Tegucigalpa. – Las familias y comunidades afectadas por las lluvias y tormentas tropicales todavía siguen tratando de recuperarse luego de haber perdido sus pertenencias, tratando de sobrellevar la destrucción de sus hogares, pero el peligro de fuertes inundaciones sigue latente con la llegada inminente de la tormenta tropical Lisa.
Mientras tanto la construcción de bordos con base a estudios profesionales de ingenieros, arquitectos, topógrafos y otros especialistas sigue sin llevarse a cabo. Es decir, la problemática anual de inundaciones por lluvias sigue viva y mantiene en zozobra a los pobladores de zonas como: El Progreso, en el departamento de Yoro; Choloma y La Lima en el departamento de Cortés y la zona metropolitana de San Pedro Sula.
Además, se mantienen en zozobra las Islas de la Bahía y los departamentos de Gracias a Dios y Santa Bárbara.
Centro América se prepara para el paso de la tormenta tropical Lisa esta semana, ya que se espera que la tormenta traiga consigo condiciones similares a las de un huracán que incluyen peligrosas marejadas ciclónicas y fuertes lluvias, según el Centro Nacional de Huracanes (NHC, por sus siglas en inglés).
QUÉ SON LOS BORDOS
Una gran parte de la población hondureña desconoce qué son los famosos bordos que salen a relucir cuando regresan las imparables inundaciones, sobre todo en el norte del país. Por tal razón, el ingeniero Fabián Brown, presidente de la Cámara Hondureña de la Industria de la Construcción (Chico), explicó a Criterio.hn, qué son estos elementos, y cuál es la espina dorsal para contrarrestar estos eventos adversos que se podrían controlar.
Un bordo no solamente es una cavidad en suelo por donde pasa agua o un canal para liberar agua, en realidad, los bordos son una estructura de terracería que cuenta con ciertas características tanto geométricas como mecánicas según las propiedades del suelo, con el fin de tener la capacidad con base a su diseño de soportar una cantidad de fuerza de agua que debe contener.
Los bordos trabajan en pares, es decir, se necesita uno al margen derecho y otro en el margen izquierdo, este dependerá de la cantidad del volumen de agua que el canal o el río conduce en una máxima creciente, es decir, si por ejemplo el caudal de un río es 600 metros cúbicos por segundo, entonces deberían de realizarse los cálculos de ingeniería para calcular el tamaño de base, altura, un proceso de mecanización, todo para conocer cómo debe armarse ese bordo.
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Los bordos necesitan construirse con los materiales adecuados, puede ser material arcilloso, un tipo de tierra muy común que tiene mucha fuerza y no se cae como si fuera un tipo de plástico, no es un tipo de tierra suelta que el agua pueda llevarse con facilidad. El material se coloca con tractores, excavadoras y se compacta.
En el sentido técnico, explicó que lo que sucede en el Valle de Sula, es que su mismo nombre lo dice todo, se trata de un valle y está lleno de limos (sedimentos), es decir, son materiales con una carga orgánica muy alta, siendo esto una característica de los valles.
No es fácil armar un bordo en un valle, pero si hay varias opciones de materiales adecuados que incluso pueden combinarse, puede ser piedra con arena, grava u ejecutar otras opciones de diseños para lograr los resultados necesarios.
Un bordo también puede llevar una especie de protección vegetal de los cuales hay varios tipos parecidos al zacate, estos generan buena protección a los lados húmedos de los bordos.
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LA ESPINA DORSAL PARA EVITAR LAS INUNDACIONES ANUALES
Ningún bordo puede contener lo que sucede en el Valle de Sula, no hay forma, porque serían bordos casi como si hubiera un edificio de siete u ocho niveles que no se podrían construir porque serían costos muy altos, no se tiene el material suficiente, apuntó el ingeniero.
Lo que ha afectado también es el cambio climático, la destrucción del ambiente y de las cuencas arriba del río Ulúa y Chamelecón y la sedimentación que es el problema más grande que existe actualmente en los ríos y provoca estragos.
Quizás el río tenga una profundidad de ocho metros lineales desde donde está el espejo de agua hacía abajo, pero que cada vez que hay una crecida el río arrastra materiales y partículas que se convierten en sedimentos, se acoplan y hace perder profundidad al río.
“La espina dorsal del proceso para mitigar inundaciones, es la construcción de las represas porque acumulan cantidades de agua exorbitantes, además hay que rediseñar los bordos, hacerlos nuevamente como dictan los manuales de ingeniería, con materiales correctos y los procesos de adecuación y, muy importante, se necesita canalizar el río Ulúa y Chamelecón, porque hacen sedimentación”, desglosó el ingeniero.
También se deben hacer canales y zonas de amortiguamiento cuando haya máxima de agua y, luego, pueda liberarse en lugares donde su efecto no vaya a ser dañino para la población y sus bienes.
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Lamentablemente la construcción de una obra de infraestructura para evitar las inundaciones es tema de una vez al año cuando inicia la temporada lluviosa, una problemática cuya importancia parece esfumarse, una vez que esta culmina.
Contener las inundaciones, sobre todo en la zona norte, no pasa a más de lo que parece una simple promesa, una forma de hacer propaganda o campaña para los gobiernos de turno.
Los bordos se conforman de muros de contención o gaviones, los cuales son sacos de malla llenos de rocas grandes para que soporten y no se muevan, ubicados en algunos tramos en los giros de esa excavación donde los golpes de agua son más fuertes y la corriente es más alta.
