En peligro jubilación de periodistas hondureños por rara transacción de fondos

Por: Redacción CRITERIO

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Tegucigalpa. El sistema de previsión social de los periodistas de Honduras, podría estar en riesgo o disminuirse sustancialmente si no se corrige un contrato privado, suscrito entre el Instituto de Previsión del Periodista (IPP) y Banco Atlántida, que funcionará únicamente con el respaldo de las cuotas individuales.

Lo anterior consta en un contrato para la Administración de un Fondo de Pensiones (AFP), suscrito el pasado 13 de febrero entre el instituto de previsión y el referido banco, con el respaldo del Colegio de Periodistas de Honduras (CPH), mediante el acta número 270.

“Sugieren a los periodistas afiliados al IPP a que se organicen y pidan una investigación a la Superintendencia de Bancos y Seguros, ya que por ser una instancia de previsión, está sujeta a una revisión a sus finanzas”.

El documento establece la suscripción de un contrato privado para la administración de un fondo patronal autónomo de seguridad social con la Administradora de Fondos de Pensiones Atlántida, S.A., bajo un sin número de condiciones que atentan contra los intereses de los afiliados al IPP.

El esquema de previsión del IPP, contempla una aportación del 10 por ciento por parte del empleador y de 3.5 por ciento del empleado o lo que se conoce como la cuota individual.

Sin embargo con la firma del contrato, las jubilaciones de los periodistas se verán seriamente afectadas porque la aportación individual, es la menor de las cuotas y es lo que respaldará el fondo de pensión.

Pero lo más preocupante es que la cláusula ocho deja claro que “por la naturaleza de las condiciones pactadas en el presente contrato, la administradora (el banco) llevará contabilizados los aportes efectuados por el instituto, bajo la modalidad de cuentas de capitalización individual, separando los aportes realizados de cualesquiera otras cuentas de la administradora que no correspondan al presente contrato y separando los aportes de los extraordinarios a cargo y propiedad del Instituto”.

Lo anterior implica que las aportaciones patronales, más los saldos por intereses de capital, quedarán fuera de los fondos de pensión, por lo que los afiliados estarán a expensas de recibir una jubilación o pensión menor a la que en el pasado percibieron algunos afiliados, que lograron esos beneficios.

Otro punto que llama la atención es que de acuerdo a la cláusula once del contrato, los recursos del fondo de pensión, más sus rendimientos estarán en todo momento a disposición del IPP, sujetos a su libre aportación y retiro.

También es alarmante que en el mismo contrato, específicamente en el artículo cinco, se consigna que el afiliado que acepta trasladar su fondo personal a la AFP, automáticamente está renunciando al IPP y por consiguiente a la reserva que ya tiene acumulada en el Fondo de Pensiones del IPP.

DERECHOS DEL AFILIADO

Para retirar las aportaciones personales se estableció varias modalidades, de acuerdo al número de cuotas. Por ejemplo, si el afiliado tiene un mínimo de 120 cuotas pagadas y un máximo de 179, podrá retirar las contribuciones acumuladas en su cuenta individual como beneficio de separación del Sistema de Previsión Social del Periodista.

En caso que el afiliado tenga 180 cuotas o más pagadas y 60 años de edad cumplidos, podrá retirar el 80 por ciento de su cuenta individual acumulada a la fecha de retiro. Mientras que el afiliado que tenga 180 cuotas pagadas o más y cumplidos 85 años de edad, podrá retirar el 100 por ciento de su cuota individual.

Las arbitrariedades que se están cometiendo en el seno del IPP son tan desmedidas, ya que si un periodista dejó de aportar sus cuotas y quiere retirarse del sistema, le niegan ese derecho, aduciendo que la institución no es de jubilación sino de previsión.

Asimismo le están vendiendo la idea a sus agremiados que solo con sus aportaciones personales es suficiente para tener una jubilación o pensión digna, porque los fondos ganarán altos intereses en el banco, sin tomar en consideración otros aspectos torales en el sistema de previsión social.

Para conocer la versión de las autoridades del IPP, Criterio.hn le solicitó una entrevista al presidente de la junta directiva, el también presidente del CPH, Eduin Romero, quien pese a nuestra insistencia, nos ignoró.

Al ver la negativa de hablar con nosotros, nos trasladamos al IPP donde abordamos al gerente, Omar Calderón, pero tampoco nos quiso atender en una entrevista formal, sino que en una plática pasajera, pero no en calidad de periodista, si no de afiliada.

A la defensiva y con una actitud parca, Calderón nos confirmó la firma del contrato con Banco Atlántida y sobre algunas condicionantes, que para él, se enmarcan en las leyes y la justicia, pese a que a vista de cualquier ignorante, sea la burla más nefasta para el gremio.

Hasta el momento hay más de 50 periodistas que ya han firmado el contrato de la AFP, en su mayoría empleados de algunas empresas televisoras y de medios impresos.

En la búsqueda de más información, un colega quien por encontrarse realizando algunas acciones legales, nos pidió que ocultáramos su identidad, no así su testimonio y su análisis de la situación.

Ejemplificó que si un afiliado tiene en aportaciones personales 156,200.00 lempiras, más 280,000.00 lempiras del empleador, sumarían 436,200.00, más 193,000.00 lempiras aproximados en intereses devengados, tendría en total 629,200.00 lempiras.

“Pero los administradores y la junta directiva del IPP pretenden trasladar a esa AFP, para efectos de la futura pensión, únicamente 156,200.00 lempiras, entonces el IPP se quedaría con 473.000.00 lempiras”, lamentó, al tiempo que se interrogó, ¿qué van a hacer con esos 473,000.00 lempiras?

A juicio del comunicador, no es justo que los directivos del IPP argumenten que el 10 por ciento de las aportaciones del empleador le correspondan a ese organismo, e igual que los intereses y las utilidades.

Todo lo anterior “no es válido, pues las aportaciones del empresario son para financiar la jubilación del empelado por el que cotiza y no simplemente para darle dinero al IPP como institución”, consideró.

Insistió en que el 10 por ciento de las aportaciones patronales son del sistema colectivo de pensiones, no del IPP, porque es un esquema solidario, y al individualizar las pensiones de cada afiliado, trasladándolas a una AFP privada, están haciendo algo incorrecto.

La forma más transparente y correcta, sería que también trasladaran por cada afiliado, la aportación patronal, más los intereses devengados por todas las aportaciones.

El afectado dedujo que así como se está manejando los fondos, pareciera que el IPP va a montar una gran empresa financiera, ya que se quedará con los dineros de la cotización personal y las utilidades generadas de las aportaciones.

DESCAPITALIZACIÓN

El economista, Darío Hernández, dijo que el modelo de las AFP se implementó hace unos años en Chile, con resultados no muy buenos, por lo que las actuales autoridades de ese país están haciendo algunas reconsideraciones, porque el esquema conlleva a la privatización del sistema de seguridad social.

En el caso concreto de los periodistas dijo que, hay una disminución sustancial de los beneficios a futuro porque una persona que se retire a los 65 años, solo recibirá el 80 por ciento de las aportaciones personales y no patronales, como se maneja en otros institutos de previsión.

De acuerdo a cómo se firmó el contrato, solo los que lleguen a cumplir 85 años, podrán tener derecho al 100 por ciento, pero únicamente de las aportaciones individuales, y eso sin tomar en consideración que la esperanza de vida de los hondureños anda entre 70 y 72 años, apuntó.

Hernández sostuvo que con el convenio se está capitalizando administrativamente al CPH y descapitalizando al IPP, corriéndose el riesgo de no tener las suficientes reservas técnicas en un futuro cercano para atender las jubilaciones de sus agremiados, que llegarán con aportaciones de 20 o 25 años.

El economista consideró que la situación de los periodistas es preocupante porque se jubilarán con cantidades menores a las proyectadas, ya que el sistema de las AFP solo contribuye con las tasas de interés, pues los bancos se quedan con el capital, del que disponen para hacer otras transacciones a una tasa de interés mayor.

En otras palabras, el banco es el que gana, pero el afiliando pierde porque lo están capitalizando con una cantidad disminuida en relación a las aportaciones, lo que impactará aún más si se toma en consideración, el efecto que tendrá con el tiempo, la inflación y devaluación.

Ante el irregular escenario, Hernández, sugirió a los afiliados al IPP a que se organicen y pidan una investigación a la Superintendencia de Bancos y Seguros, ya que por ser una instancia de previsión está sujeta a una revisión a sus finanzas.

De antemano los directivos del IPP argumentan que la firma del contrato es voluntario, sin embargo es injusto e improcedente hacer propuestas que lesionen los intereses de la colectividad, puntualizó Hernández, quien además es abogado y periodista.

Promotores de la transparencia no cumplen rendición de cuentas: 

¿Y EL PORTAL DE TRANSPARENCIA DEL COLEGIO DE PERIODISTAS?

Tegucigalpa. En un estado financiero de 2012, el IPP registraba un capital de 239, 769,082.98 lempiras, 110, 591,504.16 lempiras de ingresos por rendimiento, 52, 705,071.63 lempiras de la tasa de publicidad procedente del gobierno, 52, 392,158.02 de la cuota patronal y 24,080,349 de las aportaciones personales.

El gerente del IPP, Omar Calderón, informó que esa institución comenzó a recibir la tasa de publicidad gubernamental desde el gobierno de José Simón Azcona del Hoyo (1986-1990) y se determinó desde hace año y medio no recibir esa contribución, la que siempre, dijo, no era dirigida para el IPP sino que para el CPH.

El economista, Darío Hernández, explicó que durante el gobierno de Carlos Flores, se pactó que el aporte sería de un cinco por ciento del total de la pauta publicitaria, que el gobierno destinara en ese renglón de gastos.

En virtud que se fijó en un cinco por ciento, la cantidad puede variar de acuerdo a los montos que dirija cada gobierno en materia de publicidad.

Hasta el momento ni el IPP ni el CPH han instalado un portal de trasparencia mediante el cual detallen el destino de los recursos que reciben del gobierno, pese a que el artículo 3 de la Ley de Transparencia y Acceso a la Información Pública, lo manda, ya que establece la obligación para todas aquellas organizaciones o gremios que reciban o administren fondos públicos.

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CRITERIO visitó la página del CPH y nos encontramos que la información es inaccesible y lo que presenta son pensamientos en inglés. La página de transparencia no existe pese a que es un mandato de la Ley de Acceso a la Información Pública.

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