Tegucigalpa. «Las caravanas, o también como les llaman otros, éxodos masivos de seres humanos, es la expresión de un fracaso del sistema, es una expresión de un fracaso de la sociedad y es un fracaso de las políticas», expresó el sacerdote jesuita, Ismael Moreno, durante una entrevista con el titular de la Secretaría del Migrante del estado de Guanajuato, Juan Hernández.
Moreno, quien es director de Radio Progreso y del Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) en Honduras, señaló que «en las caravanas lo que encontramos es un pueblo desesperado», donde si bien se viven de cerca en Centroamérica y México hacia Estados Unidos; es un fenómeno que se vive tanto en Europa y Asia, y corresponde a la exclusión de poblaciones enteras a consecuencia de la globalización, donde «la desesperación desbordó las capacidades de la sociedad».
El padre Melo, como también es conocido, realizó estas afirmaciones durante una entrevista para «Migrantes contra reloj», una miniserie de canal 4 de Guanajuato, donde expertos en temas de migración hablan sobre los alcances del fenómeno, y que además busca presentar las historias de migrantes y sus familias.
Migrantes contra reloj⏰🎒
Una miniserie donde expertos en temas de migración 🌎 nos hablarán de los alcances de este fenómeno, además conoceremos historias de migrantes y sus familias🤝#LoViEnTv4 @JuanHernandezS @MigranteGto https://t.co/Q5iL6DxhGB
— TV4 📺📱💻 (@tv4guanajuato) December 29, 2021
El director de Radio Progreso dejó entrever que al no ser expresiones únicas a una región, las caravanas migrantes corren el velo de quiénes han sido excluidos por no tener empleo, quienes fueron expulsados de sus territorios por explotaciones mineras, cuáles son las poblaciones víctimas de extorsiones y violencia en manos de las maras o pandillas o el narcotráfico; seres humanos quienes al final dicen: «vamonos a cualquier parte, porque aquí lo que nos espera es la muerte, la muerte inmediata o la muerte lenta. Entonces vámonos para cualquier parte».
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El entrevistado apuntó que «en las caravanas lo que tenemos es un fracaso de la humanidad», y como tales, al ser «nuestros propios fracasos, sentimos el dolor», el cual nos impulsa a poner en marcha «todo tipo de propuesta ética, económica y política para que las caravanas dejen de ser expresiones desesperadas de un pueblo a su vez desesperado» y así responder y encontrar las raíces de la problemática.
IMPACTO DE LA GLOBALIZACIÓN EN EL FENÓMENO MIGRATORIO
Sobre el impacto de la globalización en el fenómeno de la migración, el sacerdote manifestó que la misma «se define a partir de los muros» y de garantizar «la protección y la concentración de riqueza en muy pocas personas a costa de expulsar a millones de seres hacia la marginalidad y a la exclusión».
«Es es el gran muro del capital, el muro político que nos separa y mientras tengamos un modelo mundial a partir del capital preparémonos a seguir siendo víctimas como humanidad de las desigualdades de las exclusiones y de las expulsiones de millones de seres humanos hacia la marginalidad, por lo tanto pienso yo que se fue Trump pero el muro sigue», remarcó el padre Melo a su entrevistador.
Moreno hizo hincapié en los lazos de hermandad que deben existir hacia los migrantes sin importar su nacionalidad. Asimismo, dijo que vivir en este mundo implica «generar puentes de solidaridad» y «vivir comprometidos con tener las puertas abiertas ante el clamor de los seres humanos que la tocan y abrirlas en solidaridad».
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Sobre quienes dicen que antes de atender a los migrantes hay que atender a quienes ya residen en el lugar, el director de Radio Progreso refirió que debe haber apertura para las poblaciones que más sufren. «Nos vamos a dar cuenta que cuánto más abramos las puertas a los migrantes, más vamos a descubrir que nuestros bienes y recursos y nuestros servicios alcanzan para todos» y viceversa, cuando se cierran las puertas a los migrantes, «nos vamos a dar cuenta que faltan cosas […] Es el misterio y el milagro del compartir».
LOS MIGRANTES SON SERES HUMANOS, NO UN PROBLEMA DE SEGURIDAD
El sacerdote jesuita recalcó que tanto Estados Unidos, como México, se equivocaron durante años al ver a los migrantes como un «asunto de seguridad», un problema; sin vislumbrar realmente qué estaba empujando a las personas a salir de sus países.
«En su raíz perdieron la brújula» y dejaron de ver a los migrantes como seres humanos y los clasificaron como «problema de seguridad nacional» y como tal las respuestas que se han dado son coercitivas, represivas y de endurecimiento de las legislaciones. Al cambiar la narrativa y que desde la autoridad se diga «los migrantes son humanos» como ocurrió en Guanajuato, dijo el padre Melo, conducen a que los migrantes no sean vistos como un problema y que se busquen espacios de empleo de tránsito y que «ellos se sientan acogidos».
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Moreno cree firmemente que el futuro de la humanidad es de paz; sin embargo, la misma no será alcanzada si se ve al ser humano como mano de obra; o si se va a ver a los seres humanos a partir de la superioridad, o de quienes tienen o no riqueza.
El sacerdote jesuita hondureño cerró la entrevista declarando que no hay razón alguna para arrepentirse por ser señalado como una figura controvertida. «Me arrepiento de mis tibiezas y de mis limitaciones para un servicio más eficaz»; sin embargo «lo que he dicho en defensa de los derechos humanos, de lo que he dicho en solidaridad con mi pueblo, el que más sufre, de eso no me arrepiento».
«Mientras este mundo está construido a partir de un modelo que produce permanentemente desigualdades, que concentra capitales en muy pocas manos, y expulsa millones de personas, entonces es absolutamente controversial, y no tocar esa controversia por la propia comodidad particular me parece a mí que eso, de mi parte, no es ético en lo que a mi corresponde», finalizó.
