Tegucigalpa. – Los femicidios en Honduras avanzan rápidamente, haciendo crecer los datos de los observatorios de la violencia, en los 10 meses del año se observa una montaña rusa que sube y baja en el número de muertes violentas contra mujeres, registrando un total de 240 casos.
La violencia contra las mujeres es un continuo, el cual empieza con violencia física y psicológica, pero ambas se van agravando hasta llegar al femicidio, como una de las causas ante la falta de abordaje integral de las violencias hacia las mujeres.
De acuerdo a los datos recolectados a través del Observatorio de Violencias contra las Mujeres, el cual se encarga de monitorear la prensa escrita y multimedia a nivel nacional, el reporte de muertes violentas de mujeres aumentó hasta el 31 de octubre a 240.
Jinna Rosales, fundadora de Acción Joven dijo a Criterio.hn que, como parte de las organizaciones de mujeres y feministas existe una enorme preocupación debido al aumento de los femicidios, pero también por la permisión de un sistema de justicia apagado por la impunidad.
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“Si bien es cierto, se hicieron promesas políticas para poder alimentar y fortalecer el proceso de justicia en relación a la violencia hacia las mujeres, pero hasta ahora no hemos tenido alguna respuesta”, señaló Rosales.
De igual forma, en su informe digital el CDM destacó que hasta el 28 de septiembre de 2022 se han efectuado 38 homicidios múltiples o masacres, arrebatando la vida de 139 personas, entre ellos 124 hombres, 13 mujeres y dos personas integrantes de las poblaciones LGBTIQ+, pero no identificaron su identidad de género.
La dirigente del Movimiento de Mujeres Por la Paz Visitación Padilla, Merly Eguigure, consideró en conversación con Criterio.hn que lo que está ocurriendo es que la política de seguridad todavía no incluye a las mujeres como sujetas activas de la misma. La defensora de los derechos de las mujeres, expresó que parece ser que las mujeres no son el centro de las políticas de protección a la vida.
“Leí hace poco que la viceministra de Seguridad (Julissa Villanueva), presentaba unos datos donde decía que habían disminuido los femicidios, pero indistintamente que hayan disminuido el país siempre está en deuda con las mujeres, en este caso, el gobierno está en deuda con las mujeres”, sostuvo Eguigure.
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CRIMEN VE A LAS MUJERES COMO EL BLANCO MÁS FÁCIL
Según los datos acumulados por el Sistema Nacional de Emergencias 911, al culminar agosto de 2022, registraron 31,810 denuncias por violencia doméstica y 50,351 denuncias por maltrato familiar, antes conocido como violencia intrafamiliar.
Sin embargo, las estadísticas serían todavía mayores, pues durante varios días de agosto el servicio del 911 fue suspendido por supuestos problemas de contrato.
Otra situación alarmante que destacó Rosales, es que, en los últimos meses del año, los homicidios van en aumento producto de toda la violencia generalizada y estructural que se da tanto en Honduras como en toda la región centroamericana.
En esta temporada, existe una mayor tendencia al crimen organizado, la extorsión, siendo mensajes latentes también para las autoridades y toda la ciudadanía respecto a que la población femenina tiende a ser el blanco perfecto de la violencia.
Casi a diario ocurren muertes violentas de mujeres y femicidios, pero esos casos pasan sin que las autoridades de investigación y justicia les den mayor seguimiento y mucho menos una resolución.
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De esa forma, Rosales apuntó que, al ver ese contexto, desconoce realmente cuál será el plan para poner freno a los femicidios y, sobre todo, en qué etapa se encuentra ese proceso actualmente.
En 2021 el observatorio del CDM registró un total de 342 muertes violentas de mujeres, mientras que en 2020 fueron un total de 278.
“Me imagino que para diciembre de 2022 vamos a tener un alza de más de 300 casos de femicidios”, lamentó Rosales.
Con solo un caso en el cual se conoce que una mujer ha sido asesinada -agregó Eguigure-, es obligatorio realizar una investigación y dar respuesta de parte de la justicia, siendo esta una deuda en responsabilidad del Estado en la falta de prevención de los femicidios.
