Estado de Honduras el respeto de las tierras en las que residen y, aseguran, son ancestrales.
En medio de la protesta, que se desarrolló frente al Centro Cívico Gubernamental José Cecilio del Valle, Jennifer comentó a Criterio.hn que, tanto ella, como las mil 500 familias de esta comunidad son personas pobres que trabajan para sobrevivir.
“Queremos que los ricos nos dejen vivir en la tierra que hemos vivido por años y que nos dejaron nuestros antepasados”, expresó, mientras acariciaba el cabello de su hija.
COMUNIDADES UNIDAS
Los pobladores de la Comunidad de Támara, la aldea de San Matías y la comunidad de Suyapa, en el departamento de Francisco Morazán, se unieron para hacer frente a la lucha por la defensa de la tierra.
Gerson Fúnez, representante de la Comunidad de San Matías, manifestó “tenemos títulos de tierra ancestrales, en el caso de San Matías son desde el año 1700, este título fue comprado con oro a la corona española”, mencionó y añadió que estos títulos de propiedad fueron ratificados en el gobierno de Marco Aurelio Soto, gobernante de Honduras de 1876 a 1883.
En ese sentido, comentó que el titulo está inscrito en las diferentes instituciones de Honduras, y que de igual manera, hay una inscripción en el Instituto de Antropología e Historia, a lo que enunció “y aún así las personas poderosas de este país nos están robando”.
De acuerdo con Fúnez, empresarios se están apropiando de las tierras ubicadas a la orilla del corredor logístico CA-5, carretera al norte de Honduras.
“Si la empresa privada sigue explotando nuestras tierras, qué le vamos a dejar a nuestros hijos, a nuestros nietos”, cuestionó Jenny Méndez, representante de la comunidad de San Matías.
Méndez enfatizó, “sí somos de tierra adentro, sí somos indios, con mucho honor y mucho orgullo, pero tontos ya no somos”, al tiempo que instó a sus compañeros y compañeras a elevar un grito de protesta: ¡el pueblo unido, jamás será vencido!
Durante la protesta, los pobladores denunciaron que “la empresa privada está confabulada con el IP (Instituto de la Propiedad), han hecho escrituras sobre escrituras, eso es un robo”, denunció Jenny Méndez.
Ante esto, Gerson Fúnez, debatió “queremos saber porque les dan escrituras cuando no tiene ningún documento que haga constar un antecedente que las tierras sean de ellos”.
Jenny Palma, de los Indios Laboríos de Suyapa, que comprende a las comunidades de Agafam, El Higo y la Libertad, dijo que llevan más de doce años en esta lucha. “Queremos nuestros títulos de propiedad, tenemos derechos y nos tienen que respetar”, comentó.
ACUSADOS DE USURPADORES
Los pobladores de estas comunidades estaban a la espera que la presidenta de la república Xiomara Castro, les atendiera, sin embargo, al darse cuenta que la mandataria está de gira por España, pedían que fuera Manuel Zelaya Rosales quien los recibiera.
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Escarly Cálix, representante de la Comunidad de Suyapa, consideró “al no estar la presidenta queremos ser atendidos por Mel, para hacer valer nuestros títulos, los que han mandado solo se tiran la pelota unos con otros y no han resuelto nada”.
Resintió que instituciones estatales, medios de comunicación y una parte de la población los acusaran de “usurpadores”.
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“Estamos indignados que nos acusen de usurpadores cuando somos los verdaderos dueños”, manifestó Cálix. De igual manera, dijo a Criterio.hn sentirse “impotente” al no tener respuestas de las autoridades estatales.
“Queremos vivir tranquilos en la tierra que nos pertenece de tiempos ancestrales, (…) uno siente impotencia al ver que el mismo Estado y gobierno no nos valga nuestros títulos”, reprochó la joven defensora de la tierra.
Datos
En la comunidad de Tierras del Padre a 13 kilómetros en la salida al sur de Tegucigalpa, los pobladores también están en disputa de sus tierras y viven en constante zozobra debido a las amenazas de desalojo. El último intento por desalojarlos se produjo el 11 de noviembre de 2022.
Los líderes de la comunidad Tierras del Padre sostienen que poseen un título de tierras ancestral, que data de 1739, que los hace dueños legítimos del terruño, y por otro lado, el terrateniente Mario Facussé dice ser dueño de las tierras porque las compró.
Actualmente en Honduras hay varios movimientos ciudadanos que reclaman la pertenencia o dotación de tierras, mientras los empresarios se quejan por las recuperaciones que se producen en varios departamentos, al argumentar que esta situación genera inseguridad jurídica por el irrespeto a la propiedad privada.
