Traspaso del poder en Estados Unidos

La elección en Estados Unidos y el interés nacional

Contra Trump, o sobre por qué y cómo debemos ingerir en la elección de los EUA

Alianza

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

                                    a Tito Meza, mi líder en Boston

Difícil renunciar al placer vicario de ver que, aunque los rusos ayuden a Trump y por su lado, los chinos a Biden, ambos les dan un poco de su propia medicina. Los gringos se preocupan mucho hoy por esa interferencia extranjera en sus comicios, aunque hace rato intervienen en los nuestros rutinaria y descaradamente y cuando no basta intervenir, consagran fraudes.

No olvidemos ni por un segundo que no es un problema personal con Trump, ni son solo los republicanos radicales, sino la torpe hegemonía estadounidense que pretende determinar en última instancia, y por lo mismo, cancela nuestra democracia. Aquí, los demócratas han socavado a gobiernos legítimos, porque fueron interpretados como amenazas, el caso más reciente es el de Mel. Y han impuesto regímenes autoritarios como el de D’aubuisson y el de JOH, arguyendo no tener alternativa, aunque esta vez fue Trump ¡quien sigue exaltando al tirano, aun cuando ya está redactado el requerimiento fiscal!

Y a la vez que Trump llama a Honduras país letrina, ocultando que fue él quien nos usó como tal, nos impone gobernante corrupto y luego nos castiga por tenerlo, reflexionaba antier mi amigo A.

Lo que resulta doblemente irónico, cuando nos insulta un presidente estadounidense corrupto, que usa su cargo para inducir la persecución de sus opositores, para propiciar el alquiler de sus hoteles y para hacer campaña desde la Casa Blanca. Un tipo acusado por su sobrina carnal de ser un psicópata, por su abogado personal, de ser impostor y tramposo, y por sus propios funcionarios encargados y el cronista testigo de mentir en forma esquizofrénica sobre la pandemia. Aunque al voto duro de Trump no le importa nada y un diputado de la extrema derecha escandinava lo acaba de proponer para premio Nobel de la Paz. ¿Puede ser?

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Si bien sigue perdiendo terreno en las encuestas por el escándalo de la pandemia, un par de modelos matemáticos le siguen dando altas probabilidades a su reelección. Y en los estados problemáticos, los abogados tratan de incidir para contener el voto de castigo. En todo caso, la posible reelección de Trump dentro de menos de dos meses está suspendida en el aire recalentado de septiembre.  Y hay varias razones por las que estas elecciones deberían preocuparnos…

Las que preocupan no son -por cierto- las razones morales. De exclusiva incumbencia de los estadounidenses, si creemos en la autodeterminación de los pueblos. Si reelección de Trump amenazara solo a EUA, les incumbiría solo a ellos, y es a ellos que les toca salvarla, si las elecciones inminentes -como ha dicho alguien elocuentemente-, son una batalla por el alma de EUA. A nosotros, nos incumben más bien en primer término las repercusiones de la eventual reelección sobre la condición material de USA, la rapidez con que se reencausarán sus energías, y se normalizan sus mercados, hoy entregados a la especulación revuelta, favorita de Wall Street, a quién beneficia.

Ya contuvo Trump nuestra exportación de los más pobres. Para toda la región, el reacomodo de la economía estadounidense ante la crisis podría hacer desaparecer la demanda de lo que no fuera materia prima estratégica, no digamos la manufactura barata, las frutas tropicales y los postres.

La condición material de los EUA además nos importa porque solo de ahí puede provenir –al menos, en la próxima generación-, el tipo de capital para la inversión de calidad que necesitamos. (No hay sustituto ni atajo. Al demonizar al capital que no tenemos, la izquierda olvida que es un ingrediente indispensable de la ecuación del desarrollo como entendía Karl. La única alternativa a la inversión de capital es la servidumbre, es decir, lo que tenemos aquí ahora, cuando pagamos a los obreros, solamente lo que necesitan para sobrevivir, o la esclavitud forzada que usó Stalin para despegar la industrialización soviética. Para el desarrollo de infraestructura estratégica y transferencia de tecnología, se ocupa el pisto, y nadie más lo tiene en suficiencia.)

Sería mejor que EUA cooperase con otros interesados, para financiar un desarrollo latinoamericano. Hubiera podido ocurrir bajo Sanders, y aún pudiera bajo Harris, pero mientras gobierne un D. Trump que no entiende cómo es, ni lo que significa América Latina, eso no va a suceder, y es imposible que EUA juegue aquí un rol desarrollador. No quiere compartir los réditos y las materias primas, ofrece financiamiento solo para aventuras abusivas o extractivas y sus aliados no están dispuestos a retar su hegemonía y desafiar el gruñido de Trump.

Tendría que preocuparnos también la degradación ambiental provocada por la política energética de EUA, libertina bajo Trump, quien renuncia a los tratados, vistos como trampas y promueve la energía sucia más barata que más rédito da a sus padrinos petroleros. Porque los centroamericanos ya fuimos en las últimas dos décadas y vamos a seguir siendo, por nuestra ubicación en el trópico ístmico, de los más afectados. El calentamiento nos ha traído más huracanes mortíferos, aumentos cancerígenos de la temperatura, sequías e inundaciones, que redundan en erosión y desertificación, al tiempo que aumenta los niveles del mar. Y ese deterioro ya impulsó un desplazamiento y expulsión de la población rural que intentaba migrar. Y amenaza con ser catastrófico en un plazo corto.

Finalmente tenemos que preocuparnos por la reelección de DT cuando su demencial política exterior, su denuncia de tratados internacionales de control de armas, su guerra comercial y marítima contra China, sus enfrentamientos gratuitos en Siria, sus pregonados asesinatos de líderes de países con los que no está en guerra, y sus aventuras en Turquía y Venezuela, arriesgan la paz y la estabilidad con que ha crecido el comercio mundial por décadas y auguran una reversión de esa dinámica.

Aunque manifieste abismal desprecio por los caídos que dice son perdedores, Trump ha seguido enviando a jóvenes soldados estadounidenses (y no discrimina razas ni proveniencia) al Medio Oriente, ha abrogado dos tratados internacionales de desarme, ha destinado trillones de dólares a modernizar armas nucleares, y ha creado una nueva rama de armas espaciales ¿para protegernos contra alienígenas agresivos? (¿The dudes are coming?) Trump, tiene más poder personal que ningún otro loco vivo.

Con su camaradería con Kim Jong-un de Corea, sus exaltaciones de Erdogan y de Duterte, de Duque, Bolsonaro y JOH, Trump podría deslizarse en la cáscara de plátano de cualquier provocación, y volver inevitable, o desatar una tercera guerra que sería una hecatombe. En el pasado, a Honduras, las grandes guerras le han costado menos que las Proxy de EUA, le han costado poco esas grandes guerras a los propios EUA que nunca fue campo de batalla, jamás sufrió bombardeo o pérdida de vidas civiles. Esta vez ¡nadie se salvaría! Y lo que sobreviviera se devolvería a una etapa preindustrial, que no precisaría del comercio o los derechos.

Por lo demás, los encargados de rescatar nuestra república somos nosotros. Y no es cierto que seamos impotentes. Los Estados Unidos no son los obstáculos primordiales a nuestro avance, sino la elite desarraigada y alienada y la política gringa, no explica nuestro estancamiento sino la falta de política latinoamericanista.  No necesitamos permiso para proponer. De hecho, los gringos buscan tener amigos, sensibles a sus necesidades, claro, y mientras no afecte a sus intereses estratégicos, les importa poco la ley de la tierra, el signo, el modelo.

A mí ya no me invitan como otrora a la Embajada, a votar. Pero tenemos un millón de compatriotas viviendo en EUA muchos con derecho y acceso al padrón electoral.

Para interferir, otros dan dinero, los rusos usaron sus aparatos de inteligencia, los chinos están usando tick tok y una nueva tecnología digital. Nosotros debemos suplicar a nuestros migrantes ¡que voten contra Trump! ¡Qué, a Biden, quizás lo sobreviviríamos! Nunca se sabe, hasta después. Pero muy difícilmente a Trump.

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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Un comentario

  1. Baiden es más de lo mismo de Barack y Clinton, además, sindicado de corrupto y títere de los dueños del mundo: El Orden Mundial