Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.-El expresidente de Honduras, Porfirio “Pepe” Lobo Sosa, entregó este martes la casa de El Chimbo, Santa Lucía, Francisco Morazán a la Oficina Administradora de Bienes Incautados (OABI).
«El día de hoy estoy haciendo entrega a la OABI de esta residencia que por una nota que ellos recibieron, deben tomar posesión de ella y cuando se trata de un expresidente o un alto funcionario le dan 30 días para sacar sus pertenencias», dijo Lobo a periodistas mientras un vehículo de mudanzas comenzaba a sacar los enseres del inmueble.
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Lobo, quien gobernó Honduras en el periodo 2010-2014, brindó una conferencia de prensa junto al abogado de su esposa, Julio Ramírez, quien brindó los pormenores de la parte legal que enfrenta Bonilla de Lobo tras haber sido acusada por los delitos de malversación de caudales públicos, lavado de activos y asociación ilícita.
«Esta es la casa en la cual crecieron mis hijos, me da pesar porque la adquirimos en 2004 (…) pero la ley es la ley y vengo a hacer entrega de esta residencia», agregó tras cuestionar la aplicación de la Ley de Privación Definitiva del Dominio de Bienes de Origen Ilícito.
Lobo cuestionó el papel que ha jugado la justicia hondureña en el caso de su esposa, denominado por la Misión de Apoyo Contra la Corrupción y la Impunidad en Honduras (MACCIH), como la “Caja Chica de la Dama”.
Acusó a la jueza que conoce el caso (Vera Barahona) de cometer varias algunas irregularidades como el hecho de decir que “mi Rosa era funcionaria pública porque era mi esposa. No sabía que alguien era funcionario por afinidad, pero bueno…”, recriminó.
Además de eso aplicó una ley de lavado de activos que no estaba vigente en entre el 2011-2014, dijo al señalar que la retroactividad de la ley solo es aplicable cuando beneficia a la persona que está siendo imputada.
El expresidente manifestó que espera que en el transcurso del proceso la Corte Suprema de Justicia enmiende sus errores.
La lujosa vivienda de El Chimbo forma parte de la privación de bienes que la justicia hondureña hizo a la esposa del exgobernante, Rosa Elena Bonilla de Lobo, quien se encuentra en prisión preventiva, acusada por los delitos de malversación de caudales públicos, lavado de activos y asociación ilícita, por haber creado, supuestamente, una red para apropiarse de al menos 12 millones de lempiras provenientes de fondos públicos.
