Por: Michael Mirny
Michael Mirny es director de la Práctica de Información y Medios en IREX.
WASHINGTON D.C. – En el año 2021, el mundo comenzará a recuperarse del COVID-19, gracias a una cooperación científica sin precedentes y a los esfuerzos mundiales de vacunación. Las economías saldrán de la crisis y las comunidades comenzarán el largo camino de regreso a la “normalidad”. Pero no se volverá a la antigua normalidad: algunas funciones laborales se perderán y sectores industriales enteros desaparecerán para siempre. No debemos permitir que el sector de los medios de comunicación independientes sea uno de ellos.
La pandemia ha resaltado el papel que desempeñan los medios de comunicación locales en la transmisión de información de importancia crítica sobre la salud y los medios de vida de las personas. Según el Digital News Report del año 2020 del Reuters Institute for the Study of Journalism, los periódicos locales y sus sitios web en los países encuestados son la principal fuente de noticias sobre una ciudad o región en particular, y llegan a cuatro de cada diez personas semanalmente. Durante la pandemia, los medios de comunicación locales ayudaron a informar a las comunidades sobre las prácticas básicas de higiene preventiva, los lugares de toma de pruebas, y los procedimientos de vacunación. Dichos medios han proporcionado a los ciudadanos información que salva vidas y han desacreditado las teorías conspirativas relacionadas con el coronavirus y las vacunas.
Cuando aumenta la ansiedad por el virus, también aumenta el consumo de medios. Pero según el Índice Anual de Sostenibilidad de medios de IREX, un mayor consumo de medios en Europa del Este no ha llevado a mayores ingresos. En Georgia y Serbia, por ejemplo, el número de lectores de los medios locales ha aumentado considerablemente antes y durante la pandemia, pero los ingresos publicitarios siguen disminuyendo. En Bosnia y Herzegovina, según estimaciones locales, el mercado de la publicidad en los medios de comunicación se ha reducido en un 60% en los últimos diez años.
Incluso antes de la pandemia, un estudio de IREX mostró que los gobiernos, los partidos políticos y los intereses privados en Europa del Este se habían establecidos como los principales proveedores de subsidios a los medios de comunicación, debido a la volatilidad de los mercados publicitarios de la región. Esta tendencia se intensificará después de la pandemia, y los medios de comunicación locales extenuados por las tensiones financieras inducidas por el COVID pueden caer bajo el control de oligarcas o gobiernos represivos que los despojen de su independencia.
Este peligro no se limita a Europa del Este. Según el informe de Freedom House de 2020 titulado “Beijing’s Global Megaphone”, China está ganando influencia sobre partes clave de la infraestructura de información de algunos países, incluidos entre ellos Sudáfrica e Italia, a medida que las empresas tecnológicas chinas estrechamente vinculadas al gobernante Partido Comunista de China adquieren plataformas de difusión de contenido utilizadas por decenas de millones de personas.
Estas presiones pueden hacer que los medios de comunicación locales pequeños acaben en manos de funcionarios del gobierno que los utilicen para impulsar su propia agenda. La independencia editorial, siempre un concepto algo nebuloso en China, desaparecerá por completo, y las restricciones de la autocensura periodística se harán más estrictas.
Para evitar esto, las organizaciones internacionales de desarrollo de los medios de comunicación deben centrarse en seis medidas para abordar los desafíos que enfrentan los medios de comunicación locales independientes. En primer lugar, la pandemia ha acelerado el desplazamiento hacia la información proporcionada en línea, alejando a los medios de comunicación de los modelos de financiación tradicionales. La incubación de modelos alternativos, como por ejemplo el crowdfunding y la publicidad en línea, podría reducir la dependencia de los medios de comunicación locales de los recursos de los donantes, y minimizar así la influencia de propietarios políticos y empresariales, quienes tienden a reducir la independencia editorial.
Una segunda prioridad es apoyar a los medios de comunicación independientes para que aprovechen las plataformas digitales. Los medios de comunicación locales están mejorando su presencia en línea, pero necesitan comprender mejor las oportunidades digitales para poder capitalizarlas. Los medios de comunicación locales más pequeños necesitan capacitación y asistencia de las instituciones de apoyo para entender cómo sobrevivir a la competencia en línea proveniente de las redes sociales y ofrecer a los ciudadanos contenidos de calidad.
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En tercer lugar, la creación de nuevos fondos de emergencia gubernamentales y no gubernamentales ayudaría a apoyar a los periodistas y a los medios de comunicación que se encuentran bajo presión. Al igual que el Lifeline Embattled CSO Assistance Fund de Freedom House para las organizaciones de la sociedad civil, o el International Fund for Public Interest Media de Luminate, deberían establecerse múltiples fondos para la asistencia de emergencia y las subvenciones para la resiliencia. Una o dos iniciativas de este tipo no serán suficientes para abordar el reto global al que se enfrentan los medios de comunicación locales. Para abordar los problemas a gran escala será necesario un esfuerzo concertado dirigido por instituciones gubernamentales y no gubernamentales que se dedican al desarrollo internacional.
Cuarto, la capacitación en alfabetización mediática para periodistas, editores y productores es de importancia trascendental para combatir la desinformación. Los periodistas a menudo no tienen las habilidades o el tiempo para verificar la información. En la carrera por publicar una historia, la precisión no suele ser la máxima prioridad. Se debe generalizar la capacitación a mitad de carrera para periodistas profesionales y autónomos en las áreas de alfabetización mediática, verificación de hechos y desacreditación de teorías de conspiración.
En quinto lugar, los financiadores internacionales deberían ayudar a financiar el apoyo psicológico a los profesionales de los medios de comunicación. El ciclo de noticias las 24 horas del día, los 7 días de la semana y las demandas de informar desde el frente de la pandemia están pasando factura a los periodistas y creadores de contenido independientes, pero las empresas de medios de comunicación rara vez proporcionan al personal la ayuda psicológica necesaria para resistir estos desafíos. Un mecanismo de apoyo psicológico de emergencia para los profesionales de los medios de comunicación podría ayudar a garantizar que los periodistas permanezcan en la profesión y brinden a los ciudadanos información de importancia crítica durante la recuperación posterior a la pandemia.
Por último, apoyar el periodismo de investigación es fundamental. Según el Banco Mundial, la corrupción es uno de los principales obstáculos a los que se enfrentan los países en desarrollo. El periodismo de investigación es una de las herramientas más importantes y a menudo pasadas por alto para combatirlo. Un tesoro escondido es la disponibilidad de datos en línea y herramientas de inteligencia artificial de bajo costo para analizarlos; este tesoro debería constituirse en una mina de oro para los periodistas, pero ellos a menudo carecen de las habilidades para usar estas herramientas. Enseñar a los profesionales de los medios de comunicación que trabajan en los medios locales más pequeños cómo trabajar con datos y fuentes abiertas para realizar investigaciones es clave para responsabilizar a los gobiernos locales y mitigar la corrupción.
Las tendencias actuales de los medios de comunicación mundiales son preocupantes, pero hay motivos para el optimismo. La expansión de los medios de comunicación digitales y la amplia aceptación de la importancia de la información de calidad pueden dar a las organizaciones de medios de comunicación independientes la oportunidad de labrarse un nuevo papel. Esto es especialmente importante para los medios de comunicación locales, que siguen siendo un salvavidas informativo para millones de personas en todo el mundo.
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