Gobierno transforma Fuerza Anti Maras y Pandillas

Gobierno transforma Fuerza Anti Maras y Pandillas, creada por JOH, como estrategia para enfrentar crimen organizado

Tegucigalpa.- Honduras enfrenta una ola de violencia orquestada por estructuras criminales y responde, según analistas en temas de seguridad, a la caída del régimen que instauró el exgobernante Juan Orlando Hernández que maniató a las instituciones del Estado que se convirtieron, en cierta manera, en cómplices del crimen organizado, por lo tanto, el gobierno de Xiomara Castro se ha visto obligado a restructurar la Policía Nacional.

Aunque el gobierno de Castro sigue sin definir políticas públicas en materia de seguridad, se han anunciado nuevas direcciones para combatir la criminalidad y violencia como la Policía Comunitaria calificada como la “estrategia estrella” de las autoridades policiales.

En el tema de combate a las estructuras criminales, el gobierno transfiguró la Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas (FNAMP) y dio paso a la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas y Crimen Organizado (Dipamco) que tendrá como finalidad desmantelar las estructuras criminales y no solo dedicarse a enfrentar a los delincuentes que cometen el delito.

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El ministro de seguridad Ramón Sabillón indicó que existe un despliegue operativo que enfrentarán la extorción y otras acciones criminales, pero que “por efectos de proteger la operativización, no las damos a conocer”.

Declaró que la Secretaría de Seguridad trabaja en replantear estrategias de seguridad para combatir estructuras criminales como maras y pandillas.

En 2022, según estadísticas de la FNAMP se han capturado 202 miembros de la estructura Pandilla 18, de la Mara Salvatrucha 79 y de otras estructuras criminales 71; se ha decomisado más de 355 mil lempiras por extorsión, sin embargo, el flagelo continúa en auge, solo en 2021 se recibieron 1,831 denuncias.

Gustavo Sánchez, director de la Policía Nacional, explicó que la Dipamco sustituirá a las FNAMP y será una unidad dentro de la propia institución que permita generar una mayor efectividad en el abordaje de violencia y criminalidad.

“Esta fuerza se convierte en una dirección más de la Policía, se vuelve una institución orgánica dentro de la institucionalidad de la Policía Nacional. Se van afinar estrategias para no solamente tratar la problemática de violencia y criminalidad que genera las maras y pandillas sino todo el abanico de delitos que genera, armonizando la estructura del Estado”, dijo.

El subcomisionado de la Dipamco, Eduardo Lanza, explicó que no se trata de cambiar el nombre de las fuerzas de seguridad, por el contrario, es reestructurarla, reorganizarla y adaptarse a las nuevas modalidades del crimen organizado para enfrentar las estructuras a través de la persecución de los ingresos ilegales.

“No solo es un cambio de nombre, etimológicamente el delito necesita una persecución delictiva, solo judicializando a las personas que cometan este delito sin duda va a bajar la impunidad y las personas van a estar más tranquila ejerciendo una actividad comercial, necesitamos debilitar la estructura a través de los capitales”, agregó.

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Esta nueva dirección fue creada desde el 16 de mayo y está conformada por miembros de la Policía Nacional, agentes de la Dirección de Investigación e Inteligencia del Estado y fiscales de la Fiscalía Especial Contra el Crimen Organizado (FESCCO), quienes de manera conjunta enfrentarán maras, pandillas y otras organizaciones criminales persiguiendo la extorsión, el desplazamiento forzado, enriquecimiento ilícito y el lavado de activos más delitos conexos.

“Es importante el replanteamiento institucional porque esto va a ayudar al país, esta dirección es de reciente creación y no es enfocada de ir solamente a los recolectores de dinero (extorsión) sino también el capital financiero e integrantes que integran y dominan estas estructuras, pero también necesitamos la denuncia de las personas que son víctimas de extorsión, denuncien este ilícito”, exhortó el jefe de operaciones de Dipamco, el comisionado Saúl Espino.

La dirección policial contra maras, pandillas y crimen organizado que extingue la FNAMP opera en las ciudades de Tegucigalpa, San Pedro Sula, El Paraíso, Choluteca, La Ceiba y Comayagua y se espera se abra una oficina regional en el occidente de Honduras, en la ciudad de Copán, región donde el flagelo de la extorsión se extendió.

Al día en Honduras se capturan entre 2 a 5 personas vinculadas a delitos de narcomenudeo, extorsión y miembros de maras y pandillas; hasta 2021 la FNAMP reportó la captura de 9,197 personas solo por el delito de extorsión.

Informes del Instituto Universitario en Democracia, Paz y Seguridad indican que en 2014 se recibieron 1,033 denuncias por extorsión y se ejecutaron 606 capturas; para 2017 se interpusieron mil denuncias y hubo 946 detenciones.

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DE LA FNAMP A LA DIPAMCO

La Fuerza Nacional Anti Maras y Pandillas fue creada, en junio de 2018, por el exmandatario Juan Orlando Hernández, “JOH” como popularmente se le conoce, esta fuerza extinguió la Fuerza Nacional Antiextorsión (FNA), que instauró el expresidente Porfirio Lobo Sosa.

Hernández aprovechó los altos índices de extorsión, tráfico de drogas que tomó apogeo durante su gestión convirtiendo a Honduras en un país productor ya no solo de mariguana también de cocaína sumado al tráfico de armas que constituyó un incremento en las muertes violentas.

La viceministra de seguridad, Julissa Villanueva, reconoce que las estructuras criminales mantienen estrategias para generar caos, temor y desestabilización del nuevo gobierno evidenciando que “Honduras se convirtió en un narco Estado que implica el secuestro institucionalidad y la pérdida del Estado de Derecho” por lo cual aseguró que se está trabajando en la restructuración de las instituciones de seguridad del Estado.

“Apenas tenemos seis meses y estamos claros que tenemos que desarticular toda la institucionalidad que está cooptada”, expresó.

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