Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- Este viernes la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, ha comunicado a los congresistas de ambos partidos que iniciará el proceso de juicio político, o impeachment, contra Donald Trump si el mandatario no dimite de forma «inmediata».
En una carta enviada a cada miembro de la Cámara de Representantes, Pelosi solicitó a los republicanos que soliciten la dimisión de Trump por los «actos peligrosos y sediciosos» del presidente tomando como ejemplo las acciones del Partido Republicano al final de la presidencia de Richard Nixon por su relación con el escándalo Watergate, de escuchas ilegales en la sede del comité de campaña de los demócratas.
La progresiva presión para que el Congreso inicie el segundo proceso de destitución contra Trump pocos días antes de que abandone la Casa Blanca, tras perder las elecciones presidenciales de Estados de Unidos, se produce mientras Pelosi espera la respuesta del vicepresidente, Mike Pence, de invocar la Enmienda 25 de la Constitución para apartar al presidente de su cargo.
Poco antes y en un lacónico tuit, Trump anunció: «A todos los que me han preguntado, no iré a la toma de posesión el 20 de enero», convirtiéndolo así en el primer presidente que se niega a asistir a la investidura de su sucesor, después de Andrew Johnson en 1869.
La Enmienda 25 permite destituir al presidente si el vicepresidente y una mayoría del gabinete vota su destitución, alegando su incapacidad «para ejercer los poderes y deberes del cargo».
«Hoy, tras los actos peligrosos y sediciosos del presidente, los republicanos en el Congreso necesitan seguir ese ejemplo y solicitar que Trump deje su puesto, de forma inmediata. Si el presidente no deja su puesto de forma inmediata y voluntaria, el Congreso procederá con nuestra acción», explicó Pelosi en la misiva.
El primer impeachment contra Trump fracasó en el Senado, donde hasta el miércoles los republicanos tenían la mayoría y hoy, tras la victoria de los dos candidatos demócratas en la segunda vuelta de las elecciones senatoriales en Georgia, tienen al gobernante contra las cuerdas y próximo a un nock out que pondría fin a su presidencia y a su carrera política.
