Partidos de fútbol son reprimidos con gases lacrimógenos: Nasralla

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa.- El Aspirante presidencial por la Alianza de Oposición contra la Dictadura, Salvador Nasralla, dijo que ya la gente no quiere ir a los estadios de fútbol porque cuando se manifiestan gritando fuera JOH, la policía y el ejército llega a reprimir lanzando gases lacrimógenos sin ninguna consideración afectando a personas de todas las edades.

Nasralla quien es también comentarista deportivo, dijo que la semana recién pasada en el partido Maratón versus España, el público se manifestó, así como en otros juegos de la liga nacional hondureña y las fuerzas del orden del régimen de Juan Hernández llegaron a lanzar gases, señaló Nasralla.

En ninguna parte del mundo ocurre eso, el señor Hernández y sus cuerpos de seguridad no haya que hacer y están temblando ante la reacción del pueblo que cada día se manifiesta contra esta dictadura, señaló el presidenciable de la oposición de Honduras.

Hoy el Partido Nacional ha lanzado acusaciones vinculando a Manuel Zelaya y a Salvador Nasralla de tener tratos con las maras para robarse las elecciones pasadas y este último respondió que él no tiene antecedentes, pero el señor Hernández sí.

“Él y su hermano fueron mencionados por sus socios los narcotraficantes Cachiros en los tribunales de Nueva York, a mí no me han mencionado. Hay que preguntarse si los miembros del Comité Central del Partido Nacional, no serán quienes manejan la droga en el departamento de Olancho o en el departamento de La paz”, Cuestionó Nasralla.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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3 comentarios

  1. Si el pueblo dejara de asistir a los estadios, estos bandidos dueños de los equipos, sentirían cómo se verían afectados sus ingresos y no tendrían tanto dinero para enriquecerse robando todo lo que el público deja por entradas.