Por: Asael Barahona
Edición: Emy Padilla
Ilustración de portada: Guillermo Burgos
Tegucigalpa.-La presidenta de Honduras Xiomara Castro, como medida populista, durante el periodo de campaña prometió que en su gobierno los hogares que consumieran menos de 150 kWh por mes no pagarían el servicio de energía eléctrica, promesa que reiteró durante su toma de posesión y que su gobierno implementó desde febrero.
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LA FRASE:
“Bajo mi atribución constitucional de dirigir las políticas de Estado y representarlo con el compromiso firme de asegurar a todas y todos el goce de la justicia, libertad, la cultura, el bienestar económico y social, ordeno que más de 1 un millón de familias que viven en pobreza y consumen menos de 150 kilovatios por mes, a partir de este día, no pagarán más la factura del consumo de energía. La luz será gratis en sus hogares”: Xiomara Castro, presidenta de Honduras.
El pasado 2 de febrero, el Congreso Nacional aprobó el proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo con la finalidad de reformar el párrafo quinto del artículo 18 de la Ley General de la Industria Eléctrica que prohibía al Estado otorgar subsidios a los consumidores cargando el costo a otros consumidores.
La Empresa Nacional de Energía Eléctrica (ENEE) cuenta con 1, 940,362 usuarios que consumen energía eléctrica, de estos: 1, 793,666 son categoría residencial, 127,948 comerciales, 18,313 de gobierno y 434 industriales.
La modificación a la referida ley contempló eliminar el párrafo que prohibía cargar tarifas de un sector a otro y afectar las finanzas de la estatal eléctrica modificándose y ahora cuando el Estado decida subsidiar a los consumidores lo hará sin afectar las finanzas del subsector atribuyendo el costo a otras categorías.
Con la reforma, serían beneficiados 1, 334,648 clientes que representan un costo mensual de 540.9 millones de lempiras. Dicho valor fue trasladado a los clientes no residenciales que consuman más de 500 kWh por mes.
El subsidio será absorbido de la siguiente manera: un 40% por el sector industrial y comercial, es decir, 216 millones de lempiras y el 60% por el Estado, el equivalente a 324 millones.
Cabe señalar que el costo de 150 kWh al mes en Honduras ronda los 850 lempiras mensuales, por lo que a partir de febrero entró en vigor la medida aprobada por el Poder Legislativo a solicitud del Poder Ejecutivo.
El secretario de Estado en el despacho de Desarrollo Económico, Pedro Barquero, detalló en la sesión legislativa que el costo de energía no está siendo cargado a consumidores residenciales sino, una parte, a los clientes industriales y comerciales y otra parte a la Secretaría de Finanzas, es decir, a las arcas estatales.
“Esto es con el ánimo de cumplir la promesa de la presidenta para darle energía gratis a los más pobres de nuestro país”, expresó.
LOS HONDUREÑOS “ELECTROCUTADOS” Y LA ENEE EN BANCARROTA
En enero de 2022, los hondureños fueron afectados con un aumento a la tarifa eléctrica que representó alrededor del 36% de su factura debido a que el exgobernante Juan Orlando Hernández, quien enfrenta un proceso de extradición a Estados Unidos por narcotráfico, otorgó un subsidio a la energía para el segundo semestre del 2021.
Mediante Decreto Legislativo 59-2021, el Congreso Nacional aprobó la Ley de Subsidio a los Consumidores de Energía Eléctrica para frenar los constantes aumentos y de esa manera no afectar la campaña política del candidato del entonces oficialista Partido Nacional, Nasry Asfura.
Con lo anterior, el gobierno absorbió los incrementos a la tarifa fijados por la Comisión Reguladora de Energía Eléctrica (CREE) que implicaba un 9.72%, para los consumidores residenciales menores a 350 KWH y también para comercios con consumo menor o igual a 3,000 kilovatios.
Para subsidiar el aumento tarifario. que entró en vigor el 1 de julio de 2021, el gobierno asumió una deuda de 9,000 millones de lempiras.
Los beneficiados serían consumidores residenciales con facturas mensuales menores a 350 kWh y también para comercios con consumo menor o igual a 3,000 kilovatios.
No obstante, para enero de 2022 la CREE, debido al vencimiento del subsidio, determinó incrementar las tarifas en un 34.4% al sector residencial y más de 25% en tarifas de alta, media y baja tensión.
Durante su discurso cuando asumió la presidencia, el 27 de enero, Castro prometió que otorgaría energía gratis para los más pobres en Honduras dejando claro que su decisión significaba un costo a los altos consumidores que son los que están asumiendo parte del subsidio debido que la ENEE no puede absorber el costo por estar en bancarrota.
Según datos de la Secretaría de Finanzas, al día, la estatal eléctrica pierde 32 millones de lempiras mientras la deuda total supera los 65 mil millones de lempiras, ante esto, el gobierno de Castro la declaró patrimonio nacional para evitar ser vendida, transferida o privatizada.
Asimismo, declaró lesivo el contrato de concesión con la Empresa Energía Honduras (EEH) que debía reducir las pérdidas de la ENEE hasta un 15%, no obstante, superan el 38% y sin haber logrado recuperar la deuda de clientes que representa 13 mil millones de lempiras.
Informes de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ) y el capítulo en Honduras de Transparencia Internacional confirman las cifras de la Secretaría de Finanzas resaltando que la pérdida durante el 2021 alcanzó los 33 mil millones de lempiras, es decir, 1,384 millones de dólares.
Con las pérdidas anuales que registra la ENEE se pudieron haber construido, al menos, 43 mil aulas de clase en todo el país o generar más de 348 mil empleos, representando al día mermas que rondan los 91, 464,649 lempiras sin que hasta la fecha se establezca una solución a la crisis energética que termina repercutiendo en cada hondureño.
EL RECHAZO DE LOS AFECTADOS CON LA MEDIDA POPULISTA
A criterio del director ejecutivo de la Cámara de Comercio e Industrias de Tegucigalpa (CCIT), Rafael Medina, el subsidio implementado por el nuevo gobierno tiene muy buenas intenciones, sin embargo, rechaza que sea cargado a otro sector de consumo.
“Pensamos que en primera instancia debe de ser focalizado, no debe ser otorgado indiscriminadamente a todas aquellas personas que consumen menos de 150 kWh, habrá algunas personas que pueden pagar esa cantidad. No estamos de acuerdo en un subsidio cruzado, que un consumidor pague lo que otro consume, lo que creemos es que debió ser pagado con su totalidad por la Secretaría de Finanzas con los recursos que todos nosotros pagamos”, expresó.
#Actualidad “Se debe focalizar el subsidio y se debió pagar su totalidad con la Secretaría de Finanzas con los recursos que todos pagamos”. pic.twitter.com/Jnpsw1VZYc
— CCIT (@ccithn) March 7, 2022
Medina considera que la medida afecta la competitividad del país y genera inflación en los costos de las empresas que reciben el cargo adicional a su factura provocando un incremento a sus productos que termina repercutiendo en los consumidores.
Edgardo Alcides, comerciante del departamento de Choluteca considera como “un abuso” la medida adoptada por el gobierno de Castro al cargar el subsidio a la energía a otro sector más cuando afecta a micros y medianos empresarios.
“Me parece un abuso que Xiomara Castro salude con sombrero ajeno. ¿Por qué tiene que salir de la bolsa de los comerciantes este aporte? ¿Por qué nosotros mismos tenemos que pagarles los servicios públicos a otros?”, cuestionó.
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UN SUBSIDIO NO FOCALIZADO
Las condiciones para aplicar el subsidio es consumir menos de 150 kWh al mes, el tipo de consumo debe ser 101-Residencial y solo debe tener una cuenta a su nombre, en caso de que un cliente tenga dos contadores no aplica al beneficio.
El titular de la Secretaría de Energía, Erick Tejada, detalló que el 60% del subsidio lo absorbe el Estado a través de la Secretaría de Finanzas mientras que el resto es asignado al sector industrial y comercial.
A criterio del economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), el gobierno no está focalizando el subsidio a la ciudadanía otorgándoles el beneficio a personas que tienen la capacidad de pagar el servicio de energía.
“Los subsidios son necesarios para poner la balanza de una u otra manera equilibrada, sin embargo, si solo lo vemos, en el hoy por hoy, prácticamente alguien podría o muchos podrían estar en contra de los subsidios porque también la estrategia que se ha tomado en algunas áreas en específico, por ejemplo, la energía no está bien focalizada”, manifestó.
“Personas que pueden hacerle frente a su factura, pero porque consumen menos de 150 kilovatios no se les cobra, es decir, tal vez son personas solteras o familias que están trabajando la mayor parte de su tiempo y cuando van a su hogar no consumen esos 150, no les salió el pago y en ese sentido por no haber salido, pero tiene la capacidad”, añadió.
Zepeda aconseja que para hacer una correcta focalización para aplicar un subsidio en la energía eléctrica se debe hacer un estudio socioeconómico en los hogares para determinar quien realmente lo necesita y quien no.
Cabe señalar que no es la primera vez que un gobierno establece un subsidio a la energía para favorecer a la ciudadanía en condición de pobreza, durante el gobierno del expresidente Ricardo Maduro se implementó el programa “Bono 80” como una compensación al aumento de 17 lempiras al galón de combustible.
El programa social, que fue transitorio, consistía que los clientes de la estatal que consumieran menos de 100 kWh al mes no pagaban el servicio de energía y aparte recibían una bonificación de 80 lempiras por parte del Estado.
Luego, durante el gobierno liberal del derrocado expresidente Manuel Zelaya Rosales (2006-2009), se retomó el subsidio a los hogares con consumo de hasta 150 kWh al mes, pero se dejó de otorgar el bono de 80 lempiras.
En conclusión, podemos concretar que, si bien el gobierno de Castro ha cumplido hasta el momento su propuesta en cuanto a que los hogares hondureños que consuman menos de 150 kWh al mes no paguen el costo de la energía, su promesa es engañosa y a medias debido a que el 40% del costo que representa el subsidio fue trasladado al sector industrial y comercial. Lo anterior implica que este sector incrementará sus costos de producción y por ende trasladará estos al consumidor final, ocasionando una espiral inflacionaria.
Asimismo, porque el 60% será absorbido por el Estado, lo que implica menos ingresos para el país y por ende menos capacidad de respuesta del gobierno para atender los sectores sociales.
Además, reformó la Ley de General de la Industria Eléctrica que prohibía que un gobierno estableciera un subsidio para un sector de abonados de la estatal eléctrica afectando a otro sector bajo la justificación que recibió un país en bancarrota.
Lo anterior podría ocasionar, según economistas, un alza en los productos y servicios, afectando aún más la abatida economía de los hondureños que ahora enfrentan un aumento descomunal en el precio de los combustibles y, a partir de abril, un nuevo aumento al costo de la energía.
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Un comentario
Pos supuesto que el Estado tendría que absorver una parte, sino la totalidad del subsidio que se genere a estas familias. 100% de acuerdo en que debe ser focalizado a familias en casos de pobreza y extrema pobreza. Lo que me parece temerario es catalogar como «engañosa» esta medida pero sin mencionar que uno de los mayores problemas que tiene la ENEE es que el sector Industrial mas pudiente ha sido de los principales evasores del pago de la energía que consumen. Ese es el principal cancer que hay que erradicar.