Por: Arturo Rendón Pineda
El actual sistema económico, político, militar que hoy prevalece en Honduras, tiene todas las características de ser manipulado por un “engendro psicópata” y sus más cercanos colaboradores son cómplices por mera conveniencia. Los psicópatas están enamorados del poder estando conscientes del riesgo que corren mientras abusan de sus patológicas debilidades. Son maestros de la manipulación, el oportunismo egoísta y del engreimiento personal, y tienen doctorados y maestrías en la mentira y el engaño.
Los psicópatas son súper inteligentes y muy hábiles para inducir a otros para obtener lo que quieren. Son perceptivos y muy brillantes para aprender sus debilidades y puntos ciegos y, además, son muy eficaces para inducir simpatía y culpa en los demás, como actores y manipuladores son capaces de derramar lágrimas de cocodrilo para lograr el efecto cuando les conviene y beneficia. No sienten miedo ni tristeza y mucho menos arrepentimiento
La única emoción genuina que expresan los psicópatas es la ira, cada vez que sus manipulaciones son detectadas, frustradas o rechazadas. Usan tácticas de intimidación y pueden comportarse de manera impulsiva e incluso violenta cuando están enojados. La mayoría de las veces sus diatribas emocionales son para manipular, ganar poder y control sobre los demás.
Los psicópatas son seguros, valientes, extrovertidos y superficialmente amigables. Junto con su aire de confianza, viene una arrogancia grandilocuente, una excentricidad inconformista y una grandiosidad maquiavélica.
También son enemigos formidables, y además son depredadores perennes sedientos de sangre en busca de más poder. Tan pronto como los psicópatas creen que sus allegados más cercanos han cumplido su propósito, para éste ya no tienen ningún valor real y los eliminan, descartan y / o traicionan sin ningún pudor o remordimiento.
La lealtad es una construcción extraña y abstracta para los psicópatas que saben cómo salir de los problemas con mentiras. Expertos en lógica y debate, pueden recitar fácilmente una excusa explicativa utilizando doble lenguaje para prácticamente cualquier cosa. Muchos exhiben sus habilidades innatas como abogados, aunque no lo sean, pero como políticos, logran alcanzar el poder por las buenas o por las malas. Esta habilidad, por supuesto, los coloca en una clara ventaja en profesiones donde la restricción y el autocontrol se requieren bajo presión.
Por lo tanto, generalmente les va bien en el acelerado mundo de la política, en el ejército y en las finanzas. Como cualquiera puede notar fácilmente en la descripción anterior del prototipo del psicópata, la arena de alto poder de la política, el mundo corporativo y las tácticas del brazo fuerte del dominio militar, son campos de esfuerzo ideales y maduros para aquellos patológicamente imbuidos de rasgos psicopáticos.
En general, quienes tienen una personalidad psicopática, podría afirmarse que, si algunos políticos no son psicópatas, simplemente no califican como tales. Para probar y confirmar esta hipótesis, sustituya la palabra psicópata por político, y se dará cuenta de que, en todos los sentidos de la palabra tal y como actualmente se percibe, quien ilegalmente detenta el poder en Honduras, ostenta un fuerte liderazgo en todos los sectores del grupo de políticos como los que rodean al Narco Dictador, que están bien dotados de una fuerte cantidad de rasgos psicopáticos muy difíciles de ocultar, lo mismo que un político o un general militar pueden poseer ciertos rasgos y tendencias para calificar con un diagnóstico oficial de trastorno psicopático de personalidad antisocial. Cuando se le preguntó a la reconocida psicóloga clínica de Harvard y autora de The Sociopath Next Door, la Dra. Martha Stout si es más probable que los políticos sean psicópatas, ella respondió: “Sí, es más probable que los políticos sean sociópatas que la población en general.
Creo que no encontrará ningún experto en el campo de la sociópata / psicopatía / trastorno de personalidad antisocial que discuta esto”. Una pequeña minoría de seres humanos literalmente no tiene conciencia de que esto explica muchas cosas como las que actualmente están ocurriendo aquí en Honduras, siendo una conducta política descaradamente peligrosa. ”.
El régimen Orlandista, no solo ha corrido con el estandarte fascista, que al imponerlo por la fuerza, le entrego el gobierno de Truph por medio de la Embajadora Fulton al suplantar la voluntad popular manifestada en las urnas, tal actitud intervencionista ha acrecentado la tiranía y la opresión en la garganta de los electores hondureños que se han dejado sin aliento y acobardados a los líderes de una mal llamada “oposición” que ha permitido por más de 10 años que atropellen en reiteradas ocasiones su dignidad atrofiada por desuso, mientras que nuestras libertades mueren víctimas de un estado policial oligárquico militarizado, ya listo para asaltar nuevamente las urnas electorales y continuar perpetuándose en el poder por tiempo indefinido.
Pero téngalo por seguro esta bola de corruptos y asaltadores del erario nacional, que un día no muy lejano, irán a pagar sus culpas en ese particular infierno, creado por Dante Alighieri en su libro “La Divina Comedia” para arrojar a los políticos mañosos EN UNA CALDERA DE BREA HIRVIENTE.
Santa Rosa, Copan, enero 2021
-
Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas