DESDE NUESTRA CURUL
Por: Patricia Murillo Gutiérrez
Madres hondureñas muchas de ellas llenas de angustia y ansiedades desbordadas, ¿cómo podríamos nosotros, desde el Congreso Nacional atenuar, mitigar en algo esos estados de inmovilización que padecen tantas? Sobrecogimiento y cargas emocionales que provocan hasta problemas digestivos, ritmos acelerados del corazón y opresiones de todo tipo.
Este día de la Madre en Honduras, he de decirles a mis pares que conocemos de su desazón, de sus mil formas de incertidumbre, de las tensiones psicológicas que viven.
No hay que ser psicóloga para vivir cerca de ustedes esa red de sensaciones que esta Pandemia únicamente vino a acentuar, a sacar a luz y por qué no, ha desbocarse en tristezas y hasta depresiones para tantísimas madres hondureñas.
¿Las causas ?, mucha responsabilidad en las clases políticas póngale usted si gusta, de los últimos 50 años, de las diversas generaciones empresariales que jamás vieron a sus colaboradores como un prójimo, militares ambiciosos sin lealtad, honor y mucho menos sacrificio, de los grupos de poder, que volvieron normal, la explotación, llenar de dificultades la vida de millones de hondureños de ayer y de hoy hasta que llevaron a nuestro pueblo y sobre todo a las madres, al sobre agotamiento emocional y físico,
Pues aquí lo que predomina es la miseria de valores que nos llevó aceleradamente a un Cuarto Mundo.
Como vamos nosotros desde el Congreso Nacional cargado según la finada MACCIH y UFECIC de Red de Diputados, de Planetas Verdes, de Pandoros, de toda clase de conductas aberrantes por la explotación inmisericorde del prójimo, donde muchos y muchas llegaron hasta con joyas prestadas y hoy usted no los conoce, cambiaron el humilde vecindario de donde procedían y gozan del encanto burgués a costas de la pobreza de sus ex vecinos.
Y como no entender su indignación madres, cuando ven la frescura con que invocan a Dios al inicio de las sesiones legislativas y le mandan bendiciones a los diputados de la oposición cuando les reclamamos sobre sus comportamientos de explotación al pueblo.
Ese pueblo humillado hoy más que nunca, por una bolsa solidaria con el retrato de quien usurpa el solio presidencial, pues violó artículos Pétreos, y elevó su ego hasta límites cercanos al cielo, aún cuando desde Nueva York, claro señalan la estructura criminal que atrapó al país.
Esos y otros que ya no volvieron al Congreso, sembraron las semillas que germinaron en este vivir pintado de nubarrones pues llevaron al país al peor agujero negro como sus conciencias, que el COVID 19 y la corrupción de hoy profundizan, porque enredan aún más el hilo de la convivencia entre explotadores y explotados.
Solo puedo decirle a las madrecitas hondureñas en nuestro día que su servidora desde Nuestra Curul no les dará más angustias y falsarias palabras, no estoy en ese contaminado Congreso, para sumar más a la infelicidad que viven ustedes, sean quienes sean, porque del ambiente tóxica que crearon estos sátrapas, no se escapa nadie.
Mi regalo es reafirmarles que no soy y pido a Dios no seré hasta enero del 2022, una MADRASTRA de la Patria.
Nos anima en la fe que al final del túnel se impondrá el cambio y construiremos bajo la sombrilla de la justicia social, el país que las madres hondureñas merecemos.
Los Profetas lo dijeron hace mucho: Dios ha creado al hombre, a la mujer no para la muerte, sino para la vida, no para la esclavitud, sino para la libertad, no para la perdición, sino para la salvación.
Y ese amor fiel de Dios es el que sostiene a las madres hondureñas y le da sentido a sus batallas diarias por la vida, en medio de la inmoralidad casi total de la mayoría de los políticos, jerarcas militares, ciertas cúpulas empresariales y religiosas, y otros gremios que acuerpan a quienes abusan de la fuerza que les da el poder de las bayonetas y el falso Estado de Derecho.
Para desesperar y en una demencia radical, hacer infeliz a nuestra gente. Mientras llenan sus alforjas de dinero manchado de la sangre y sudor de nuestros compatriotas.
Fuerza Madres, Ustedes si gozan de la auténtica garra catracha y están unidas al linaje de nuestras ancentras que potencian su dignidad humana.
Trascenderemos esta era de terror y maldad para vivir la redención de Honduras.
Abrazos fraternos desde el Congreso Nacional donde también se lucha para no ser arrollados por la historia.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
2 respuestas
Me edifica y me llena de orgullo el sentir y pensar, tan gráficamente plasmado, de la Diputada Patricia Murillo, con los cuales me identifico y estoy plenamente comprometida. Sigamos adelante compañera, que la oscuridad es más profunda, cuando la luz se acerca.
Gracias Paty,por tús reconfortantes letras no sólo a las hermosas madres,sino también a todos los hijos de Honduras. Así como la consiencia de reconocer a nuestros asesinos y verdugos.
Dios,te cuide con tus hijos,de parte de tío Marcio.