Ricardo Flores, alumno de la Universidad del Valle de México (UVM), ha desarrollado un motor a base de agua que pretende dar respuesta a uno de los problemas ambientales que sacuden a la capital del país. Un dispositivo que le ha permitido crear hoy su propia empresa y que, asegura, le rendirá beneficios en un futuro. Flores tuvo una idea y apostó por ella. Pero no lo hizo solo: “Si no hubiera tenido la ayuda de mis profesores y de la universidad, ni siquiera lo habría terminado”, reconoce el estudiante.
Este joven, alumno del último curso de Ingeniería Mecatrónica, explica por qué es tan importante el apoyo de los docentes. “Ellos me orientaron con la parte teórica, me ayudaron a hacer cálculos que yo necesitaba y me impulsaron para seguir adelante con mi proyecto”, explica Flores. La UVM le proporcionó además un taller donde él disponía de las herramientas y el espacio suficiente para finalizar su proyecto. “Antes me dedicaba a él en mis ratos libres, lo hacía en mi casa, en la universidad me ayudaron muchísimo”, explica el alumno.
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Y le siguen ayudando. Su motor tendrá una empresa que se está gestando también en el mismo lugar. El departamento universitario encargado de hacer el sueño de Flores realidad se llama Incubadora. Ahí los estudiantes reciben asesoría para impulsar sus negocios y su marcas. Él espera que algún día el transporte público de la Ciudad de México incluya un motor que funcione con hidrógeno. En ese departamento le apoyan con recursos económicos y con los conocimientos burocráticos que no todo el mundo posee a la hora de sumergirse en el mundo empresarial. “Siempre están detrás de mí, pidiéndome lo que necesitamos para avanzar y ayudándome a impulsarlo”, explica Flores.
La UVM se encuentra entre los mejores centros de estudio del país. Además es la universidad privada más grande de México, con 36 campus en 18 Estados y cuenta con más de 125.000 estudiantes. La experiencia de más de 55 años formando a alumnos la ha convertido en una de las mejores opciones para quienes desean formar parte de su comunidad. Flores, que anteriormente estudiaba en otro centro y lo abandonó para seguir su pasión por la Mecatrónica, apunta que la UVM ofrece “un seguimiento a los alumnos” que no es fácil de obtener en otras entidades académicas.
El resultado es que el 87% de sus egresados obtiene un empleo acorde con su área del conocimiento en el primer año. Se encuentra entre los tres centros de estudios preferidos por los reclutadores de empleados, según un estudio de la red de empleo OCC Mundial. Además, nueve de cada 10 empresas grandes están dispuestas a contratar a licenciados e ingenieros de la UVM. Esto da una idea del prestigio que posee entre los líderes empresariales.
Pero además, el organismo ofrece los mejores intercambios para que los estudiantes puedan completar sus conocimientos fuera de México: en India, en Italia, en Brasil o en Estados Unidos. Tanto para los estudiantes universitarios como para los de preparatoria.
Leonardo Ariel García, alumno de bachiller de la UVM en Guadalajara logró la medalla de plata en la Olimpiada de Matemáticas de Hong Kong, desafiando a la idea de que los chinos son los mejores con los números. A sus 16 años, ha conseguido ya nueve medallas a nivel nacional e internacional. Desde la entidad aseguran que lo más importante es “contribuir en el crecimiento de sus estudiantes”.
Nuevas carreras con más empleo
La UVM ofrece más de 100 programas académicos, entre preparatoria, licenciaturas e ingenierías, licenciaturas ejecutivas, maestrías y especialidades.Todas ellas se agrupan en seis áreas de conocimiento: salud, negocios, ingenierías, ciencias sociales, turismo y gastronomía, arquitectura, diseño y arte.
En 2015 el centro amplió su oferta con nuevas carreras que daban respuesta a una demanda cada vez más creciente de empleados en esos sectores: Ingeniería en Petróleo y Gas, Ingeniería Mecánica, Especialidad en Industria Petrolera, Especialidad en Manufacturera Automotriz, Especialidad en Fisioterapia y Rehabilitación, Psicología Jurídica y Criminológica y Maestría en Negocios con orientación logística. Todas esas carreras se corresponden con las 10 mejor pagadas, según el último informe del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO, 2015).
Compromiso con el deporte
El programa deportivo de la UVM ha llevado a 13 jóvenes atletas a competir en los Juegos Olímpicos de Río. Para Vanessa Zambotti, una de ellos, la competición de este año representa su cuarta oportunidad de ganar una medalla en la especialidad de Judo; la recién egresada de la carrera de Ciencias de la Comunicación en Campus Tlalpan (Ciudad de México) ya compitió en las olimpiadas de Atenas 2004, Beijing 2008 y Londres 2012.
La UVM apoya a sus atletas de alto rendimiento a través de un programa denominado ALTOR que ofrece un modelo educativo especialmente diseñado para atender las necesidades de este tipo de estudiantes y que les permite contar con un adecuado seguimiento para poder combinar ambas actividades.
El centro de estudios destina más de 30 millones de pesos al año en becas para estos deportistas. Con esto, la universidad busca que concluyan sus estudios, más allá del éxito que han tenido en sus respectivas disciplinas deportivas. En los Juegos Olímpicos anteriores, los atletas de la UVM trajeron tres de las cuatro medallas que ganó México.
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Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas