Por: Emy Padilla
Tegucigalpa. –Han pasado ocho años. Sí, para ser exactos 3,041 días. En el transitar de este tiempo hemos revolucionado el periodismo en Honduras. Nuestra carta de presentación ha sido la independencia, principio que nos ha puesto cuesta arriba y luchar contra la marea para seguir informando.
En estos ocho años hemos tenido momentos dulces como amargos, pero lo más importante es que hemos seguido firmes auditado el poder, ese que se cree y percibe omnímodo.
Desde el 1 de mayo de 2015, cuando salimos a la luz del público, juramos mantener nuestra independencia como una necesidad imperante de hacer otro tipo de periodismo en Honduras y que, más allá de su independencia editorial se pusiera a tono con las exigencias de la modernidad y de la era virtual.
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Pero el mayor de los retos fue darle forma a un medio de comunicación nacido de las entrañas de una pareja de periodistas soñadores e idealistas, alejados del capital y del poder político, con el único objetivo de transmitir información que sirviera de base para sembrar un pensamiento crítico y analítico entre los hondureños.
Más allá de ese propósito surgió, además, la necesidad de fundar un medio que relate todas aquellas cosas que el poder pretende ocultar y eso se logra con un periodismo investigativo, que esculca más allá de lo palpable y de lo evidente. Para nosotros el periodismo es contar las cosas a profundidad, con evidencia, no sólo es el relato de las fuentes, peor aquellas oficiales que únicamente cuentan lo que les interesa que se sepa. Para eso existen las relaciones públicas.
Sacar avante un proyecto de esta índole no ha sido fácil, pero si un reto y una alegría poder lograrlo, hacerlo crecer y ahora sostenerlo. Muchos se preguntarán ¿cómo lo han logrado?
Bien, como promulgamos la transparencia, de todos es sabido que nuestro proyecto para que tenga independencia, de entrada, no pertenece a un grupo empresarial o político, simplemente es subvencionado por la cooperación internacional que promueve el periodismo independiente y con pequeños aportes de un modelo de negocio que brinda diferentes servicios en el área de las comunicaciones y ventas publicitarias.
Nuestro medio nunca ha aceptado una pauta publicitaria que condicione su independencia editorial y tampoco lo aceptará jamás porque tiraría por la borda ocho años de ilusión, ocho años de dignidad.
Hasta el momento hemos renunciado a la pauta publicitaria gubernamental porque históricamente en Honduras ha sido un ejercicio de control mediático que, lejos de promover la libertad de prensa y expresión, se convierte en un bozal para evitar decir cosas “indeseables” o una caja de resonancia para replicar el discurso que patrocina el oficialismo.
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ATAQUES TRAS ATAQUES
En esta fecha no queremos causar lástima o que nos miren como víctimas, pero si queremos resumirles que el trabajo de investigación sobre las mafias del poder, crimen organizado, violaciones de los derechos humanos y de todas las causas que abrazamos, nos han hecho proclives a ataques sistemáticos que comenzaron desde un inicio y que con el paso del tiempo se han ido agudizando.
Una breve reseña es que en diciembre de 2016 nuestro sitio web fue objeto de un ataque de fuerza bruta que logró sacarnos del ciber espacio por más de tres semanas. Después de esa fecha, durante los gobiernos de Juan Orlando Hernández (2014-2018 y 2018-2022), nos hicieron varias campañas de estigmatización y ataques en redes sociales y se nos negó el acceso a las fuentes oficiales. A nuestros fotoperiodistas o reporteros se les sacaba de los salones mientras se brindaban conferencias de prensa y, así otras cosas por el estilo.
A partir de enero de 2022, con el ascenso al poder de Xiomara Castro y el Partido Libertad y Refundación (Libre), pensamos que por lo menos tendríamos acceso a las fuentes oficiales, pero no ha sido así, pues en Casa de Gobierno nos han trancado las puertas, no se nos acredita como medio de comunicación.
Asimismo, se nos ha atacado públicamente a través de las redes sociales de las instituciones públicas, poniendo en entredicho y cuestionamiento nuestro trabajo periodístico con la malsana intención de desprestigiarnos.
El ataque más reciente y más despiadado fue el 12 de abril, cuando nos hackearon el perfil de Twitter (suplantaron la identidad). Hasta el momento desconocemos de dónde y por qué se originó dicha acción, pero como lo dijimos una vez recuperado el perfil, después de una intensa intervención de organismos internacionales: “Los ataques se dan cuando los periodistas tocan los intereses del poder. Estamos conscientes que eso es lo que nos ocurre, pero más conscientes estamos que ese es el reto que debemos asumir”.
Dicho lo anterior, seguiremos firmes obedeciendo a nuestra misión de desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad.
Y así festejamos nuestro aniversario número ocho y lo celebramos doblemente porque coincide con el Día Internacional del Trabajador. Somos obreros del periodismo y por eso festejamos con estoicismo este día. Felicidades trabajadores hondureños, felicidades a todo el equipo de CRITERIO, a todas esas mujeres y hombres que hacen posible este maravilloso proyecto al cual me enorgullece pertenecer.
