Por: Asael Barahona
Tegucigalpa.-Doce años después de haber sido derrocado, Manuel Zelaya Rosales retornó al poder bajo la figura de su esposa Xiomara Castro, a quien el pueblo hondureño le otorgó la potestad de dirigir la nación, pero su esposo resalta con una autoridad que se percibe superior a la figura presidencial, pese a ser ungido como asesor.
A pesar de que Castro está por cumplir cinco meses de haber asumido la presidencia de Honduras, las controversias en su administración siguen exponiéndose incluso de sectores afines a ella, que ubican a su esposo como una figura que empaña su accionar.
Zelaya, quien fue derrocado por un golpe de Estado el 28 de junio de 2009, por pretender efectuar una consulta popular para la instalación de una Asamblea Nacional Constituyente, se ve encumbrado y actúa como redentor de las dificultades que enfrenta el gobierno.
El expresidente Zelaya, quien es el coordinador del Partido Libertad y Refundación (Libre) convirtió prácticamente Casa Presidencial en sede del partido oficialista para solucionar crisis internas o abordar temas a pesar que Libre cuenta con su propia sede, además toma las riendas de asuntos nacionales por encima de ministros, incluso vota en resoluciones de Consejo de Ministros, acciones que no corresponden a un asesor.
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“Un gran problema que estamos viendo es mucho nepotismo, no es solo Xiomara la que gobierna, sino que está la figura de Mel Zelaya y no fue por Mel que votamos. Este pueblo confiamos en ella, pero vemos que hay reuniones donde está Mel, su hijo y la figura importa. No podemos dejar que esa figura con Mel del hombre atrás de la gran mujer. Ella necesita fortalecerse más en su papel como lideresa”, cuestionó la feminista, Jessica Sánchez.
Inclusive, el designado presidencial Salvador Nasralla, quien conformó una alianza política junto a Castro para derrotar al conservador Partido Nacional, se ha declarado marginado del gobierno y constantemente deja entrever que “un asesor tiene más poder” que un designado electo por el voto del pueblo.
Los mismos diputados del Partido Libre aseguran que “quien gobierna es Manuel Zelaya” como lo aseveraron recientemente los diputados Marco Eliud Girón y Beatriz Valle, cuestionados por ser parte de la facción de diputados disidentes del partido rojinegro.
“El pueblo hondureño quiere ver gobernar a la persona que nosotros elegimos, nosotros elegimos a la presidenta Xiomara Castro, la queremos ver gobernar no como si la tuvieran escondida. No tenemos acceso a la presidenta ni la hemos visto, necesitamos que nuestra presidenta gobierne, que Mel Zelaya esté como asesor, pero no en Casa Presidencial”, declaró recientemente Girón.
A esta postura se suma la diputada del Partido Salvador de Honduras (PSH), Ligia Ramos, quien cuestiona a Castro de mantener una presencia opaca pese a ser ella la presidenta de Honduras y no el asesor.
“Estoy profundamente decepcionada. Yo aposté por la presidenta Xiomara Castro, luché mucho para que ella llegara a ser presidenta, todavía quiero tener y darle un espacio para ver si ella toma, en algún momento, el mando de este país””, dijo Ramos en un Twitter Spaces de a Criterio.hn.
La diputada amplió “como mujer, me siento muy confrontada con el Ejecutivo, siento que no escuchan, hay una campaña para bajar el liderazgo de las mujeres”.
Añadió que no se puede ocultar la realidad que es el esposo de la presidenta quien aborda a los congresistas que desean sostener reuniones con Castro para abordar temas de trascendencia. Eso ella lo experimentó.
“Si ella no se da cuenta, nuestra presidenta por quien nosotros votamos, y no toma las riendas de su gobierno, vamos a fracasar”, advirtió.
La invisibilidad de Castro ha sido evidenciada en público por algunos funcionarios de su entorno y diputados, como lo comentó Jessica Sánchez en el Twitter Spaces de Criterio.hn del pasado miércoles, cuando apuntó que el secretario de Salud, Manuel Matheu, insistió en varias ocasiones en un medio televisivo que las disposiciones las daba Zelaya.
El señalamiento de Sánchez cobra fuerza cuando desde este medio de comunicación se ha entrevistado a algunos funcionarios y estos exteriorizan de manera espontánea que es Zelaya quien, en muchas ocasiones, les da los lineamientos para sus ejecutorias.
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MEL ZELAYA, “UN MAL NECESARIO”
A juicio del analista político Raúl Pineda, Manuel Zelaya “es un mal necesario en un gobierno” que podría ser una “buena influencia” para Castro en función de su experiencia como exgobernante del país y ese “especie de olfato al peligro”, sin embargo, señala que si continúa o asume el poder tras el trono “le va a hacer demasiado daño” al gobierno de su esposa.
“Si ejercer un rol protagónico le va a hacer mucho daño, si lo hace desde un papel modesto puede serle de utilidad”, agregó.
Similar valoración tiene el sociólogo y catedrático universitario, Armando Orellana, que ve en Zelaya un liderazgo que “genera apoyo y ayuda” al dificultoso gobierno que debe llevar Castro tras doce años de dictadura del conservador Partido Nacional.
Orellana considera que sectores de oposición ven a Zelaya como una figura “de estorbo o que puede direccionar al gobierno hacia otro giro”, pero a su juicio puede ayudarle a tener coordinación.
“Existe una campaña para usar a Mel Zelaya como el elemento que distorsiona al gobierno, pero creo que, en vez de restarle, implica darle experiencia al gobierno, le da un sustento que puede generar cohesión”, dijo.
Contrario, el analista Olban Valladares expone que la figura de Zelaya afecta enormemente al gobierno de su esposa debido a que sus apariciones son pocas con relación a las de Zelaya. “Él puede figurar tras bambalinas apoyando a su esposa, proponiéndole algunos caminos”, reflexionó.
“El pueblo acudió a las urnas con un objetivo muy claro, llevar a doña Xiomara a la presidencia de la república, el pueblo está demandando tantas ofertas que hizo. Todavía hay tiempo y el expresidente Zelaya tiene que ser extremadamente prudente, a la gente no le simpatiza que aparezca en reuniones de ministros en usurpación de funciones”, concluyó.
El gobierno de Xiomara Castro ha sido cuestionado por la aprobación de una amnistía que ha favorecido a exfuncionarios del gobierno de Zelaya acusados por actos de corrupción, entre estos el exministro de la Presidencia, Enrique Flores Lanza y el ex subgerente de la Empresa Hondureña de Telecomunicaciones (Hondutel), Marcelo Chimirri, quien es pariente cercano a la presidenta.
La amnistía, que ha sido catalogada como un pacto de impunidad, se atribuye a la influencia que Zelaya ejerce sobre su esposa, de hecho, varios de los funcionarios del nuevo gobierno ostentaron cargos de relevancia en el llamado gobierno del Poder Ciudadano (enero 2006-junio 2009).
Entre los funcionarios de la administración Zelaya, que han sido ungidos por Castro, se encuentra la ministra de Finanzas, Rixi Moncada; el secretario de Transparencia y Anticorrupción, Edmundo Orellana Mercado; la ministra de la Mujer, Doris García; la presidenta del Banco Central de Honduras (BCH), Rebeca Santos; el presidente de la Comisión Nacional de Bancos y Seguros (CNBS), Marcio Sierra; el comisionado presidencia contra las ZEDE, Fernando García, el director del Instituto Nacional de Formación Profesional (Infop), Fredis Cerrato; el director del Instituto Nacional Agrario (INA), Francisco Fúnez.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas