Lo que en gobiernos anteriores parecía malo y llegó a convertirse en una promesa de campaña, hoy, en la práctica, la realidad no es distinta. Xiomara Castro, presidenta de Honduras, durante los más de dos años que lleva en el poder, se ha enfocado en repotenciar las Fuerzas Armadas y asegura que lo continuará haciendo, aduciendo que hay resultados positivos en la lucha contra el crimen organizado
Foto portada: Secretaría de Prensa
Tegucigalpa, Honduras.- La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, en medio de la celebración del 93 aniversario de la Fuerza Aérea el pasado viernes, anunció que para este 2024 continuará reforzando a la institución castrense con la adquisición de seis helicópteros nuevos y la repotenciación de otras 12 aeronaves, incluyendo los aviones F-5.
“El apoyo y la repotenciación hoy son una realidad. Este 2024 recibiremos seis helicópteros nuevos y se habrán reparado y repotenciado seis helicópteros y seis aviones F-5 (…) Esto gracias a los excelentes resultados que estamos obteniendo en la lucha frontal contra el crimen organizado y el narcotráfico”, mencionó Castro, en la ceremonia que fue acompañada por varios funcionarios de su gabinete de gobierno.
Aunque no profundizó en detalles, Castro mencionó que estas seis aeronaves son de la marca Bell y, de igual manera, para finales de 2024, estarían llegando otros dos de la marca Airbus H145, comprados a la empresa Airbus Helicopters, a un monto de casi 300 millones por unidad, eso sin contar el Impuesto sobre la Venta (ISV) y los impuestos por derecho de importación. Estas aeronaves cuentan con capacidad para 10 personas y fueron diseñadas específicamente para evacuaciones médicas, extinción de incendios y rescates tras extensas búsquedas.
Además, a mediados de 2023, la institución castrense se dotó de un sensor de vigilancia multi-misión valorado en casi cinco millones de lempiras (4,980,000), cuyo objetivo era monitorear puntos estratégicos del país en los que habitualmente ingresan drogas y armas provenientes del crimen organizado y narcotráfico.
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REPOTENCIACIÓN NO SE REFLEJA EN LA REALIDAD
Aunque dotar de equipos modernos a las instituciones de seguridad es un deber de los gobiernos de turno, Nelson Castañeda, director de Seguridad y Justicia de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), cuestionó que estas adquisiciones, atribuidas a la eficaz lucha contra el crimen organizado, no se vean reflejadas en la realidad hondureña.
“Honduras continúa siendo de los países más violentos del mundo y de los que continúan siendo un paso para la droga. Es normal y necesario dotar a una institución de seguridad, pero el recurso bien utilizado se evidencia cuando hay eficacia, no sólo cuando se gasta por gastar”, valoró Castañeda en pláticas con Criterio.hn.
Además, Castañeda mencionó que la Secretaría de Defensa Nacional (Sedena) para el ejercicio fiscal posee uno de los presupuestos más elevados, por lo que la institución se dotará de todo el recurso que sea necesario para tratar de hacer una lucha frontal al narcotráfico y crimen organizado.
“El tema del presupuesto es importante; tienen uno de los más elevados. Obviamente tienen que demostrar que están trabajando en buscar la paz para la población, algo que todavía no se ha logrado, pese a que la Secretaría de Seguridad también tiene un presupuesto abultado”, puntualizó el profesional del derecho.
El presupuesto para el ejercicio fiscal de la Secretaría de Defensa para 2024, que dirige el ministro José Manuel Zelaya, sobrino de la presidenta hondureña, es de casi 12 mil millones de lempiras (11,385,650,724.00), un 5% más que el que poseía en 2023, posicionándose como el más alto de la historia, incluso, más elevado que el de la Secretaría de Seguridad, que tiene a su disposición casi L 11 mil millones.
Aunque Honduras no está en conflictos armados que motiven a utilizar todas las aeronaves, el argumento para elevar el presupuesto de Sedena fue la férrea lucha contra el narcotráfico y el crimen organizado, algo que ha fracasado porque, en lugar de ser un país de tránsito para la droga, ahora se posiciona como productor. Muestra de ello son los aseguramientos de terrenos en los que se siembra arbustos de coca y hoja marihuana.
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BUENO ¿Y LA DESMILITARIZACIÓN?
Que lo institución castrense se convierta en aliado de los gobiernos de tunos no es nada nuevo, pero a la presidenta Xiomara Castro la cuestionan porque, durante su campaña proselitista, prometió desmilitarizar la sociedad, para romper con la hegemonía que se mantuvo durante 12 años de gobierno del Partido Nacional.
Castro, lejos de quitarles poder, en los últimos años les ha entregado más atribuciones, que no deberían de corresponderles, ya que contraviene con lo que manda el artículo 172 de la Constitución de la República.
El artículo, en pocas palabras, dice que las Fuerzas Armadas deberán de colaborar con la Policía Nacional, pero pasa todo lo contraria. La institución castrense está liderando una intervención en todos los centros penales del país; ha intervenido departamentos y ahora los uniformados tienen la capacidad de arrestar y allanar, gracias al estado de excepción vigente desde el seis de diciembre de 2022.
“El gobierno de la presidenta Castro está tomando decisiones contradictorias: lo que antes prometió, ahora no lo cumple en el poder. Todo tiene que ver con el protagonismo que tienen las Fuerzas Armadas en las tomas de decisiones que corresponden al sector civil. Está bien fortalecer las Fuerzas Armadas, pero no es el momento”, opinó el abogado constitucionalista Raúl Pineda Alvarado.
