Tegucigalpa.- El 50% de los jóvenes que pierden la vida en Honduras son menores de 30 años, según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (OV-UNAH).
Según datos del Observatorio al año cerca de 800 menores pierden la vida de forma violenta en Honduras, lo que significa que se están perdiendo vidas en edad productiva y están quedado muchos hogares desintegrados.
El último informe del observatorio registra que fallecieron 549 personas en las edades de 18 y 29 años, entre los meses de enero a mayo del 2022, de estos 44 son mujeres y 505 son hombres.
Honduras cerró el primer semestre de 2022 con alrededor de 23 homicidios múltiples y un saldo superior a las 80 víctimas mortales, en su mayoría hombres menores de 30 años, lo que representa un incremento de 15% en comparación con el 2021, según las cifras más recientes de este organismo.
En declaraciones a medios la coordinadora del Observatorio, Migdonia Ayestas, manifestó que con el pasar de los años, están perdiendo la vida un promedio de 800 menores y jóvenes, esto influye de manera negativa en el entorno familiar.
Ayestas considera preocupante que estén perdiendo la vida muchos menores en el país y agregó que la violencia es el comportamiento que más impacta sobre la vida de la niñez y juventud.
Añadió que el Distrito Central, San Pedro Sula, Catacamas, Juticalpa son los que presentan el mayor índice de casos.
Expuso que las diferentes variables que influyen en estas muertes violentas están el lugar donde viven los niños, las maras y pandillas, las bandas criminales, el narcotráfico y las desigualdades sociales.
NIÑOS Y NIÑAS ENTRE LAS VICTIMAS
Según Ayestas, en la violencia homicida son más niños los que pierden la vía, sin embargo, en violencia sexual las niñas presentan el mayor número de víctimas.
Lamentó que en muchos de los casos las muertes violentas de niños, son familiares los que están involucrados en las muertes. “Vemos cómo los niños y niñas están perdiendo la vida y en la mayoría de los casos es por su entorno familiar”, indicó.
El crimen es fomentado en Honduras por los altos niveles de impunidad, de hecho, este país centroamericano reporta una de las mayores tasas de impunidad a nivel global, para el caso en los femicidios alcanza el 90%, en la comunidad LGTBIQ+ 90%, los comunicadores sociales y periodistas 93%, niñez y adolescentes 95%, y en los defensores de derechos humanos, del territorio y la tierra el 97%.
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El último Informe de Índice Global de Crimen Organizado 2021, ubica a Honduras en el puesto número 138 en puntuaciones de resiliencia, de 193 países a nivel mundial y en el puesto número diez en puntuación de criminalidad.
El estudio, que mide con un índice de uno a diez—siendo el puntaje más favorable el uno y el diez menos favorable—ubica a Honduras en las puntuaciones de criminalidad en la posición número 10 con una puntuación de 6,98 de 10.
Este mismo informe analiza la economía ilícita a nivel mundial y ubica a Honduras en el puesto número 42, Y en mercados criminales (promedio) le otorga una puntuación de 5,70.
En las puntuaciones de actores criminales, Honduras ocupa el lugar número tres para los actores criminales (promedio) 8,25, grupos de tipo mafioso 8,5, redes criminales 8,0, actores integrados en el Estado 8,5, actores extranjeros 8,0. Estos tres ámbitos se utilizan para asignar a cada país una puntuación de criminalidad y una puntuación de resiliencia.
Especialistas en el tema entrevistados por Criterio.hn coinciden que los principales problemas que generan violencia en los jóvenes y violencia generalizada en el país es la falta de acceso a la educación de calidad, falta de oportunidades y la exclusión orillan a los jóvenes a querer formar parte de grupos delictivos y muchas ocasiones estos terminan en muerte.
CATASTROFE EDUCATIVA
Los últimos años honduras ha vivido una catástrofe educativa según un informe publicado por el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), posiciona a Honduras en los últimos lugares con poco acceso a Internet en América Latina, con apenas un 20%, le siguen Surinam con 19%, Guatemala un 15%, y Haití con un 4%.
El informe estima que las pérdidas de aprendizaje para América Latina y El Caribe disminuyeron cerca del 12% en los ingresos a lo largo de la vida del estudiante actual. Los puntajes promedio de educación primaria en lectura y matemáticas podrían haber caído a niveles de hace más de 10 años.
Según datos de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), el 60% de los niños y jóvenes que se van del sistema educativo es por razones socioeconómicas y más del 30% de los niños migran del país, estiman que de 230 mil niños que llegan a primer grado, solo 75 mil se gradúan de Bachillerato, y 20 mil ingresan a la universidad.
Por su parte la criminóloga Zeyda Gonzáles en entrevista con Criterio.hn manifestó que el fenómeno de violencia es un problema que requiere de la atención de Estado, se están disparando las muertes en el país, “estamos perdiendo los jóvenes en Honduras entre los que son asesinados y los que prefieren migrar por falta de oportunidades”.
CIFRAS ALARMANTES
Agregó que las muertes violentas están alcanzando cifras alarmantes, no se ha terminado el año, “y yo no quiero ni pensar cómo va a cerrar este año, es momento que las autoridades y el gobierno central fijen su mirada en este flagelo que está acabando con la vida de personas jóvenes y niños”.
Precisó que es necesario que se le brinde apoyo a la juventud, Honduras tiene niveles bajos en educación, la pobreza extrema va cada día en aumento, la extorsión, el crimen organizado y el narcotráfico también conllevan a dar un mal resultado y a que se eleven las cifras de muertes violentas.
Estos flagelos son los que más disparan la violencia, “tenemos un pueblo sin educación, sin oportunidad laboral, sin acceso a salud digna, y encima de todo tampoco hay estrategias de seguridad, no hay acciones preventivas de delito”.
A criterio de Gonzáles Honduras tiene un problema más profundo que ha sido desatendido, muchos jóvenes andan buscando empleo al egresar la universidad y en las empresas les dicen que son muy jóvenes para un cargo, eso lo único que hace es cerrarles las puertas a las personas, agregó.
Contó que la falta de oportunidades no solo los convierte en víctimas también pueden ser victimarios porque están expuestos a suplir necesidades básicas, “pienso que es aquí donde muchos jóvenes se ven obligados a ser reclutados por grupos criminales que les ofrecen una mejor paga y oportunidades que aquí afuera no se les brinda”.
Gonzáles considera oportuno que se diseñe un plan de manera urgente o una política para evitar estos flagelos y los crímenes múltiples que se registran a diario, en Honduras hace falta investigación, profesionalización en estas áreas y eso no es desconocido para nadie, concluyó.
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En entrevistas con Criterio.hn el Sociólogo Armando Orellana manifestó que esta realidad afecta no solo a Honduras, sino que en todo América Latina los países registran una mayor cantidad de homicidios en contra de menores.
Contó que esta problemática se debe al riesgo mayor al que se expone a los menores producto de la exclusión, desigualdad y marginación de niños y jóvenes, otro de los elementos que afecta es la desintegración familiar porque expone a muchas familias a tener que vivir en las calles y en la influencia del crimen organizado, “me parece que hay enormes responsabilidades tanto del Estado, como las instituciones defensoras de los derechos de menores, la sociedad y la familia”.
Expuso que la pobreza, el no acceso a la educación, la precarización y el abandono son situaciones que empujan a que muchos de los jóvenes en Honduras tengan que introducirse a ciertos grupos que influyen en el mal accionar de estos jóvenes.
Orellana considera que la seguridad de los niños y jóvenes debe preocuparles a todos los sectores y tener una mayor vigilancia en la conducta y los comportamientos, “vemos que la misma sociedad provoca que los jóvenes se expongan a esos riesgos, sobretodo la imposibilidad de obtener algunos beneficios en la economía globalizada, las frustraciones que los lleva contaminarse con las drogas y el alcohol y ello trae aumento a la violencia y los males sociales que dejan estos hechos lamentables”.
A juicio de Orellana hay otras acciones que se deben tomar en cuenta, porque no solo está el problema del homicidio, sino que también el suicidio que está aumentando el margen y esto debe ser objeto de preocupación para los organismos correspondientes para que generen políticas de asistencia y apoyo a la juventud para que estos no se vinculen con el crimen organizado y no se pongan en situaciones de riesgo.
Agregó que esta problemática no es de dejarla en preocupación, sino que llevarla a acciones concretas desde las políticas públicas para cambiar los indicadores de violencia que afectan principalmente a la juventud hondureña.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas