Tegucigalpa.- Fue mediante un comunicado el reciente 9 de septiembre que la Conferencia Episcopal de Honduras (C.E.H.), dio a conocer su postura en contra de la legalización de la Píldora Anticonceptiva de Emergencia (PAE).
La CEH expone en su comunicado que “hace del conocimiento público que NO HA VARIADO en absolutamente nada la postura de defensa a la vida humana, desde su concepción hasta su término natural, y que la pastilla en cuestión sigue siendo categóricamente considerada como aborto”.
A juicio de la Directora Ejecutiva Grupo Sociedad Civil (GSC), Jessica Sánchez, estas son solo las repercusiones que trae el no cumplimiento de las promesas del gobierno.
Además, asegura que esto solo da pie a un avance de las fuerzas fundamentalistas en contra de las mujeres.
Agregó que si el compromiso del gobierno de despenalizar las PAE, en cuanto tomaran posesión, se hubiera hecho como lo prometieron, las fuerzas de derecha no estuvieran utilizando esto para sentar su postura y para socializar y generar una nueva comunicación y con eso nuevas campañas de desinformación alrededor del tema de las PAE.
Sánchez, en entrevista con Criterio.hn manifestó que estos ataques van a seguir, “esta solo es la primera parte”, los fundamentalistas van a seguir con su campaña, por lo que lamentó que esto podría ser un freno para la larga espera que ha llevado el proceso de la despenalización a la PAE.
Expuso que a nivel mundial el escenario en materia de derechos de mujeres, será mucho peor y en retroceso de todas las mujeres en vista que en Honduras la educación sexual es inexistente.
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“Esperamos ver más adelante otras posiciones en contra de la violencia, de la participación política y de los logros en general de la lucha de las mujeres y de las feministas”, subrayó Sánchez.
Con el triunfo de la primera mujer presidenta en Honduras diferentes grupos de la sociedad esperaban un cambio en beneficio de los mismos, tal es el caso de las mujeres y de organizaciones feministas quienes esperaban celeridad en la resolución de temas que afectan a esta población y mayor respuesta ante las necesidades y problemáticas a las que ellas se enfrentan, sin embargo, todo apunta a que estos temas están siendo engavetados por los políticos actuales como ha sucedido históricamente.
En su plan de gobierno, Castro dijo que promovería la educación sexual, combatiría la violencia de género, incorporaría más mujeres a la economía, legalizaría el aborto en circunstancias limitadas y anularía la prohibición de las píldoras anticonceptivas de emergencia.
Ocho meses han transcurrido y la promesa de Castro de despenalización de PAE aún no llega a las mujeres hondureñas.
En su campaña política también hizo público en reiteradas ocasiones que “la agenda política de mujeres y feministas será mi prioridad”, por lo que organizaciones feministas están a la espera que se cumplan sus promesas.
También es importante mencionar que Castro llegó al poder con la promesa de flexibilizar una de las restricciones más estrictas del mundo sobre los derechos reproductivos de las mujeres. Sin embargo, parece que Castro tiene conflictos para cumplirle su promesa a las mujeres que soñaron con tener mayor empoderamiento en la sociedad.
Por su parte la coordinadora de la organización Visitación Padilla, Merly Eguigure manifestó a Criterio.hn que rechazan categóricamente la postura de las iglesias y de otro sector que se oponga a que las mujeres logren obtener sus derechos, “no me explico que hacen los religiosos hablando de estos temas cuando se supone que Honduras es un Estado laico, deberían de opinar en función de eso y no de otra cosa, llamamos a las autoridades del país ha escuchar por primera vez en la historia los planteamientos científicos y no los religiosos en estos temas”.
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“Esta gente siempre está opinando en temas que no son de su competencia, está comprobado por la ciencia que esta píldora no es abortiva, ¿Por qué les preocupa la falsa protección de la vida?, si protegieran la vida que protejan la de los que ya viven y existen”.
Es importante mencionar que los últimos días la cúpula religiosa en Honduras se ha dado la libertad de opinar sobre derechos de grupos vulnerables dentro de estos grupos figuran las mujeres y la comunidad LGTB, olvidándose de sus funciones.
Desatendiendo las iglesias de los temas torales que les competen como “religiosos”, la CEH ha emitido sus valoraciones sobre estos grupos dejando entrever su rechazo a varios de los derechos que por años las mujeres y grupos feministas han luchado para obtenerlos.
Pese a sus comunicados un tanto capcioso, diferentes mujeres líderes feministas se oponen y rechazan la postura de estos religiosos y les solicitan que trabajen en protección de la vida de las personas.
También es importante destacar que organizaciones que defienden derechos de las mujeres y de grupos vulnerables han manifestado al equipo de Criterio que históricamente en Honduras los temas en pro de los derechos de las mujeres siempre han sido retrasados por las autoridades de turno.
