Alejando Mayorkas y las formas en que pudiera ayudarnos

Veinte derechos universales, sociales, suficientes

Por: Rodolfo Pastor Fasquelle

                                                                  a Natalie, mi pupila

Muchos amigos se debaten en pleitos, en otro tiempo dogmáticos, hoy ideológicos. A esta hora de la historia, sin embargo, los simplismos y los ismos en general resultan poco convincentes. Todos estamos evidentemente obligados a obedecer cualquier ley consensuada. Y  aportar al Estado, en servicio y en impuesto a la renta (que debería de ser el único impuesto en una sociedad justa, además de una tasa reguladora al comercio exterior), la proporción que deseamos ver retribuida en servicios y seguro público. Después, la obligación del estado es institucionalizar un régimen que asegure derechos universales suficientes; el derecho:

  1. a la vida, y alguna forma de buscarse la vida, y a la libertad de todas las personas conscientes para, en ese afán, transitar y residir sin fuerza, donde puedan, quieran y tengan legal cabida.
  2. de todos, a un ambiente saludable, a la salud elemental, al aire limpio y al agua potable, a salvo de amenazas, es decir a la salubridad, y al servicio médico actualizado, vacunas y la medicina primaria para las enfermedades prevenibles y comunes.
  3. de todos, a la dignidad, de los humildes especialmente, de los niños, los ancianos, las mujeres, contra la humillación y el acoso, contra la violencia autoritaria, el derecho de los imputados, aun del reo y del condenado, contra el abuso y el castigo draconiano.
  4. del inocente a los alimentos, el abrigo y el techo, el derecho de los niños contra el hambre, de los ancianos, de los inválidos y de los enfermos, de los desprovistos de un hogar, a las necesidades básicas y a la protección de la comunidad y el estado.
  5. de los estudiantes a una educación pública de calidad, que los integre socialmente, les enseñe a preguntar, a pensar, a resolver problemas, diseñar y construir soluciones, con las lenguas y las destrezas técnicas para los tiempos y oportunidades venideras.
  6. del proletario al empleo decente, que se pueda desempeñar con seguridad, sin arriesgar la vida o salud, que le genere un ingreso congruo con sus necesidades, que le permita luego del desahogo cotidiano, proyectar un hogar, un seguro propio, un retiro digno.
  7. derecho del campesino y el productor potencial del agro a la tierra y al agua, a la semilla, a   la tecnología y a las condiciones de la producción, postcosecha y al mercadeo.
  8. de las comunidades a sus bienes comunes, a disponer de ellos y a protegerlos de la depredación extractivista del suelo, el agua y el bosque vecino, el ejido compartido, el río y los montes propios y los paisajes naturales que se reconocen como patrimonio.
  9. de los grupos étnicos al respeto oficial a sus propias autoridades, para sus costumbres y culturas diversas, sus territorios y el derecho de todos a su identidad, sin que prime ninguna.
  10. soberano de las mujeres sobre sus cuerpos, a disponer si acarician o permiten la caricia, a decidir si se reproducen o no, a trabajar sin prejuicio ni discriminación y recibir por igual esfuerzo la misma remuneración, a la voz, el voto y oportunidad electiva.
  11. a una comunicación confiable, a la libertad de pensamiento y expresión, al derecho de creencia y de religión, cuando no afecten los mismos derechos de terceros y el derecho a la libertad de cátedra, a la investigación y la enseñanza.
  12. a un lugar para vivir, un espacio para el núcleo  familiar, y un techo y un muro, de protección contra los elementos, que puedan hacer daño, un hogar, sin hacinamiento, con luz natural y ventilación adecuada, construido con materiales inocuos.
  13. a los servicios públicos, sin más que requerirse por necesidad, derecho a la energía eléctrica y el agua, al registro civil, el transporte público y a los servicios de la autoridad local que debe casarse o divorciarlos, permitirles operar, etc.
  14. a la locomoción o libre tránsito, y por ende un derecho a los buenos caminos, francos, al puerto y al muelle, acceso seguro de los propios ciudadanos a la frontera (allá otros, si no los quieren dejar pasar) asimismo debe garantizar los derechos del extranjero aquí en los mismos términos, con excepción de los derechos cívicos de los ciudadanos, que aportan impuestos y servicio.
  15. de los ciudadanos a votar y ser votado, escoger gobernantes y el derecho a participar y aun figurar en las planillas si eres un ciudadano, y acceso a los canales de información pública para darte a conocer a tus conciudadanos de modo que puedan valorarte y pueda cada uno evaluar opciones, sin ¡reelección!
  16. a la libertad de empresa, al negocio, a la útil carrera de comprar y vender, lo que sea, sin recarga de impuestos abusivos, desproporcionados a la utilidad, el derecho a negociar para conseguir una ganancia legítima, compitiendo en cancha nivelada, sin monopolio, ni ventaja, en el libre mercado, sin especulación.
  17. a la legítima propiedad privada, la individual, la familiar, y también la corporativa, derecho a disfrutar de ella, sin miedo ni el privilegio de abusar, conformándose con el beneficio que puede dar, salvaguardando las normas del manejo responsable.
  18. de asociación y de filiación libre y voluntaria a cualquier institución legal, responsable y el derecho a constituir sin trabas, grupo juvenil, asociación, iglesia, gremio, sindicato, cooperativa, cofradía, sociedad mercantil, partido o club social, liga, chat,
  19. a la cultura y a la ciencia, al ejercicio creativo de la expresión, al disfrute de las artes y la proyección de su imaginación y al pensamiento reflexivo y sistemático en el laboratorio.

 20 a la privacidad, a que no se nos importune por ninguna razón en nuestra intimidad, un derecho absoluto a lo que hacemos a solas o la compañía invitada, sin afectar a terceros, con nuestros cuerpos y bienes ¡que también existe el derecho a la amistad!

Para asegurar esos veinte derechos, no es fuerza desmontar u homogeneizar los sistemas económicos y políticos, ni avalar una alternativa única, solamente hay que hacer en cada caso, los cambios indispensables para que el Estado asuma y cumpla con su responsabilidad, y hay que hacer esos cambios, desde la sociedad, por la vía democrática, del debate cívico en el foro.

 Nada más tiene que hacer el gobierno, y aunque sea difícil ¡si no asegura estos veinte derechos, no cumple su único legítimo fin!

El Carmen 9 de mayo de 2022

  • Jorge Burgos
    Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. jorgeburgos@criterio.hn

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