Aunque promete renovación, Aldana acumula proyectos inconclusos, mantiene contratistas heredados de Nasry Asfura y enfrenta cuestionamientos por su falta de firmeza ante irregularidades municipales del pasado.
La historia de un alcalde que avanzó lento, prometió mucho y mantiene intacta la estructura de contratistas del pasado
Tegucigalpa, Honduras. – A base de simpatía, pegajosos eslóganes de campaña, pero pocas obras finalizadas, Jorge Aldana del Partido Libertad y Refundación (Libre) busca la reelección para un segundo término como alcalde del Distrito Central, la capital hondureña.
“Vota por el bueno, vota por Aldana” y “El Gordito no se va”, son dos consignas de campaña pegajosas que saturan el ambiente capitalino de cara a las elecciones del 30 de noviembre. Los partidos de sus más cercanos contrincantes están salpicados por corrupción, lo que le da credibilidad ante una ciudadanía agotada por la impunidad.
Al no poder ligarlo directamente, hasta el momento, en actos de corrupción municipal, la oposición optó por criticar sus proyectos aún sin concluir, calificándolo como “tortuga”. Aldana, respondió: “prefiero ser tortuga y no rata”
¿QUIÉN ES JORGE ALDANA?
Jorge Alejandro Aldana Bardales nació en mayo de 1975 en Tegucigalpa, Francisco Morazán, en un hogar bipartidista. Su madre es Elena Leticia Bardales Mejía del Partido Nacional y su padre, Jorge Alejandro Aldana Aceituno de estirpe Liberal.
Se graduó de bachiller en ciencias y letras de la Hillcrest School, y posteriormente se tituló como periodista de la Universidad José Cecilio del Valle, tras un breve paso por la Facultad de Ciencias Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH).
Militó en el Partido Liberal, donde respaldó y participó en las campañas de Carlos Roberto Reina (presidente 1994-1998), Carlos Flores (1998-2002), Rafael Pineda Ponce y José Manuel Zelaya (2006). Fue precisamente el golpe de estado a Zelaya en 2009 lo que causó su salida del partido rojiblanco y su unión a la lucha de la Resistencia Popular y eventualmente fue uno de los miembros fundadores del Partido Libre.
¿ROMPE LAS FRONTERAS PARTIDARIAS?
Jorge Aldana fue electo alcalde capitalino, tras un intentos fallido en 2017, cuando se convirtió en regidor, entre 2018 a 2022, durante la administración del nacionalista y actual candidato a la presidencia Nasry Asfura.
Una continua queja en su contra, tanto en su periodo como regidor y actualmente como alcalde es su afabilidad hacia sus rivales políticos y administraciones pasadas. Si bien durante esta contienda de reelección ha señalado actos de corrupción del pasado, como el Trans 450, evita entrar en abierta confrontación, como lo hacen sus correligionarios en Libre.
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Incluso, atrajo en apoyo a su campaña a Kenneth Melhado, aspirante a vicealcalde por por la corriente liberal de Salvador Nasralla en las elecciones primarias, y al nacionalista Jorge Castellanos, hijo del edil César “El Gordito” Castellanos Madrid, quien falleció en un accidente de helicóptero el 1 de noviembre de 1998 mientras evaluaba daños del huracán Mitch.
En noviembre del año pasado, Jorge Aldana reconoció como Ciudadano de Buen Corazón a César “El Gordito” Castellanos Madrid e incluso desde la Corporación Municipal se lanzó el documental en memoria de quien denominaron el “alcalde eterno”. Este año, Jorge Castellanos, hijo del fallecido edil, en apoyo a Aldana dijo que este al igual que su padre “está rompiendo fronteras de partidos”.
LAS PROMESAS INCUMPLIDAS DE ALDANA
La gestión de Aldana se ha caracterizado por la lentitud en la ejecución de obras, debido a retrasos en los pagos a las compañías, y, en sentido positivo, por la reducción del desbordamiento de ríos mediante dragados. No obstante, muchas de sus promesas nunca iniciaron y tampoco se ofrecieron explicaciones al respecto.
Mientras promueve para su siguiente gestión la creación de un bosque urbano que llevará el nombre de Parque Berta Cáceres, en reconocimiento a la lideresa ambiental lenca asesinada en 2016, poco se ha escuchado sobre qué pasó con la construcción del malecón del río Choluteca, promesa de campaña en el proceso electoral de 2021.
Otras obras iniciadas, pero sin concluir, son: la Villa Solidaridad, la represa San José y Jacaleapa, y la construcción del relleno sanitario del Distrito Central. Este último estuvo paralizado por varios meses por no contar con licencia ambiental. Según la alcaldía, los trabajos se retomaron en marzo, pero únicamente con un permiso ambiental, y no con la licencia ambiental exigida en proyectos de alto impacto.
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LA HERENCIA QUE ALDANA NO ROMPIÓ
En su función como regidor, Aldana fue cuestionado por su actitud apacible frente a los actos de corrupción y abusos de la administración municipal de Nasry Asfura, hoy candidato presidencial del Partido Nacional, y cuando asumió la alcaldía capitalina, se advirtió que uno de los desafíos que enfrentaría sería revertir los actos que favorecieron a empresarios cercanos a su predecesor.
Tanto la represa San José y Jacaleapa adjudicada a la ecuatoriana Hidalgo e Hidalgo, el relleno sanitario del Distrito Central otorgado a Interaseo S.A.S. E.S.P, son obras gestadas en la administración de Asfura y a las que Aldana les ha dado continuidad, pese a los señalamientos de irregularidades en su adjudicación.
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En mayo de 2024, Criterio.hn publicó en una investigación que sugiere que Nasry Asfura allanó el camino para que el empresario colombiano William Vélez Sierra, se alzara con contratos relacionados al manejo de desechos sólidos en las alcaldías de Tegucigalpa y San Pedro Sula, en los que también están involucrados los socios de Asfura.
Criterio.hn, reveló en otra investigación, publicada en septiembre de 2025, que Geo Construcciones S.A. de C.V. es otra empresa heredada de la administración Asfura a la que se le continúan adjudicando contratos, pese a su mención en un caso de corrupción que involucra a la empresa Ama Honduras S.A. (Amahsa), vinculada a Nasry Asfura. Geo Construcciones fue constituida por Octavio Pineda Medina y su hijo Octavio Pineda Paredes, actual titular de la Secretaría de Infraestructura y Transporte (SIT), el 14 de octubre de 2011 y donada sospechosamente a terceros el 28 de febrero de 2022.
Aldana fue el encargado de implementar la municipalización del servicio del agua y saneamiento mediante la puesta en marcha de la Unidad Municipal de Agua Potable y Saneamiento (UMAPS), lo que resultó en un incremento en el costo del servicio de distribución del agua potable. Paralelamente, se construye la represa San José y Jacaleapa, que está paralizada desde hace varios meses debido a una deuda de la alcaldía con la empresa de capital ecuatoriano Hidalgo e Hidalgo, encargada de la construcción de la obra.
La municipalización del agua no se originó durante la gestión de Aldana. Este proceso comenzó con la aprobación de la Ley Marco del Sector Agua Potable y Saneamiento en 2003. Luego, en 2018, la municipalidad del Distrito Central avanzó en esa ruta al traspasar el servicio a la Alcaldía Municipal del Distrito Central, que ha tercerizado algunos servicios a través de la misma empresa que construye la represa San José y Jacaleapa.
Aldana busca la reelección con simpatía y eslóganes, pero con obras pendientes y la misma red de contratistas heredada de Asfura. Su tono conciliador le suma aliados, aunque deja dudas sobre su disposición a enfrentar las irregularidades del pasado. El 30 de noviembre definirá si su narrativa pesa más que sus pendientes.
