Tegucigalpa. Las Fuerzas Armadas de Honduras deben entrar en un proceso de reforma profunda debido que fueron transfiguradas por el expresidente de Honduras Juan Orlando Hernández con la finalidad de convertirlos en su brazo armado que le permitió actuar en detrimento de la nación, afirma la socióloga Leticia Salomón.
Según el ranking del sitio web Global Firepower, Honduras es el segundo país de Centroamérica con el mayor poder militar superado solo por Guatemala. En América, ocupa el puesto 13 y, a nivel global, tiene el puesto 109 de 140 naciones.
La institución militar cuenta más de 24 mil 500 soldados activos y unos 60 mil en reserva. Desde que JOH, como popularmente se le conoce a Hernández, asumió la presidencia de Honduras instauró un plan para otorgarle mayor poderío a las Fuerzas Armadas que, en muchos casos, se inmiscuyeron en actividades del narcotráfico, según la acusación de Estados Unidos contra JOH quien enfrenta un proceso de extradición por narcotráfico.
Según el Centro de Documentación de Honduras (CEDOH), en 2009 el presupuesto del ente militar era de 2,101.3 millones, de los cuales. En 2014, cuando aumentó a 4,551.9 y en 2022 se contempló en el Presupuesto General de la República 9,336.1 millones.
Además, mediante Decreto Legislativo 168-2013 creó la Policía Militar del Orden Público de las Fuerzas Armadas (PMOP) financiadas con fondos de la Tasa de Seguridad y que permitió, en sus inicios, que cinco mil militares ejercieran acciones de competencia de la Policía Nacional siendo la principal flota armada que Hernández utilizó para su proyecto reeleccionista en 2017.
Un informe del Alto Comisionado de las Naciones Unidad para los Derechos Humanos en Honduras (OACNUDH) constató que, tras las protestas en contra de la ilegal reelección de Hernández, al menos 23 civiles fueron asesinados por miembros de las fuerzas de seguridad del Estado.
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Durante su segundo mandato, Hernández facultó a las Fuerzas Armada en tareas correspondientes a entes de sociedad civil e instituciones estatales duplicando funciones y apostando por el control militar. Para el caso creó, mediante Decreto Ejecutivo PCM 59-2019, la Fuerza Nacional de Control de Centros Penitenciarios (FNCCP), conformada por militares, con la justificación de reducir las ejecuciones dentro de las prisiones, pero las masacres continuaron.
Además, creó comisiones interventoras al mando de militares como la de Inversiones Estratégicas de Honduras (Invest-H) que un tuvieron resultado alguno, por el contrario, fueron denunciadas por el Consejo Nacional Anticorrupción (CNA) por proteger los actos de corrupción dentro de las entidades.
También, se le dio facultad de controlar el sector agrícola del país a través del Decreto Ejecutivo PCM 52-2019 creando el Plan de Desarrollo Agrícola de Honduras (PDAH).
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Salomón afirma que Hernández puso un plan para controlar la estructura militar nombrando en los cargos importantes figuras leales a su voluntad que desfiguró el rol de las Fuerzas Armadas valiéndose de la propia Constitución de la Republica que, en su artículo 274, establece que los militares pueden colaborar con las instituciones del Estado.
“La Constitución de la República le otorga a las Fuerzas Armadas asignaciones alrededor de temas civiles como colaborar y apoyar esto significa que siempre deben estar dispuestas a colaborar en cualquier tarea que se les establezca”, detalló.
No obstante, expuso que esto ha deformado el papel de las FFAA que aparentando ser doctores, ingenieros, enfermeros, han administrado instituciones del Estado sustituyendo a las instituciones civiles.
“El exmandatario definió muy bien su concepción; para él era importante involucrar a las Fuerzas Armadas en temas de seguridad… Las Fuerzas Armadas fueron el brazo armado de Juan Orlando Hernández ante la barbaridad de excesos que cometió durante sus ocho años de gobierno”, manifestó.
Por lo anterior, Salomón considera que se debe iniciar un proceso de autorreflexión en la institución castrense “sobre lo mal que se comportaron” y dar paso a procesos profundos de reformas dentro de la institución a quién señaló de ser parte responsable del descalabro que enfrenta la nación centroamericana.
“Las Fuerzas Armadas deben ser colocadas en el lugar que le corresponde en el desempeño central que es la defensa y seguridad del territorio nacional, nada más”, concluyó.
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