Unesco lanzó el programa de apoyo a periodistas desplazados, en exilio o en situación de riesgo que trabajan en América Latina
Tegucigalpa, Honduras. El periodismo es una profesión que se ha convertido en sinónimo de riesgo, miedo, silencio, y muerte debido a los múltiples ataques que reciben a diario los y las periodistas.
Los y las periodistas, ante los ataques, en muchas ocasiones son obligados a la autocensura; y otros son orillados a salir huyendo del país que defienden a través de sus notas y sus voces.
La Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), lanzó este 24 de mayo el programa de apoyo a periodistas desplazados, en exilio o en situación de riesgo que trabajan en América Latina.
Programa al que pueden aplicar los y las periodistas de Honduras, de acuerdo con el Comisionado Nacional de los Derechos Humanos (CONADEH), entre 2016 y 2022, unos 88 periodistas y comunicadores denunciaron estar en riesgo o ser víctimas de desplazamiento forzado. Esta situación es preocupante ya que es un atentado contra la libertad de prensa y la libertad de expresión.
Para la periodista y fundadora del medio Reportar Sin Miedo, Dunia Orellana, la iniciativa es necesaria de acuerdo a la realidad que enfrentan los periodistas en América Latina y sobre todo en la región centroamericana que es “una es una situación de riesgo permanente”.
Sin embargo, Dunia Orellana apuntó que en Honduras –país centroafricano que contabiliza 99 periodistas asesinados en las últimas dos décadas— se necesita algo de más fácil acceso porque los mecanismos de protección en Honduras “no están dando resultados y no es suficiente para la gran situación de violencia que vive el país”.
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ATAQUES A LA LIBERTAD DE PRENSA Y EXPRESIÓN DESDE EL GOBIERNO
Los ataques que recibe la prensa en Honduras, de acuerdo con Amada Ponce, directora ejecutiva del Comité para la libre Expresión (C-Libre), provienen de diversos sectores, especialmente de la institucionalidad gubernamental y de la empresa privada. Además, las organizaciones defensoras de la libertad de prensa y expresión, han observado –desde 2022— el aumento de un “discurso estigmatizante”.
“Este discurso estigmatizante para la prensa que se dedica especialmente a revelar situaciones de interés público, propone el nivel de riesgo, altamente avanzado”, expresó la periodista.
Por su parte, Wendy Funes, periodista y fundadora de Reporteros de Investigación, mencionó que como resultado de investigación se evidencia que Honduras atraviesa una situación muy crítica para la prensa y para el ejercicio periodístico. “Se ha recrudecido el panorama para la prensa en este gobierno, hay funcionarios que actúan como troles”.
Sin duda alguna los y las periodistas esperaban que en este nuevo gobierno ese panorama de ataques cambiara, y se viera una luz a través de la despenalización de los delitos contra el honor, una normativa integrada en el Código Penal que facilita el encarcelamiento de periodistas.
Sin embargo, los periodistas no ven voluntad política para que a lo interno del Congreso Nacional se logre la despenalización de estos delitos. “Libre cuando era oposición, hacía política diciendo que iba a despenalizar los delitos contra el honor, pero ahora se ha puesto de acuerdo con la cúpula del Partido Liberal, del Partido Nacional y ya no quieren despertar los delitos contra el honor”, denunció Wendy Funes.
Jorge Burgos, editor y cofundador de Criterio.hn, manifestó que en el 2019 estuvo a punto de salir exiliado a Costa Rica debido a amenazas por el ejercicio de su profesión y por temor a dejar su trabajo en el medio y la desconfianza de dejar sola su familia e hijos decidió arriersgarse y querdarse en Honduras.
Relató que también ha sido víctima de persecucíon y campañas de estigmatización por parte de los poderes facticos y del anterior y actual gobierno que ni siquiera le permite ingresar a la Casa de Gobierno.
Burgos, ve con buenos ojos que se abran espacios y programas para ayudar y proteger a los periodistas porque siente que los comunicadores de Honduras son los menos beneficiados con estos proyectos a pesar que son casi 100 los periodistas asesinados en el país.
De acuerdo con Amada Ponce, en los últimos diez años se ha registrado que al menos unos 498 periodistas han sido querellados.
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DESPLAZADOS POR EL EJERCICIO DEL PERIODISMO
Según la UNESCO, más de 200 periodistas han sido asesinados en América Latina y el Caribe en los últimos diez años. Otros comunicadores han enfrentado amenazas y agresiones, entre otros tipos de ataques contra la libertad de expresión que terminan en la censura o el exilio.
Conadeh destaca que entre el 2022 y mayo del 2023, las amenazas, agresiones, atentados, hostigamiento, intimidación, detenciones arbitrarias y desplazamiento forzado, fueron los principales hechos violatorios a la libertad de expresión y de prensa
“Los periodistas, aquí estamos en un riesgo permanente y es algo de supervivencia día con día, en especial los periodistas que cubrimos de manera independiente”, comentó a Criterio.hn la periodista y directora de Reportar Sin Miedo, Dunia Orellana.
La consejera Regional de Comunicación e Información de UNESCO para América Latina y el Caribe, Rosa González refirió que los periodistas al enfrentarse al desplazamiento forzado “dejan también sus salas de redacción, sus lugares de trabajo cotidiano, desde donde desarrollaban su tarea periodística”.
En ese sentido, la UNESCO con el programa de apoyo a periodistas desplazados, en exilio o en situación de riesgo que trabajan en América Latina –que será implementado a partir del segundo semestre de 2023— busca dotar las herramientas necesarias para que el trabajo periodístico pueda ser retomado en el país de asilo.
Según el Conadeh, el 40 % de los casos de periodistas y comunicadores desplazados o en riesgo de desplazamiento, fue a causa de personas desconocidas, el 30 % son conocidos. Además indica que el 10 % de los desplazamiento de periodistas fue a causa de las maras y pandillas; 5 % bandas criminales, 5 % los operadores de justicia y 5 % el crimen organizado.
Al menos 160 periodistas y trabajadores de medios de comunicación de Nicaragua se han marchado al exilio por razones de seguridad desde abril de 2018, cuando estallaron las manifestaciones contra el gobierno que preside Daniel Ortega y su esposa Rosario.
