El director de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés lamentó que no se castigue a los que han saqueado los fondos contra la pandemia mientras se detiene a hondureños que exigen saber dónde está el dinero
Por: Redacción CRITERIO.HN
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Tegucigalpa.- En una tribuna para discutir el destino de miles de millones de lempiras destinados a la crisis generada por el coronavirus en Honduras, entre otros temas de candente actualidad, se convirtió el foro virtual “Dónde está el dinero”, realizado por Radio Progreso, en el que participaron hoy varios expertos, incluyendo al presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Pedro Barquero.
El debate conducido por el Equipo de Reflexión, Investigación y Comunicación (ERIC) convocó también al economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (FOSDEH), Alejandro Kafati, y el analista del Centro de Estudio para la Democracia (CESPAD), Francisco Saravia.
“Es vergonzoso que personas que abiertamente roban cientos de millones de lempiras anden impunemente en la calle y que a unos muchachos que están pintando un rótulo en la calle se los lleven detenidos”, dijo Barquero. “Es vergonzoso que el Gobierno actúe de esa manera. Deberían meter a la cárcel a la gente que se roba cientos de millones de lempiras de forma descarada con las compras sobrevaloradas en la pandemia y no a cuatro jovencitos que tratan de manifestar su inconformidad por los actos de corrupción de este país”.
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Barquero se refirió de ese modo al arresto hoy de cuatro jóvenes que pintaron el viral grafiti “¿Dónde está el dinero?” en una zona de Tegucigalpa. No son los primeros detenidos por copiar el letrero, pintado originalmente en el bulevar Suyapa de Tegucigalpa, que se ha vuelto tendencia en las redes sociales y que aparece replicado en decenas de muros y calles por todo Honduras.
El 16 de agosto, una doctora y dos personas más fueron capturadas por policías municipales por pintar el rótulo sobre vidrios de carros cerca del estadio Olímpico de San Pedro Sula.
Otros temas cubiertos por el trío de analistas incluyeron el mal manejo de la pandemia, la pésima ejecución del presupuesto general y del presupuesto destinado al manejo de la crisis sanitaria y el desinterés gubernamental en la primera línea de médicos que atienden a enfermos de COVID-19, entre otros aspectos de vital actualidad.
El economista del CESPAD, Francisco Saravia, dijo que en vez de “¿dónde está el dinero?” debemos preguntarnos “¿dónde debe estar el dinero?”, en referencia al presupuesto que debe asignarse para combatir la pandemia, pero que no se destina a ese fin.
Saravia dijo que se presentó en la web del Gobierno un presupuesto oficial “irrisorio” de 53 millones para afrontar la crisis sanitaria, en el que apenas un millón era para bioseguridad de los médicos hondureños, cuando como mínimo se deberían destinar unos 4,000 millones para personal sanitario.
Sin embargo, Saravia reveló que CESPAD conoce un presupuesto oculto, “que no está circulando”, de 9,200 millones para combatir la pandemia, del cual casi 6,000 millones son para equipo de protección médica. Ese presupuesto escondido abarca 1,800 millones para la compra de los siete hospitales móviles, de los cuales solo dos han venido a Honduras y ni siquiera están usándose todavía para atender a enfermos de COVID-19.
Reapertura o reactivación
De los 2,500 millones de dólares presupuestados para 2020 y 2021 ya se ha colocado el 58% y solo quedan disponibles 800 millones para el próximo año, según el analista del FOSDEH, Alejandro Kafati. “Eso explica la ineficiencia de las autoridades”, agrega. “El Gobierno en realidad no cuenta con los recursos para hacer frente a las gestiones COVID en estos cinco meses de pandemia”.
Según el experto del FOSDEH, el mayor error del Gobierno durante la pandemia es la falta de gerencia, ya que incluso pone al frente de algunas secretarías a personas que no tienen las calificaciones para ocupar esos puestos. “Zapatero a tus zapatos”, dijo. El panorama, según Kafati, es desalentador porque el Gobierno no tiene un plan ni un presupuesto “estructurado” para afrontar la crisis sanitaria ni la reactivación económica.
Al respecto, Francisco Saravia opinó que la reapertura de los negocios fue prematura porque causó que la cantidad de contagiados de coronavirus se elevara, sin que las autoridades consideraran que no hay soporte sanitario adecuado en Honduras para atender a un número creciente de enfermos de COVID-19.
“La raíz es la salud” de los hondureños, dijo sobre el tema el presidente de la CCIC, Pedro Barquero, ya que a mayor cantidad de ciudadanos enfermos, menos posibilidades de reactivar la economía.
Para Barquero, el mal manejo de los fondos públicos ha impedido atacar la pandemia como lo han hecho otros países, dirigiendo dinero a la creación de brigadas médicas, equipamiento en bioseguridad y pruebas rápidas y PCR masivas.
Más que una reapertura prematura de los negocios, según el dirigente de la CCIC, lo que se necesita es una reactivación de la economía. De nada sirve una “reapertura” consistente en sacar a la población del desconfinamiento cuando lo que hay es un contexto de desempleo y falta de dinero para mover el comercio.
“Si no se resuelven el problema de la salud, la crisis tardará más en terminar”, agregó Barquero.
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