Por: Redacción CRITERIO.HN
Tegucigalpa. –Falta de transparencia, manipulación de información y otras inconsistencias por parte del gobierno, ha generado incertidumbre en la adquisición de vacunas contra la COVID-19 en Honduras, ubicando a esta nación centroamericana como la más atrasada en el proceso de inmunización para atender a una población de más de nueve millones de habitantes.
Hasta la fecha han llegado menos de 60 mil dosis de diferentes casas farmacéuticas, de las que 53 mil fueron donadas (48,000 del mecanismo COVAX y 5.000 del Gobierno de Israel) y sólo 6 mil compradas al Gobierno de Rusia.
Con lo anterior se establece que hasta el momento solo 53,000 hondureños han sido inmunizados gracias a las donaciones y 3,000 más estarían siendo inmunizados en las próximas horas y días con la compra de las 6,000 dosis al Fondo Ruso de Inversión Directa.
La Fundación Avina proyecta que con el ritmo que se ha desarrollo el proceso de vacunación, Honduras tardaría hasta once años para lograr inmunizar a su población. Sin embargo, si se toma como dato válido los 7,000,000 millones de la población en edad de ser vacunada, la tasa de hondureños inmunizados hasta el momento sería de 0.38 % y no de 0.56 % como lo señala el informe de Avina.
LAS MENTIRAS DE LA MINISTRA DE SALUD
La afirmación de la ministra de Salud, Alba Consuelo Flores, es falsa porque no existe ningún contrato con el mecanismo COVAX, pues esta iniciativa de la Organización Mundial de la Salud y la Organización Panamericana de la Salud (OPS) solo ha prometido entre 496,800 a 837,600 dosis en caso de que se logre la inclusión de Honduras en el listado de uso de emergencia de la OMS de la vacuna AstraZeneca, según lo estableció la OPS en un comunicado emitido el 4 de febrero pasado.
La OPS/OMS, informó en su página web el 10 de marzo que el Fondo Rotatorio de Vacunas de la OPS, instancia encargada de la compra de vacunas para los países de las Américas por parte de COVAX, había confirmado la llegada a Honduras del primer lote de 48,000 dosis de la vacuna AstraZeneca (SKBio Corea), en calidad de donación y que estas llegarían el sábado 13 de marzo.
En efecto el lote de vacunas llegó en la fecha establecida y aunque inicialmente la OMS/OPS había anunciado que haría una donación para cubrir el 20 % de la población, al final la cantidad fue reducida. En febrero la OPS emitió un pronunciamiento público para aclarar varios aspectos que habían sido manipulados por el presidente hondureño, Juan Hernández, en torno al número de dosis y fechas de entrega.
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Sobre el segundo lote de vacunas a través del mecanismo COVAX, las autoridades de la OMS/OPS, anunciaron que llegarían al país la última semana de abril y que luego se realizarían entregas secuenciales y graduales hasta cumplir con lo acordado con el Gobierno.
La inmunización ha generado incertidumbre en los hondureños, quienes no saben con certeza cuando serán vacunados contra el coronavirus, enfermedad que ha dejado cerca de 5,000 muertes, según el Gobierno y más de 11,000, según la Asociación de Funerarias de Honduras,
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LOS MISTERIOS DE LA VACUNA SPUTNIK V
A inicios de marzo el Gobierno de Honduras negoció a través del embajador de Rusia en Centroamérica, Alexander Nikolaevich, la compra de 4,2 millones de dosis de la vacuna rusa para inmunizar a 2,1 millones de hondureños y hondureñas.
Originalmente se pensaba que un primer lote con más de 400 mil vacunas llegaría a finales de marzo, pero fue hasta el 16 de abril de 2021, cuando llegó al país un adelanto de la Sputnik V de 6 mil dosis.
El contrato, que fue negociado con las autoridades de Rusia, llevó su protocolo en el que participaron veedores del Foro Nacional de Convergencia (Fonac), instancia de sociedad civil cercana al gobierno de Juan Hernández.
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De acuerdo con información proporcionada por el ministro de Finanzas, Marco Midence, desde el Gobierno esperaban que el contrato fuese confidencial, por lo que presentaron una solicitud ante el Instituto de Acceso a la Información Pública (IAIP), para que se blinden algunas de sus cláusulas.
A la petición de la Secretaría de Finanzas se sumó la Secretaría de Salud, quien solicitó formalmente la confidencialidad parcial del contrato, pero el IAIP dio un plazo crítico de cinco días hábiles para que las autoridades publicaran en español la versión del contrato de compra de la vacuna.
La petición de Salud se amparó en requerimientos del Gobierno de Rusia, por lo que se pidió confidencialidad en lo relacionado a reservar el número de cuenta donde Honduras hará los depósitos.
El contrato todavía no se ha hecho público, lo que implica además que el Gobierno ha incumplido con la ordenanza del IAIP. Hasta el momento todo ha quedado en afirmaciones sin pruebas por parte del ministro de Finanzas, Marco Midence, quien afirma que el precio por vacuna es de 9.95 dólares ($41.7 millones en total).
El Gobierno, que dirige Juan Hernández, nombró una comisión especial encabezada por Marco Midence y el canciller, Lisandro Rosales, para viajar a Rusia y conocer de primera mano los factores del atraso en la entrega de los lotes de vacuna. Por el momento el viaje no se ha ejecutado.
Así como el IAIP, Criterio.hn solicitó a las autoridades de Salud una copia del contrato firmado con el Gobierno de Rusia para la compra de la vacuna, y los detalles relacionados a la comisión que viajará, así como los gastos que el Estado de Honduras tendrá que erogar por esa diligencia. Por ahora las autoridades no han respondido la petición.
PRIVATIZACIÓN DE LA VACUNA
A raíz de la incapacidad del gobierno para inmunizar a la población, la empresa privada comenzó a gestar una campaña mediática para que el Gobierno les permitiera importar la vacuna contra la COVID-19.
La cúpula empresarial a través del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) firmó un convenio con el gobierno y prometió importar la vacuna sin intención de comercializarla, pero, paradójicamente en el Congreso Nacional se presentó un proyecto de ley que pretende dar luz verde a la venta de la vacuna una vez sea adquirida por el sector empresarial.
La situación fue denunciada por la bancada de diputados del PINU, quienes no dudaron en emitir un comunicado y calificar la propuesta como una intención de privatizar un derecho que el Estado debe garantizar.
El diputado Luis Redondo denunció que empresarios y gobierno quieren usar la crisis sanitaria para hacer negocio con la necesidad de la gente.
Ante las denuncias, tanto el gobierno como la cúpula empresarial aseguraron que la vacuna solo será importada para inmunizar a los trabajadores del sector privado, junto a sus familiares y que no será comercializada.
Indistintamente de los argumentos, el convenio develó la inoperancia del gobierno y su falta de responsabilidad para cumplir con su obligación de garantizar el derecho a la salud al pueblo hondureño que garantiza la Constitución.
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La presidenta de la Asociación de Médicos del Instituto Hondureño de Seguridad Social, Ligia Ramos, criticó el papel del Gobierno en cuanto a la adquisición de la vacuna contra la COVID-19. “A un año de la pandemia estamos peor que al inicio, no se avanzó en nada, nos quitaron dinero, personal, medicamentos, nos quitaron oportunidades de fortalecer el sistema de salud, a un año estamos peor que antes”.
Ramos, quien es además fiscal del Colegio Médico de Honduras (CMH) recalcó que no han tenido respaldo del Gobierno ni en el abastecimiento de insumos ni en las medidas de contención de la pandemia: “no tenemos apoyo en nada de parte del Gobierno, ni siquiera en restricciones sociales para evitar el contagio, todo lo que ha pasado es consecuencia de una mala visión y maldad del Gobierno”.
Con respecto a la propuesta de importación privada de vacunas, Ramos enfatizó que “las vacunas son potestad del Estado, nos ponemos a pensar las razones de la tardanza, supuestamente hemos tenido tiempo para adquirir las vacunas, hemos tenido pláticas con Rusia para la vacuna, pagaron hospitales que no sirven, no se ha hecho un contrato con garantías, las pudimos tener desde febrero. No lo hicieron porque quieren comercializarlas, dárselas a la empresa privada, que no ha tenido la responsabilidad social ni con sus trabajadores ni consumidores”.
Entre tanto, el vicepresidente del Colegio Médico de Honduras, Samuel Santos dice que el Gobierno pretende convencer a la población de que la vacuna se puede comprar a través de terceros, aunque eso sea ilegal.
“Es triste ver a países vecinos avanzar en la vacunación, solo nosotros estamos atrasados, nos afecta a todos, la situación no se puede controlar con este tipo de gestión gubernamental y con sus mentiras, es duro decirlo, pero se han vacunado más hondureños en Estados Unidos que en su propia patria”, finalizó el médico.
