Las autoridades edilicias anunciaron la cancelación del Trans 450, pero el Ministerio Público no dice nada sobre responsables del fraude
Por: Luis Escalante
Tegucigalpa.- La Alcaldía Municipal del Distrito Central, a través de su alcalde Jorge Aldana, anunció en días recientes la cancelación definitiva del Trans 450, una obra que habría servido como alternativa de transporte para las capitalinas y los capitalinos, pero que al final ha resultado en un fiasco. Más allá, Honduras continúa a la espera de acciones por parte del Ministerio Público contra los responsables de ese fraude.
«Esa obra inútil queda cancelada y, a partir de la fecha, ya están los carriles habilitados. El Trans 450 es cosa del pasado y de ahora en adelante vamos a identificar otra obra. Buscaremos un modelo de transporte que sí sirva», dijo el edil capitalino el pasado 13 de septiembre, sin especificar en qué consistirá ese modelo.
Pero más allá de decir «borrón y cuenta nueva», analistas y exautoridades de la Corporación Municipal, entrevistados por Criterio.hn, coinciden en que ha llegado el momento de generar consciencia sobre la nula persecución del delito por parte del Ministerio Público, sobre todo en lo que concierne a dar con los responsables de este «monumento a la corrupción».
El Trans450 fue un proyecto que anunció en 2012 el exalcalde capitalino, Ricardo Álvarez, que otorgaría a los pobladores de la capital hondureña una solución de transporte moderna, segura y económica.
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Después de tres gobiernos municipales (2010-2022), en medio de las mentiras vertidas tanto por Álvarez como por su sucesor, Nasry Asfura, la obra nunca se concluyó. Algunos tramos han sido demolidos y otros han servido como refugio para indigentes víctimas de la corrupción con la que los corruptos rindieron en este proyecto.
Para la ejecución del Trans 450, las autoridades municipales acudieron a tres fuentes de financiamiento: el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) -que desembolsó 30 millones de dólares-, el Banco Centroamericano de Integración Económica (BCIE) -10 millones de dólares- y la Tesorería General de la Alcaldía -18 millones de dólares-.
El endeudamiento -que debe ser pagado por los más de 9 millones de hondureños- alcanza los 30 años, pero, hasta la fecha, solo han sido cancelados 1.4 millones de dólares.
¿DÓNDE ESTÁ EL DINERO?
A finales de 2016, ante las denuncias por irregularidades, la Fiscalía Especial de Transparencia y Combate a la Corrupción Pública (Fetccop) emprendió una investigación contra la unidad ejecutora del Trans 450, pero, a seis años de ello, no ha habido resultados.
El exjefe de Investigación del Consejo Nacional Anticorrupción (CNA), Odir Fernández, atribuye la impunidad que reviste al Trans 450 a la negligencia del Ministerio Público.
«Han transcurrido ya seis años y no hemos visto resultados, es una parsimonia y una negligencia deplorable por parte del entre persecutor. Ahora el problema es que las evidencias y las pruebas se han perdido. El Trans450 nunca existió y eso limita la investigación, que, de momento, ha sido deficiente», dijo Fernández a Criterio.hn.
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En una entrevista que este medio digital realizó en octubre de 2016 a Eduardo Pavón Cámbar, encargado de la unidad ejecutora del Trans 450, se nos explicó que -a ese momento- se había ejecutado el 65% de los fondos destinados a la construcción de la obra. Ahora, en pleno 2022, la pregunta es: ¿A dónde fueron a dar esos fondos?
ÁLVAREZ Y ASFURA, LOS RESPONSABLES
El dirigente del Partido Liberal y regidor del Distrito Central durante el período 2010-2014, Eliseo Castro, admitió en conversación con Criterio.hn que ellos, como autoridades edilicias, defraudaron al pueblo capitalino. Sin embargo, argumentó que la responsabilidad del fraude recae en quienes administraban la alcaldía.
«El proyecto no era malo, fue concebido de forma oportuna, porque históricamente hemos adolecido de un sistema de transporte público moderno y eficiente. El problema fue que, cuando vieron abundancia de asistencia económica, procedieron a cometer ese despilfarro y esa burla al pueblo capitalino», mencionó.
Aunque Castro fue parte del gobierno capitalino cuando se iniciaron las obras del Trans 450, asegura que la corporación municipal, es decir, los regidores, no tuvo nada que ver. «La culpa», dice, «fue de la administración municipal, de los últimos dos alcaldes».
«Efectivamente, Ricardo Álvarez es uno de los principales responsables de ese fracaso. El proyecto se originó en su segunda administración y se mantuvo durante las siguientes dos, la de Nasry Asfura. Durante los tres períodos se mantuvo una expectativa falsa en perjuicio de la buena fe de los capitalinos», añadió Eliseo Castro, quien, bajo la bandera del Partido Liberal, perdió las elecciones municipales contra Álvarez, del Partido Nacional, en 2009.
Irónicamente, el exalcalde Ricardo Álvarez, quien en su momento fue señalado de haber financiado su precandidatura presidencial de 2012 con fondos del Trans 450 -que perdió contra Juan Orlando Hernández bajo un supuesto fraude, pero de quién aceptó ser designado presidencial-, asegura ahora que el Trans 450 no se concluyó por la intención de personas que quisieron manchar su imagen.
También mencionó que estas personas le hicieron daño al pueblo capitalino, quienes esperaban contar con el Trans 450. Odir Fernández calificó de «absurdas» y «ridículas» esas declaraciones.
«Es paradójico, nunca hubo Trans 450. Entonces, ¿qué mayor daño se puede causar que el que ya se realizó? El hecho que estemos pagando mil millones de lempiras, de un préstamo cancelado con impuestos de los capitalinos si haber recibido a cambio un beneficio, hace absurdo y ridículo que este señor mencione que se causó un daño más allá del que él generó», apuntó.
IR TRAS TODOS LOS RESPONSABLES
El economista del Foro Social de la Deuda Externa y Desarrollo de Honduras (Fosdeh), Ismael Zepeda, no se explica cómo el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) continuó realizando desembolsos, si el fracaso del Trans 450 era la «crónica de una muerte anunciada».
«Es necesario que exista justicia sobre un préstamo que se está pagando, por una infraestructura olvidada, una inversión de costo y tiempo, y un proyecto inconcluso con el que todas las mañanas nos tenemos que topar. No se trata de ‘borrón y cuenta nueva’, sino de que exista un reparo por parte de la justicia», mencionó en entrevista con Criterio.hn.
Añadió que, con relación al Trans 450, existen varios actores que tienen responsabilidad. «Desde quienes diseñaron el proyecto hasta quienes, a pesar de todas las irregularidades, otorgaron los créditos. Si no existe un reparo, se abonará a continuar con la impunidad en el país. Debe haber responsabilidad para la alcaldía y para el contratista», dijo Zepeda.
Un comentario
Yo soy una simple ciudadana de la tercera edad que a estas alturas, me pregunto cómo es posible que esos catrines de Honduras nos mantengan subyugados a sus vanidades.
Honduras no ofrece nada en dónde gastar semejante atropello económico. He trabajado a brazo partido con dignidad y honradez como me lo enseñaron mis mayores x más de 65 años y no gozo ni de un techo ni de ninguna garantía cacareada en los tales derechos humanos. Ni un sólo peso he recibido del país al cual le he dado mi fuerza.