Tegucigalpa.-Una delegación de jóvenes hondureños garífunas residentes de la ciudad de Nueva York, abogará ante miembros del Congreso de los Estados Unidos para lograr un cambio de políticas migratorias a favor de los centroamericanos.
La delegación hará la visita al Congreso del 11 al 13 de abril en Washington, D.C., con el propósito de buscar oportunidades para que los jóvenes centroamericanos puedan alcanzar una vida digna en sus países y no se vean forzados a migrar debido a la violencia y pobreza endémicas de estos países.
Los jóvenes son miembros de la Organización Negra Centroamericana (ONECA) y de Casa Yurumein, instituciones miembros de Alianza Américas.
La representación busca resaltar la realidad de la comunidad garífuna, cuya lucha en la defensa de sus tierras ha generado represión estatal y es otro factor que contribuye a la expulsión de jóvenes de la región. Según Naciones Unidas, entre 2008 y 2016 al menos un menor de edad fue víctima de homicidio en Honduras. El mismo organismo consigna que el 74% de los niños y jóvenes hondureños viven en hogares pobres.
En el grupo hay personas que han huido para poner a salvo sus vidas. Nelson, de 18 años, y Karen, de 17. Nelson quiere convertirse en chef y compartir sobre la cultura garífuna a través de la comida. «Desde que era niño he sido bueno creando cosas con mis manos», confiesa. «Algún día quiero ser dueño de un restaurante, un lugar donde pueda inspirar a otros niños para que se queden en la escuela».
Nelson se separó de su madre por más de tres años, cuando ella migró a los Estados Unidos, buscando un mejor futuro para él y sus tres hermanas «Quería estar con mi madre, fue un verdadero desafío lograrlo sin mi madre, la extrañé», dice Nelson recordando su vida en Limón, Colón.
Por su parte, Keyla encontró respaldo en Casa Yurumein, en el corazón del sur del Bronx. En 2014, escuchó de Miss Garífuna, un concurso de Casa Yurumen dirigido a que niñas aprendan el idioma, la música, la danza, el vestuario y la espiritualidad garífuna. Todas las participantes representan con orgullo la ciudad en la que ellas o sus padres nacieron: “¡Me conecté de inmediato con el mensaje de Miss Garífuna, me sentí más orgullosa de mi herencia, de representar a Tela en el Bronx!», dice.
Keyla se preocupa y se siente triste al saber que otras jóvenes y mujeres como ella, que buscan asilo, están experimentando violaciones de derechos humanos en el corredor migratorio. «Tengo suerte de haberlo hecho sin mayores problemas, pero otras son violadas, asesinadas y sus sueños de una vida mejor no se harán realidad. Es por eso que estoy comprometida a ser una líder y es por eso es que apoyo el trabajo de Casa Yurumein», dice Keyla, que desea convertirse en abogada de inmigración para apoyar a otros que necesitan representación legal.» También quiero crear más apoyo para que las mujeres puedan superar el temor a la violencia, todo tipo de violencia contra la mujer».
La delegación de jóvenes solicitarán acciones urgentes desde el Congreso para que EE.UU. retome sus valores de protección a refugiados y revertir el bloqueo actual de la administración Trump. El año pasado, el gobierno estadounidense no logró cumplir ni siquiera la mitad de su meta histórica de 45,000 admisiones de solicitudes de refugio y para el 2019 estableció un límite histórico de 30,000.
Los jóvenes también incluyen en su agenda abogar por soluciones permanentes y protección inmediata para sus familiares y amigos beneficiarios del Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), Acción Diferida para lo llegados en la Infancia (DACA), y mostrar solidaridad con titulares liberianos de Salida Obligatoria Diferida (DED).
En la delegación también participará Mirtha Colón, reconocida activista por los derechos de la población garífuna hondureña, presidenta de ONECA y secretaria de la junta directiva de Alianza Américas.
