Por: Rodolfo Pastor Fasquelle
Servir y proteger[1], fines y ritos de una danza macabra
Se trata de un cuento viejo. En los 1980s militares y policías organizaron las desapariciones y ejecuciones extrajudiciales para imponer el terror de Álvarez. Hubo un valiente que puso orden. El presidente Rafael Callejas intentó transformar la policía luego de descubrir que participaba en operaciones de sicariato, en 1991.[2] Cuando en julio Ricci Mabel de 17 años desapareció después de visitar a su novio en el Batallón de Comunicaciones. Y su cadáver apareció desnudo…en estado de descomposición, con hematomas en su cara, su dentadura quebrada, sin lengua y sin su seno derecho.[3] Mas tarde la política de cero tolerancias sembró de cadáveres los cuatro puntos cardinales[4]. Cuando se excedió, los gringos tuvieron que refrenar la represión de La Resistencia en Julio 2009. Los polis obligaban a las mujeres a acostarse boca abajo en el piso de la posta para que no vieran quien las golpeaba con los toletes, con que también las violaron… Recuerdo a un soldado rebotando contra el pavimento la cabeza de un maestro que protestaba, en mi vecindad. La represión continuó y en 2013 se creó ¿Cómo opción? la policía militar, luego que una patrulla asesinara al hijo de la Rectora Castellanos. Enérgica señora que emprendió la campaña que condujo a una teórica depuración continua en 2016. Todos nos escandalizamos de la pudrición que salió a relucir, pensamos que solo se podía mejorar.
Pero después del fraude de 2017, durante semanas, hubo que sufrir docenas de asesinatos contra la gente que protestaba, protagonizados en la vía pública por los viejos y los nuevos policías igual de corruptos, que violaban igual, robaban igual, mataban. Otro policía militar asesinó a un cipote en “Tegus” que andaba en la moto de su papa, visitando a la novia, y se había metido a un callejón sin salida. En Choluteca, el adolescente Wilfredo de Jesús Moncada fue asesinado con balas disparadas a su cabeza que Medicina Forense ¡nunca certificó! La violencia siempre desborda el cauce de la política. En otro caso ahí, el asesino uniformado fue presentado a juicio, cuando se comprobó que había matado a otro muchacho, creyendo equivocadamente que era el que lo habían contratado a él y a su compañero para matar. Y los depurados ya formaban en 2018, parte del esquema criminal.
Este juicio comenzó hace una semana, el 1 de Febrero de 2021. El imputado, Junior Adán García de 19 años, policía del Batallón antimotines basado en Siguatepeque fue presentado ante el juez. En la sala del juzgado, entre frases hechas incoherentes con que asegura que espera recibir justicia (cualquier cosa que eso pudiera ser) gimotea inconsolable el padre de Elvin Noe Corea, estudiante de 17 años, que aspiraba a ser médico, asesinado el 21 de Julio antepasado. Cuyo cadáver fuera velado -consigna la nota- ¡después del entierro en el camposanto, día y noche durante dos meses por sus parientes! Que temían que los culpables profanaran la tumba ¡antes de llegar el forense!
Tres meses después del hecho, en esos restos por fin exhumados, el medico encontró la bala que había causado la muerte, salida del cañón de un fusil de largo alcance y de uso oficial, asignado al batallón del J. Adán, llamado aquella triste tarde a Yarumela. Para desbaratar el molote de los chavos que, en el marco de protestas nacionales, se habían tomado la calle principal de su propia aldea. Ahí, se escenificó de nuevo casi en forma ritual uno de los primeros dramas de que habla la literatura. El sacrificio de Abel a manos de Caín, aquí de Noe a manos de Adán. Días después acompañado del fiscal, que había averiguado los hechos, un destacamento de la ATIC (Agencia Técnica de Investigación Criminal) detuvo al imputado, en el Batallón en Siguatepeque. El Juez local determinó que, visto su fuero, cumpliera Adán con su detención preventiva en el Primer Batallón de Infantería de La Paz. Adán debería pagar cien años de servicio por alevosía.
Pero ¿acaso no hay que indagar? ¿Qué clase de formación habrá tenido este loco? Preguntar ¿Quién lo mandaba? ¿Dónde está el Comandante? ¿Quiénes son los responsables de poner en sus manos armas de fuego letales? Porque alegan que no le dieron orden de disparar. Pero lo pusieron ahí, y en ese momento, con un fusil a su alcance, y le dijeron que quitara a los revoltosos de la calle. La emprendió contra ellos, gas, escudo y garrote en mano, pero le tiraron piedras. Se enojó, retrocedió y le quitó a un compañero el fusil que disparó tres veces contra los muchachos. Como si no fuera ese el fin, matar jóvenes.
Pero al igual que la noticia hondureña que le da vuelta al mundo (sobre las imputaciones que se desprenden de una investigación contra el Comandante en Jefe, CC4), ésta nota sobre Adán y Noe se pierde el lunes pasado, en la avalancha de información sobre un hipotético suicidio en La Esperanza, de la estudiante universitaria de enfermería, Keyla Martínez A. (En el cintillo al pie de la primera plana, se publicita el gubernamental Programa de Reconstrucción Nacional.) Supuestamente detenida en la calle el sábado en la noche por violar el toque de queda, borracha, pues [dicen que] confesó haberse tomado un par de cervezas. Con sus compañeros de trabajo. Vaya delito. Un periodismo cínico quiere excusar que los polis quisieron seguirle la parranda en la posta, ¿con lo cual habrían sido solamente medio culpables de matarla? Antes de llevarla diligentemente a un centro médico, y de reportar que no habían podido salvarle la vida los médicos, quienes, por su lado, consignan que la recibieron sin signo vital alguno.
El fiscal acude a la posta para informarse con otros inquilinos de las bartolinas y a visitar la celda en que Keyla supuestamente se ahorcó con su propio suéter. Cuando ya se tambaleaba esa versión oficial, el martes las primeras planas de los periódicos cambian el tono. Tienen que admitir que todo indica que la enfermera no se quitó la vida, como habían insinuado antes. Alborotan la emoción, con foto risueña y titulares amarillistas de Nota Roja. Pero publican ¡al mismo tiempo! ¡En la misma página! ¡Un cintillo publicitario de la policía nacional, que se replica en la contraportada completa! ¡Pregonando la Depuración basada en una Cultura de la Transparencia, y el logro de seguir construyendo ¡la paz y la tranquilidad del país! Omar Rivera sale en Cadena Nacional a defender a los no depurados. Julieta declara que depuración debe ser permanente. El posible femicidio de Keyla se convierte entonces en noticia única, en radio, televisión y prensa escrita. Todo se detalla. Ninguna otra cosa existe. Nada más es real.
Como podía preverse, la comunidad se solivianta. Muchas mujeres jóvenes locales, por cierto, enojadas, pintan carteles y retratos de Keyla en los muros de la posta, hasta que los mismos policías salen a reprimir, y les tiran a ellos las pinturas, gritando asesinos, y otros tiran piedras con ondas, como en Yarumela. Y los antimotines, salvas, los persiguen garrote en mano por la calle principal y hasta el templo, al que entran en viva persecución. La diputada Olivia Zúñiga, hija de Berta, denuncia golpes de tolete y disparos de gas en su contra. Trascienden estas reacciones de todo el día y hasta la noche del lunes en las redes C Libre, en videos compartidos en el Facebook, en UNETV. El martes aun los medios colaboracionistas no tienen nada que decir sobre el escándalo de las investigaciones por crimen organizado en las cortes de Nueva York contra el jefe del Poder Ejecutivo, con testimonios de agentes encubiertos, y sobre la también noticia de los titulares correspondientes en la prensa mundial.
Desbordando en morbo, abierto a toda especulación, el escándalo sentimental del asesinato de Keyla, sirve para poner en evidencia la brutalidad que oculta lo esencial y la raíz del mal. Aún más sorprendente es que los más aventajados caigamos en esa trampa.
Sin recordar el pasado remoto, son centenares de casos recuerda un compañero solitario, de asesinatos de gente de todos los géneros, edades y condiciones, por parte de la policía, crímenes que han proliferado y se han agravado desde el golpe, que se escenifican en las postas y los cuarteles y también en las plazas y la vía pública. Docenas los casos documentados en fotografía y video. De muchos de los cuales hemos sido testigos. A diferencia del caso de Berta, no se sabe qué clase de francotirador mató a Margarita, un narco loco asesinó a Marta José y a Sofía Alvarado. Según El Observatorio de la Violencia de UNAH en los primeros 41 días de 2021 se registran 27 muertas con violencia. Pero desde antier el ritmo se acelera. Informa en un tuit, la Doctora Alice Shakelford Coordinadora Residente de NNUU que hay cuatro mujeres muertas violentamente en las últimas 48 horas, y minutos después aparece el cadáver de otra, ensacado en el cerro Juana A. Laínez.
Los femicidios subieron de 300 en 2008 a 600 en 2013 y suman varios miles en estos diez años, incluso de agentes de las mismas fuerzas públicas, de la ATIC, de fiscales contra el crimen, y de profesionistas asesinadas. (Pasa que cada caso es el que es, y el que le importa a los suyos, y hay detalles que captan la atención del público de manera diferencial.) Como asimismo el numero infanticidios, de niñas. Nadie olvida a Soad Nicole, encostalada en pedazos al día siguiente de su protesta callejera malhablada frente a su colegio en Tegucigalpa. Ni yo olvido a esta otra cipota que mataron aquí en Lomas luego de violarla dentro del vehículo oficial.
El mismo día que Keyla, el Domingo 7 de febrero de 2012 fue asesinada en Roatán Alba Flores, de 15 años de edad. Según cavilaciones de general aceptación por un su interlocutor digital que, con un falso perfil, se hacía pasar por Abigail … Y la habría seducido -a la cipota- y llamado a una cita, prometiéndole un trabajo en un supermercado, antes de matarla, Danny Flowers (hermano de un oficial del policía activo en la localidad) quien ¡pudo escapar y desaparecer rápidamente ese mismo día, volando a San Pedro Sula, donde realizó más de un pago con la tarjeta bancaria que supuestamente robó a su cuñada! Ahí en la misma página de La Prensa en que esta nota sobre Keyla, el lunes 8 de Febrero, está la noticia de Alba, que nadie llora y una fotografía de quinceañera con sus trenzas, y de los vehículos de la policía que encontraron -junto a la motocicleta que el asesino abandonó- su cadáver ultrajado de la niña, ¡que el lunes por la tarde el Ministerio Publico todavía no entregaba a sus familiares!
Cuando los medios se ven obligados a publicar el dictamen forense, declarando que a Keyla la habían asesinado sofocándola, el miércoles. La Tribuna dice solo que fue por asfixia, y solo le dedica un cuarto de página. Los periódicos de Canahuati se conduelen de que fuera ¡en el interior de la celda! Y l siguen dedicando la plana entera, con el cintillo que publicita a Banco Atlántida, el fideicomisario. Otros diarios le ponen a la difunta de compañía, fotografiados de cuerpo entero, a los muertos del Covid del día, y un par de enfermos celebres.
En un recuadro junto, por fin la Policía Nacional lamenta lo ocurrido y pone a disposición del fiscal al personal de turno en la posta la noche del asesinato, personal que ya había sido rotado totalmente y estará bien aleccionado cuando otras mujeres de La Esperanza se deciden a declarar que a ellas también las habían querido violar en esa posta a saber si los mismos. Los deudos de Keyla lloran sobre su féretro, y se degradan las revelaciones de la fiscalía en detalles grotescos.
Pero ayer una motocicleta de la policía estalló en llamas en el centro de la capital, ¡sin que nadie la tocara! Como cuando las cámaras captan a los antimotines incendiando sus propios camiones) Eso le sirvió a la poli para capturar a media docena de jóvenes manifestantes a los que anoche a golpes torturaron para que confesaran. Les urge el falso positivo. Al mismo tiempo, el honorable juez libera de su última acusación al socio Porky, el liberto de El Progreso, que maneja a miles de mareros como los que asesinaron a Magdaleno en el Pozo. O sea que, en vez del arrepentirse de verdad, ¿alguien se empeña en justificarse y reclutas mercenarios? Pero los muchachos le están perdiendo el miedo al terror de Juan y han incendiado la posta maldita.
Alguien de la Embajada publica un tuit diciendo que ¡han pedido que se investigue la muerte de Keyla! Escalofrío con deja vu. ¡Otra vez! ¡Como en el 2009! ¡Y cuando el martirio de Berta! Algo se agita y resuena en las tripas de Leviatán. Antier, Renato pidió la renuncia y por primera vez, los periódicos del turco publican las imputaciones internacionales contra Juan Orlando, que anda escondido. De aparecer en público, ¿tendría que ofrecer alguna tartamuda explicación? Los letrados van y vienen hablando de ¿salida constitucional? Por falta de liderazgo, desde las burbujas perfumadas en que flota, por ansia de ilusiones, la oposición fracturada es incapaz de responder.
El Carmen, 11 de Febrero 2021
[1] Lema de la Policía Nacional de Honduras, el órgano uniformado encargado de mantener el orden y la tranquilidad pública en el país.
[2] Mi propio hermano fue asesinado por expolicías al mando de la mafia que había apoyado su campaña.
[3] Me disculpo por el detalle, seria deshonesto omitirlo. Cito a Once Noticias.
[4] Referencia a un caso en que la a sentencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH), sobre el caso de los “Cuatro Puntos Cardinales”, caso emblemático que describe la forma en que la Policía Nacional ejecutó sumaria o extrajudicialmente a cuatro jóvenes.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas
3 respuestas
¡No me extrañaría que salga el Chino Wong y Juan Ramón Martínez de Abriendo Brecha, o la tal Ariela o el Pico Maldonado de H.C.H. afirmando que esto es un complot de la oposición para desestabilizar al buen Gobierno de su mesías ungido JOH! ?
Por situaciones como esta se cuestiona tanto presupuesto asignado a los supuesto «protectores de la ciudadanía» con licencia para matar, cuando asesinaron a mi hijo Ebed Yanes cambiaron el parte y trataron de hacer cualquier cantidad de mentiras bajo el permiso de altas autoridades, que estoy segura Dios me hará justicia porque de esa nadie se escapa, es decepcionante vivir en un país donde el corcho se hunde y el plomo flota.
La misma forma de proceder de la Policia Nacional, descalificar a la victima, cuando las evidencias son muy claras, mi hijo Carlos David Pineda asesinado por policias junto con Rafael Vargas Castellanos, quisieron imputarles consumo de drogas, algo totalmente falso, y aun asi, por eso merecian los ejecutaran ? Pagados , con vehiculos y armas pagados por nosotros…tal parece que en la policia se anidan delincuentes.