Honduras entra a una era cultural interesante

Liderazgos de Honduras prefirieron la negociación en vez del combate: Julio Escoto

La revolución francesa jamás pidió permiso, la revolución norteamericana de 1776 es modelo de agresividad inteligente. O como afirmó el político español Pablo Iglesias, “la crisis terminará cuando el miedo cambie de bando”, o sea cuando las bombas lacrimógenas viajen al revés, a sus lanzantes

Por: Redacción CRITERIO.HN

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Tegucigalpa, Honduras.- Uno de los escritores más destacados y trascendentes de Honduras, Julio Escoto, nacido en la San Pedro Sula, al norte de Honduras, el 28 de febrero de 1944, con estudios avanzados en Literatura tanto en el interior del país, como en EE. UU y Costa Rica, con una amplia experiencia en la docencia y la comunicación, conversó con Criterio.hn sobre algunos puntos de vista políticos, filosóficos y prácticos, en un condensado corto pero recomendado, en contraste con algunos problemas que aquejan al país.

Escoto, que en los últimos años se ha destacado como columnista y director de la biblioteca de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de Sula (Unah-VS), fue consultado por Criterio.hn acerca de la avalancha de información mediática, las consecuencias de la pandemia, el manejo de la misma, los liderazgos actuales, la ética y las posibles salidas que tiene Honduras para emerger del atolladero.

CRITERIO (C): En Honduras vemos cómo cada día surge un tema mediático nuevo. Un día vemos caravanas de migrantes; otro día, escándalos de corrupción por Invest-H; un día vemos preso a Marco Bográn y al siguiente, que se defenderá en libertad; un día escuchamos sobre escándalos de narcotraficantes o lavadores de activos mencionados en Cortes de Nueva York y al siguiente día, cómo se involucran en partidos políticos en Honduras; vemos cómo se despedaza la soberanía del país mediante las Zonas de Empleo y de Desarrollo Económico (ZEDE) y en la misma semana se retoman discusiones sobre reformas electorales en el Congreso Nacional, ¡perdóneme por meterle tanto tema en un solo enunciado!, pero quisiera que, por favor, ante ese contexto que le describo, me ayudara con las siguientes interrogantes

¿Qué cosas a su juicio son las más importantes para que no perdamos el enfoque ante tanta desgracia junta?  

JULIO ESCOTO (JE): En esencia no perder de vista el magno objetivo, cual es corregir la desviación política injustamente absurda e inhumana que se ha hecho con el país, y volver a la práctica de ciertos principios básicos del sistema democrático nítidamente condensados en el famoso apotegma “del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”. Es lo urgente. Aceptar y racionalizar ese principio va a permitirnos clarificar propósitos, manejar conceptos de tiempo y de los procesos necesarios para lograrlo, comprensión de que, a su propia escala y esfuerzo, cada quien puede contribuir al gran objetivo; Fortalecer comunalmente el deseo de volver a la patria a su rumbo correcto nos facilitará identificar a los culpables de esa incorrección y deterioro. Las siguientes tareas, que son las de cómo reconstruir al país, en qué línea reorientarlo vendrán tras recomponer lo que por cien años ha estado haciéndose mal con la república.

 (C) Honduras pasó antes por desastres naturales que afectaron su economía e infraestructura, pero ahora afronta una pandemia con un gobierno cuestionado, ¿cuál es su opinión sobre el manejo de la pandemia en Honduras, tanto en lo referente a la salud como en aspectos de transparencia?

(JE) El país ha tenido muchas, múltiples crisis en su biografía y también epidemias y pandemias. En la de 1895 (viruela) en la costa Norte y de fiebre amarilla (idem) en 1905 se ve la urgencia, preocupación y necesidad de recursos que tenían los líderes o guías del país. Los documentos de entonces muestran a las corporaciones municipales desesperadas por detener la epidemia, generando medidas sanitarias conocidas o experimentales e incluso haciendo uso de mitos para devolver la situación a la norma (contratar garínagu, por ejemplo, por suponerlos inmunes a la fiebre amarilla). No se ve, en ninguno de los casos, que haya robo, desfalco, corrupción o aprovechamiento de los caudales públicos para beneficio personal pues la visión era intrínsecamente humanitaria.

En el caso de 2020, adicional a un mal manejo técnico de la pandemia (se empodera a políticos en funciones que corresponden a científicos de la medicina) y a errores obvios que pudieron ser impedidos, el robo es descarado. El gobierno entero, desde la asamblea representativa al ejecutivo y el poder judicial se confabularon para robar recursos del Estado, lo que no es solamente un delito en el área de la justicia sino también un horror en el de la ética ya que sus actos causan, provocan y facilitan muerte de ciudadanos.

Lo que está ocurriendo hoy en Honduras es un crimen de lesa nacionalidad, un acto cruel deshumanizado y un irrespeto absoluto hacia las personas, es decir los ciudadanos.

(C) Se han visto cómo algunos sectores han caído en calamidad doméstica, vendedores independientes, abogados, entre otros. La reciente caravana fue un grito desesperado de auxilio ¿puede visualizar usted el escenario de las condiciones en las que quedará el país cuando esto pase?

(JE) En desastre, es la única visión que se concibe. Al país lo está arrastrando y sepultando un tsunami de inmoralidad, la capa con cieno de vergüenza sólo podrá lavarse de una manera y que es reconstruyendo la estructura gubernativa del país en totalidad. Y ello implica, a su vez, sepultar políticamente a los responsables no sólo en la cárcel sino igual en la historia, exiliarlos para siempre del juego político, declararlos parias de la democracia.

Yendo más allá del simple enunciado, deberá castigarse no sólo a personas sino a instituciones: al partido Nacional, a la cámara congresional que permitieron este deterioro, a las Fuerzas Armadas que lo consintieron.

Y luego habrá que poner a trabajar a las mejores mentes para que, lejos del neoliberalismo fracasado y agotado, conciban y desarrollen la mejor planificación de reforma cívica, económica, política y cultural, una tarea que va a ocupar, para el éxito, lo menos treinta años. Pero así ocurrió exactamente en Noruega, en Dinamarca, en Francia, en España, en los países ahora desarrollados que vienen desde el caos medieval hacia el futuro y su postmodernidad.

(C) Después de ver que venimos viviendo en una democracia fallida, que se hizo más evidente desde el golpe de Estado de 2009 y los fraudes electorales de 2013 y 2017, ¿cómo ve el camino de las elecciones de 2021 en Honduras?

(JE) Obvio que las mismas reglas inducen al mismo juego y que si no hay una moderna ley electoral a la sociedad sólo le quedarán dos alternativas para sobrevivir: someterse de nuevo a la humillación o terminar de entender lo que ya predijo un sabio inglés: que no habrá cambios mientras no haya más violencia. “La razón de que en América Latina no haya más democracia efectiva” advirtió “es porque no ha habido suficiente violencia”, es decir porque los pueblos han sido pasivos o apaciguados, lentos, sufridores y permitidores. Lo que vamos a decidir en las elecciones próximas no será, en el fondo, si elegimos como funcionarios a éste o a aquellos sino el camino último que va a llevarnos al repetido sometimiento o a la liberación del predominio de los ladrones en el Estado. Es una situación histórica extremadamente grave, hay que verla como es.

(C) Usted ha dedicado tiempo al estudio de la ética y a escudriñar a los héroes y próceres de Honduras, ¿cómo evalúa a la sociedad hondureña y a los liderazgos políticos y sociales contemporáneos?

(JE) No muy bien. Y eso en esencia porque la sociedad se tornó excesivamente permisiva ante el abuso de sus derechos y porque los líderes privilegiaron el arte de la negociación que el del combate. La mayor parte de políticos nacionales siguen creyendo en el diálogo (en burladas “mesas de diálogo”), olvidando que los poderes fácticos, oligárquicos y reales únicamente dialogan con la fuerza. A pocos días de distancia está el ejemplo de Costa Rica: el presidente sólo anunció el retiro de su plan de endeudamiento con el FMI tras que se lo derrotó en las calles. La revolución francesa jamás pidió permiso, la revolución norteamericana de 1776 es modelo de agresividad inteligente. O como afirmó el político español Pablo Iglesias, “la crisis terminará cuando el miedo cambie de bando”, o sea cuando las bombas lacrimógenas viajen al revés, a sus lanzantes. Convenzámonos, es la verdad, esta no es una inocente o ingenua aventura política sino el desafío entre corrección humana y maldad. La maldad, enseña la historia, nunca anida en brazos del pueblo.

(C) Así como soñaba Eduardo Galeano y Martin Luther King con mundos diferentes, si usted, Julio Escoto, pudiera imaginarse cómo encarrilar a Honduras en la senda correcta para salir del subdesarrollo intelectual, económico y político, ¿cómo sería ese sueño? ¿en dónde podemos poner nuestras esperanzas los hondureños?

(JE) Es que es bien sencillo, no hay que complicar la mente para comprender la correcta dirección del desarrollo humano. El antes llamado “Estado de bienestar”, vigente hasta más o menos 1990, cuando entra el neoliberalismo, partía de un concepto elemental: si las riquezas de un país pertenecen a toda la sociedad, la primera en beneficiarse de ellas tendrá que ser esa misma sociedad. Y entonces la política consistía en lograr que las concesiones, exenciones, regalías que se otorgaban a empresas extranjeras (en minas, construcciones, plantaciones) generaran tanto dinero por impuestos y similares, que con ello se pudiera edificar escuelas, hospitales, carreteras, viviendas para la población. Un sueño que no siempre se cumplió pero que no por ello es utópico. Hay pueblos del orbe que lo lograron.

Pero con el neoliberalismo la visión cambió y se propuso que para generar más dinero se privatizara los servicios sociales del Estado y que ahora la salud iba a ser manejada por la empresa privada “por ser más eficiente”, la escuela pública pasaba mejor a negocios (escuelas, colegios) privados, y así ad nauseam, ya que ello produciría un “derrame” de riqueza, como en un vaso lleno. Es decir que los negocios particulares harían tanto dinero y pagarían tantos impuestos que el Estado sería feliz y cumpliría con sus obligaciones constitucionales. Fue sumo engaño, jamás sucedió en ninguna parte, ni en Chila ayer alabado país neoliberal y hoy pantalla de pobreza escondida. Los ricos siempre quieren ser millonarios, y los millonarios multimillonarios, y los multimillonarios los más ricos del mundo. La ambición humana es inagotable e incansable.

Así es que si deseamos reordenar la vida nacional y generar que el Estado se responsabilice de sus obligaciones la receta no es hacerlo ni más pequeño ni más grande sino lo más eficiente. No se trata de aplastar a la empresa privada sino de hacerla socialmente responsable. No es robar a los ricos sino hacerlos que retornen a la nación algo del usufructo de los beneficios de que han gozado. No se trata de desaparecer a las fuerzas armadas sino de transformarlas en agentes policiacos para productivos y no sólo sedentarios en sus cuarteles. Y particularmente se trata de construir un país con dignidad, sin venderlo, hipotecarlo ni prostituirlo como ha hecho, para nuestro lamento, ojalá temporal, el neoliberalismo, que por ello está condenado históricamente a desaparecer.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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3 comentarios

  1. Definitivamente, solo las mentes amplias y lúcidas deberían mínimo, ser asesores de los administradores de Estado, pero, no es conveniente para los políticos vernáculos por que, no son manipulables.

  2. La entrevista de Julio Escoto debería ser la cartilla para que aprendan los políticos sobre claridad mental, nacionalismo, principios y valores por encima de rígidos y dogmáticos marcos ideológicos y partidistas.

  3. Ingrese a la UNAH en 1973 matriculado para medicina , en 1979 cambie el bisturí por el arado , mis excondiscipulos me dijeron loco , a lo que replique cuestionandolos , ? Cuál es la enfermedad más grabé en Honduras ? Hubo distintas persepciones ninguna acertada , CONTUNDENTEMENTE afirmé ,!! Es el hambre !! En la postpandemia crecerá aún más este ayuno a la fuerza de docenas de cientos de Miles de compatriotas . . . » la historia de Honduras se puede escribir en una lágrima de una niña con hambre » . . . ,Como dijera Rafael Heliodoro valle . El bien estar del Homo Hondureñensis es todavía , una esperanza , NO estamos conformes con nuestras viejas formas de lucha y aspiramos CONQUISTAR nuestro DESARROLLO HUMANO INTEGRAL ANTROPOCENTRICO , aprovechando nuestros recursos patrimoniales locales regionales y territoriales , construyendo diversos y variados ACTIVOS generadores de flujos positivos de ingresos de manera SOSTENIBLE ECOLOGICA PERMACULTURAL BIODINÁMICA , con Empresa de una Nueva Economía, Social Solidaria Comunitaria , real NO ESPECULATIVA .