Barrios y colonias intervenidas por militares siguen bajo el control de las maras

“Cuando la criminalidad impide el acceso a la salud o niega la ejecución de estrategias para beneficiar a la población, es una señal de que el panorama en materia de seguridad, en lugar de avanzar, está retrocediendo. Las estrategias no están funcionando, y aquí es donde se debe cuestionar a las autoridades de seguridad sobre por qué insisten en una estrategia que se demostró que no está rindiendo frutos”, opinó uno de los analistas consultados

Tegucigalpa, Honduras.- Aunque Honduras ha estado bajo un estado de excepción desde el 6 de diciembre de 2022, que abarca 123 de los 298 municipios y tiene como objetivo erradicar el crimen organizado y tener más presencia de la Policía Nacional y Policía Militar del Orden Público (PMOP), las autoridades aún deben pedir permiso a las maras y pandillas para ingresar a diversos barrios y colonias que están bajo su control.

Lo anterior quedó evidenciado el pasado 4 de junio, cuando el jefe de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal), Lorenzo Pavón, pidió a los mareros y pandilleros permitir el ingreso de personal sanitario a diversos barrios y colonias para fumigar las viviendas, respondiendo así a la emergencia nacional declarada por el gobierno debido al dengue.

“Se hace un llamado a las pandillas para que nos ayuden y nos permitan entrar a los barrios y colonias donde tienen presencia, porque si no, ellos serán los primeros en enfermarse y llenar las salas de los hospitales y triajes. Hay colonias en las que sí nos dejan entrar, pero hay otras en las que no”, mencionó Pavón en medios de comunicación.

El galeno mencionó que en zonas de San Pedro Sula, en el extremo norte de Honduras, y en Francisco Morazán, en el centro del país, el personal sanitario no ha logrado ingresar a ciertos barrios y colonias porque los criminales se lo han impedido. Esta situación también se vive en zonas de Colón y Olancho, donde no solo permea el crimen organizado, sino también el narcotráfico.

“Necesitamos esa colaboración. Les pedimos de todo corazón que nos dejen entrar a estos lugares. Las brigadas de salud llevan sus respectivos chalecos y un vehículo con la termonebulizadora y todos los insumos para atender a la población y, de esa manera, prevenir muertes y contagios por dengue”, solicitó Pavón.

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CRIMINALIDAD SUPERÓ AL ESTADO DE EXCEPCIÓN

Javier Acevedo, director ejecutivo del Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh), mencionó que lo que está sucediendo es una muestra de que la principal estrategia que está impulsando el Poder Ejecutivo no está funcionando. El hecho de que los criminales impidan el ingreso a un barrio o colonia es una señal de la ausencia de seguridad.

Intervención militar
El director ejecutivo del Ciprodeh, Javier Acevedo en reiteradas ocasiones ha asegurado que el estado de excepción no está siendo efectivo para combatir la violencia y criminalidad, muestra de ello es la realidad que hoy está viviendo el país (Foto: Horacio Lorca/Criterio.hn)

“Cuando la criminalidad impide el acceso a la salud o niega la ejecución de estrategias para beneficiar a la población, es una señal de que el panorama en materia de seguridad, en lugar de avanzar, está estancando. Las estrategias no están funcionando, y aquí es donde se debe cuestionar a las autoridades de seguridad sobre por qué insisten en una estrategia que se demostró que no está rindiendo frutos”, opinó el defensor de derechos humanos.

Acevedo consideró que esta falla en la operatividad de las instituciones armadas se resume en inoperancia e impunidad. Debido a la falta de justicia y procesos de investigación concretos, el crimen organizado, a través de maras y pandillas, está recobrando poder y ganando terreno en zonas del país donde la delincuencia no permeaba años atrás.

“Cuando no hay estrategias concretas que realmente persigan el delito, no hay resultados positivos. Muestra de ello es lo que está pasando. Estas no son situaciones normales, se debe analizar, valorar y conocer en qué se está fallando. Se deben poner en marcha estrategias en materia de seguridad que reduzca la criminalidad”, mencionó.

De momento, las autoridades de la cúpula policial alardean que el estado de excepción está dando resultados positivos porque se logró una reducción en el índice de homicidios. Sin embargo, sectores de la sociedad cuestionan que esa baja se pudo haber logrado sin implementar esta medida, la cual, además de restringir algunas garantías constitucionales, no ha reducido la criminalidad perpetrada por el crimen organizado y el narcotráfico.

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LA CRIMINALIDAD PERMANECE EN LAS PRINCIPALES ZONAS DEL PAÍS

Lo paradójico del caso es que en estas partes del país, donde la criminalidad no permite el ingreso del personal sanitario para mitigar la emergencia del dengue, hay presencia permanente de elementos de ambas instituciones de seguridad. Estas son las zonas donde históricamente la delincuencia y la violencia han sembrado el terror. De hecho, San Pedro Sula continúa siendo una de las ciudades más violentas no solo de Centroamérica, sino del mundo.

Por ejemplo, aunque Pavón no precisó los barrios y colonias en la capital y Criterio.hn se contactó con él para obtener esta información, fue remitido al departamento de prensa, que tampoco brindó detalles. Hace poco más de un mes, la Policía Militar del Orden Público intervino varias zonas en la capital y en el norte del país debido al aumento de la delincuencia.

Desde abril de 2024, la PMOP ha intervenido colonias como San José de la Vega, Los Pinos, Buenos Aires, El Reparto, El Pedregal, Zapote Norte y Zapote Sur en la capital, así como La Satélite en San Pedro Sula. En estas zonas, se han establecido destacamentos donde hay asignados más de 10 militares. Realizan patrullajes de rutina en motocicletas, las cuales fueron entregadas el día en que se anunció la intervención.

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