Por: Rosamaria Ghidinelli
El cuento representa la relación de conflicto entre la edad infantil y la edad adulta.
Y es verdad, en este juicio podemos ver de forma clara las relaciones económico-mafiosas entre los poderes: el mundo de las “empresas, finanzas y las mafias vulgares que nos chupan la sangre.
Muchos hondureños saldremos de esas edad infantil en que hemos vivido siempre.
El cuento dura una tarde mientras Alicia duerme, como hemos dormido todos y todas, mientras los gatos se aprovechaban de ese candor que llevamos dentro, aunque de vez en cuando, como el conejo del cuento, alguno entraba y salía del sopor cotidiano y los acusados, presentes y no presentes, de vez en cuando vivieran alguna pesadilla, hasta que en N.Y se despertaron ante una realidad que no se imaginaban: el mundo està pendiente de un juicio a un monigote que es la cara visible de una mafia sin escrúpulos.
Alicia, que somos todos, tenemos que crecer y saber con claridad por què nuestro paìs, siendo tan rico, produce miseria y migrantes, por què un puñado de gatos han sabido como sacar la mayor rentabilidad de cada situación, que negocios hacer, con quien asociarse o cuando cerrar los ojos.Alicia representa nuestra infancia ciudadana ingenua y ligera pero no estupida.
La -Alicia que saldrà de esta pesadilla tendrà que ser capaz de relacionarse con los problemas, enfrentarlos y no dejarse embaucar por los gatos de turno.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
2 respuestas
Alicia tendrá que pasar a los cuentos de Las Mil y Una Noches porque ya en el país de las maravillas la realidad superó la imaginación
Somos la Alicia fabricada por la prensa tarifada, ademàs…