Para las élites políticas y económicas en Honduras es conveniente la división de la sociedad para que sus militantes defiendan sus intereses y algunos conservan discursos de hechos pasados para mantener vigente el malestar de la población, analizan fuentes consultadas por Criterio.hn
Kelly Ortez
Tegucigalpa. – El hondureño defiende sin cesar ideas, proyectos y leyes que aún no comprende, todo ello por la presión gestada por políticos, quienes se valen de estrategias para impulsar sus ideas bajo las promesas de mejoras en beneficio de los más desfavorecidos. Pero, al no ver resueltas las promesas de los políticos, acaba la tolerancia y, como consecuencia, surge el malestar y luego la polarización.
Peleas callejeras, actos de violencia y protestas son sólo algunas de las acciones que se pueden ver a diario en la sociedad hondureña. Una pequeña muestra de ello son las protestas protagonizadas por colectivos del oficialista Partido Libertad y Refundación (Libre), exigiendo plazas laborales, bajo el argumento que después de 12 años de lucha en las calles, merecen una oportunidad en la administración pública.
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DIVIDIR, PARA IMPLANTAR VOLUNTAD
Sobre el tema el psiquiatra, Warren Ochoa, analizó en entrevista con Criterio.hn que la polarización de la sociedad se intensifica cuando grupos económicos muy fuertes sienten que sus intereses particulares se ven afectados por una medida estatal.
A raíz de lo antes expuesto crean diversos canales y dividen a la sociedad utilizando para ello discursos, medios de comunicación y redes sociales.
Ochoa argumenta que las consecuencias de defender intereses de grupos de poder, es que implanta el efecto de voluntad, debido a que, en muchas ocasiones, el pueblo sin saber apoya acciones que en el futuro le serán perjudiciales, y esto coloca a la población propensa al subdesarrollo.
“Cuando estalla ese caos, producto de la división, lo que pasa es que la población se cansa, unos deciden irse a Estados Unidos, España y otros países”, dice Ochoa.
En toda esta vorágine, el psicólogo analiza que la población es la más afectada por estos “encantadores de serpientes”, o grupos de poder que quieren seguir gozando de beneficios. “Hay grupos de empresarios que son corruptos, que no pagan impuestos y por eso van a presionar para que la población defienda sus intereses”, argumenta.
Ahonda que la crisis multivariada se ocasiona por la pobreza, la falta de cultura entre las personas que hace que se salte el diálogo y prime la violencia.
“Sociedades como las hondureñas hacen que esos factores se vuelvan comunes, culturales, individuales y biológicos, rasgos de personalidad a conductas violentas”.
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TRAUMA POLÍTICO
Por su parte el psiquiatra Javier Uclés, analizó para este medio de comunicación, que la sociedad hondureña navega en un conflicto tipo social, ideológico, moral y hasta religioso, producto de un desencanto masivo que genera una depresión social.
Expuso que las personas afines al partido oficialista manifiestan su tristeza al tener presente las promesas de campaña que en algunos casos siguen esperando, ejemplificando el tema de los colectivos que se toman los centros médicos exigiendo una plaza laboral.
En tanto los sectores de oposición mantienen el discurso que las acciones del gobierno no están dando resultados, “la oposición se queja de acciones como la adhesión al CAF (Banco de Desarrollo de América Latibna) y la relación con la República Popular de China, y al no ser consultados con la población hace que se desate la rabia y la cólera”, externó Uclés.
Del mismo modo criticó que ese desánimo existente tiene como responsables a los políticos que, durante campañas electorales, crearon expectativas que ahora no saben cómo cumplir, “creo que los políticos no jugaron limpio, hay un grupo de promesas que no saben cómo cumplir”, opinó.
Asimismo, destaca que el peor error es que los mismos funcionarios del gobierno actúen de manera divisoria, cada quien, obedeciendo a su líder dentro del poder, desglosando el caso de la presidenta Xiomara Castro y el asesor presidencial, esposo y expresidente, Manuel Zelaya Rosales.
“Desde el 2009 ha hecho esa división aplicando terminologías como –“golpista, golpe y golpismo”, palabras que son importadas, y repetir ese mismo discurso sólo denota estancamiento”, apunta Uclés al referirse al discurso del liderazgo del partido Libre.
DESIGUALDAD, PRINCIPAL CAUSA ESTRUCTURAL
Para el sociólogo Marco Tinoco la polarización en Honduras va más allá de un discurso político-ideológico o un interés de las élites económicas a una causa estructural, es decir, a la desigualdad y la violencia.
Desglosa que el primero es un factor social que crea polarización, conflicto y problemas no resueltos como el desempleo- “El gobierno es el campo donde se disputa los temas laborales, de ahí el tema de los colectivos de Libre que protestan por el tema de empleos”.
Asimismo, mencionó que disputas territoriales como tenencia de tierras o leyes polémicas como la Ley de Justicia Tributaria, traen, entre la población, opiniones encontradas y posturas divididas “el conjunto de necesidades no resueltas es fuente también de conflicto y polarización”, valora el también catedrático universitario.
