Tegucigalpa. – Luego de varios intentos para elegir a la nueva Corte Suprema de Justicia (CSJ), Honduras ya conoció a los 15 magistrados y magistradas que integran este Poder del Estado, quienes tienen la tarea de impartir justicia sin sesgos políticos partidarios, económicos o ideológicos.
Pese a que ocho mujeres integran este Poder del Estado y que sea una de ellas, quien encabece la presidencia, dentro de las organizaciones de mujeres y el movimiento feminista, hay expectativas, dudas y escepticismos.
“No estamos con completa seguridad de que quienes tomaron posición en la CSJ, vayan a representar esos intereses y esas aspiraciones que tenemos desde el movimiento de mujeres y feministas”, expresó Kenia Isabel Paz Guifarro, abogada del Equipo Jurídico por los Derechos Humanos.
En ese mismo orden de ideas, la abogada Claudia Herrmannsdorfer, comentó “el hecho de que la presidencia de la CSJ la ostente una mujer, no asegura que se tendrán decisiones a favor de los derechos de las mujeres”.
Las mujeres que integran la Corte Suprema de Justicia son: por el Partido Libre, Rebeca Lizette Ráquel Obando (presidenta) Sonia Marlina Dubón, Rubenia Galeano, Francisca Villela; por el Partido Nacional, Gaudy Bustillo, Anny Belinda Ochoa e Isbela Bustillo; y por el Partido Liberal, Odalys Nájera.
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CORTE CONSERVADORA
Al ser mayoría de mujeres en la integración de la CSJ se cumple con la paridad de género, una de las exigencias del movimiento feminista en todas las instituciones del Estado.
“Nos alegramos que se cumpla con la paridad de género, que no solo se respetó, sino que la mayoría son mujeres”, expresó Ana Ruth García, coordinadora de Ecuménicas por el Derecho a Decidir.
La feminista y defensora de derechos humanos, Jessica Sánchez, señaló a Criterio.hn que es la primera vez que hay una igualdad numérica, “es un paso adelante en el tema de equidad”.
Sin embargo, las defensoras de los derechos de la mujer coinciden en que esta nueva CSJ no va a garantizar los derechos de las mujeres y niñas, porque son “personas ultra conservadoras y fundamentalistas”, dijo Ana Ruth García.
Ante esta coincidencia, se teme que las magistradas tomarán decisiones y posiciones jurídicas acorde a los principios conservadores de los partidos políticos que representan.
“Son Mujeres que, en su gran mayoría, pertenecen a grupos conservadores” expresó Kenia Isabel Paz Guifarro, al tiempo que auguró que las posiciones jurídicas de los magistrados y magistradas seguirán siendo iguales a las que han tenido las Cortes anteriores, respecto a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
Por su parte Wendy Cruz, de la plataforma 25 de noviembre y coordinadora de la Vía Campesina, enunció “ojalá que estas magistradas no respondan a intereses partidarios, sino que realmente tengan una visión de garantizar el acceso a la justicia de aquellas mujeres víctimas de violencia”.
“No nos importa que sean creyentes religiosos y fanáticos, incluso, lo que nos importa es que legislen en base a las leyes y convenios internacionales”, demandó Ana Lucía Pérez Armijo, feminista y defensora de los derechos de la mujer.
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ESTANCADA LA GARANTÍA DE DERECHOS SEXUALES Y REPRODUCTIVOS
Los derechos sexuales y reproductivos fueron establecidos por el Comité para la Eliminación de la Discriminación Contra la Mujer (CEDAW) y el Comité de Derechos Económicos, Sociales y Culturales (CESCR), de los que el Estado de Honduras ha adquirido responsabilidades.
Sin embargo, las mujeres hondureñas aún no gozan a plenitud de estos derechos y continúan en una constante exigencia.
“La Corte anterior mostró su odio hacia las mujeres, en un país donde se discrimina y se violenta los derechos de las mujeres” denunció Ana Ruth García, coordinadora de Ecuménicas por el Derecho a Decidir.
En términos de garantía de estos derechos, las feministas están conscientes que, aunque, la mayoría de las magistradas sean mujeres no implica que realmente se vele por el bienestar de las hondureñas.
“Ninguna de las magistradas es conocida por su administración de justicia en favor de las mujeres, tendremos que ver su accionar”, destacó Jessica Sánchez.
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), los derechos sexuales y reproductivos implican “que toda persona, sin ningún tipo de discriminación, pueda lograr el más alto nivel de salud en relación con la sexualidad”.
El Honduras la despenalización del aborto, por tres causales, el uso libre de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE), el matrimonio igualitario y la educación sexual y reproductiva, no están permitidos, razón por la cual las organizaciones de mujeres y feministas mantienen su lucha.
“Vamos a ver qué tan buena es esta Corte cuando hablemos de despenalización del aborto, liberación de la PAE y matrimonio igualitario”, comentó Ana Lucía Pérez Armijo.
Por su parte, Jessica Sánchez -como otras feministas- se mantiene expectante ante las decisiones de la nueva CSJ, para cambiar la realidad violenta a la que están sometidas las mujeres hondureñas.
Datos del Centro de Derechos de la Mujer, registran 38 muertes violentas de mujeres del 1 al 31 de enero de 2023.
