Tegucigalpa. – La extensión por cinco días de salvoconducto no permite que muchos migrantes abandonen a tiempo el país, obligándolos a quedarse sin ayuda, ni refugio, ni comida, varados en lugares peligrosos de Honduras.
En distintas zonas del Distrito Central se observa la presencia de migrantes en tránsito, con el único objetivo de abandonar el país con un salvoconducto de que solo les permite estar cinco días en el territorio.
A mediados de agosto, el Secretario General de Migración, Marcos Palacios, compartió a Criterio.hn que, según dicta el Manual Regionario de Procedimientos Migratorios, sección nueve, inciso C.2.:
“En el caso que el extranjero se encuentre en una delegación migratoria intermedia y no haya regulado su condición migratoria y su tiempo de permanencia se haya agotado; el oficial de Migración deberá aplicar la multa respectiva, entregando los comprobantes de dicho pago y estampar el sello de control migratorio de salida obligatoria, otorgando cinco días con la leyenda ‘abandonar la región’, con lo cual se restringe la movilidad en la región”.
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Además, explicó a medias a este medio digital mencionando que si la persona no logra salir del país debe volver a someterse al proceso de control biométrico para actualizar los datos y evitar “caer en mora migratoria”, aunque aseguró que si el salvoconducto vence la persona no debe pagar porque existe una amnistía migratoria en vigencia.
El académico y especialista en temas migratorios, Ricardo Puerta, dijo a Criterio.hn que, el trato es desnaturalizado e inhumano, tomando en cuenta que afectará a los hondureños una vez que también se unan al camino migratorio.
“Eso de que quitaron el impuesto no es verdad, pero en la práctica siguen extorsionando a la gente por otros medios. Una vez que esa gente sale de Honduras, cuando se mueven, se mueven también con los hondureños en el paso migratorio por Guatemala y México, ahí es donde empiezan a tener problemas, porque se unen a esa lista de migrantes, por eso es que es ingrato ese tipo de experiencias”, señaló Puerta.
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ALGUNOS MIGRANTES, EN SU DESEPERACIÓN, PREFIEREN REGRESAR A SUS PAÍSES
El analista migratorio, señaló que el migrante en tránsito que fue explotado en Honduras se resentirá por el maltrato recibido, sobre todo los venezolanos quienes sufren los peores atropellos por ser los que manejan más los dólares para poder subsistir y trasladarse por la ruta migratoria de cada país.
Los migrantes que no cuentan con suficientes recursos económicos se ven obligados a pedir dinero en las calles o vender dulces para lograr unos cuantos lempiras para seguir su destino a Estados Unidos.
No obstante, también hay muchos niños y mujeres que se ven obligadas a dormir en las calles expuestos a todo un universo de peligros ocasionados por la delincuencia, solo deseando poder regresarse a sus países si es que ya no es posible llegar al país del norte.
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“En esta travesía gracias a Dios no nos ha pasado nada, pero aquí estamos todavía (en Honduras). Nosotros no estamos aquí porque queremos, sino por la necesidad, pero si nos ayudan, por lo menos quisiera regresar a mi país porque ya esto es mucho, hay gente que a veces nos ayuda, pero también otros nos ven feo como si fuéramos unos bichos”, dijo una migrante anónima a un medio local mientras descansaba en una calle de Comayagüela con una amiga y sus niños.
