El juicio contra el expresidente Juan Orlando Hernández, hallado culpable por narcotráfico, evidenció que los últimos tres gobiernos del Partido Nacional actuaron en complicidad con el narcotráfico y el crimen organizado
Tegucigalpa, Honduras.- El pasado viernes 8 de marzo, un jurado federal de la Corte del Distrito Sur de Nueva York encontró culpable por tres delitos de tráfico de drogas al expresidente hondureño Juan Orlando Hernández, el máximo líder del Partido Nacional durante la última década.
El expresidente gobernó Honduras entre 2014 y 2022, bajo los colores del Partido Nacional, a donde llegó tras una extensa carrera como diputado en el Congreso Nacional y haberse desempeñado, entre 2010 y 2014, como presidente de ese poder del Estado.
Según la acusación de la Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York, que sirvió para encontrar culpable a Hernández, los últimos tres gobiernos del Partido Nacional, primero con Porfirio Lobo Sosa (2010-2014) y después con Juan Orlando Hernández (2014-2022), se caracterizaron por su cercanía y complicidad con el narcotráfico.
La instrumentalización de los aparatos de seguridad e inteligencia para colaborar con el narcotráfico, la operación de «narcoalcaldes», la facilitación de instituciones del Estado para lavar dinero procedente del narcotráfico, el financiamiento ilícito de campañas electorales y la utilización de dinero del narcotráfico para facilitar fraudes electorales, formaron parte de lo que caracterizó los últimos doce años de gobiernos del Partido Nacional, según documentos de la Corte del Distrito Sur de Nueva York.
Ahora, el Partido Nacional, una estructura partidaria debilitada por lo que caracterizó sus últimas gestiones al frente de la administración pública y rechazada por un amplio sector de la ciudadanía, debe tomar medidas drásticas para evitar ser condenado a desaparecer.
El exdiputado del Partido Nacional y analista político, Raúl Pineda Alvarado, dijo a Criterio.hn que únicamente medidas radicales y de amplio espectro pueden salvar a esa institución política.
«El partido debería separar a sus líderes que están actualmente vinculados a crímenes similares, construir una estructura sólida. De otra manera, la supervivencia de este partido estará en precario y correrá el riesgo de reducirse a una expresión mínima o desaparecer como partido», manifestó.
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Por su parte, el sociólogo y analista político Armando Orellana declaró que, en el caso del Partido Nacional, sus últimas tres gestiones se caracterizaron por alentar políticas públicas orientadas a favorecer el crimen organizado y la corrupción.
«Es difícil realmente rehacer en el imaginario colectivo de la ciudadanía una imagen diferente del Partido Nacional. Los liderazgos al interior de esta organización deben ser autocríticos por estos grandes errores, y lo primero debería ser pedir perdón al pueblo hondureño», expresó Orellana a este medio digital.
GOBIERNOS NACIONALISTAS AL SERVICIO DEL NARCOTRÁFICO
Juan Orlando Hernández, presidente entre 2014 y 2022, participó en una conspiración que permitió el tráfico de unas 500 toneladas de cocaína hacia Estados Unidos, mientras que, en el caso de Porfirio Lobo Sosa, quien gobernó Honduras entre 2010 y 2014, también tuvo conocimiento acerca de las narcoactividades de su hijo, Fabio Lobo, quien además testificó contra Hernández.
Además, se reveló que las campañas presidenciales de Lobo Sosa y Hernández, en 2009 y 2013, fueron financiadas por el narcotráfico a través de cárteles hondureños y mexicanos.
El hermano de Juan Orlando Hernández, Juan Antonio «Tony» Hernández, ya había sido condenado a cadena perpetua en 2021, y el hijo de Porfirio Lobo Sosa, Fabio, en 2017, a 24 años de cárcel por participar en la misma conspiración de narcotráfico que, beneficiada por su cercanía a las más altas esferas del poder político hondureño, pretendió operar con impunidad.
La Fiscalía del Distrito Sur de Nueva York apunta a que tanto Fabio Lobo como Juan Antonio Hernández se aliaron a clanes de narcotráfico, incluidos Los Valle y Los Cachiros, con la venia de los expresidentes Porfirio Lobo Sosa y Juan Orlando Hernández, para traficar cocaína hacia Estados Unidos,
A pesar de lo anterior, el Partido Nacional, una vez que se conoció el veredicto de culpabilidad de Juan Orlando Hernández, prefirió atribuirlo a una «sobredimensión de las causas» y a un «escarnio público».
Según analizó Armando Orellana, hasta el momento, todas las estrategias del Partido Nacional encaminadas a limpiar su imagen han fracasado, incluida la creación del Bloque de Oposición Ciudadana (BOC), que se formó con el Partido Salvador de Honduras (PSH).
