Proclama por una Honduras unida contra la dictadura

Por: Redacción CRITERIO

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Antes se pudo ser o no liberal, nacionalista, libre, pertenecer a la UD y ser honesto, aunque no lo fueran todos tus correligionarios. Reclamar una voz para debatir una variedad de posiciones, convicciones e ideales en el foro. Haber destruido esa pluralidad es de las peores secuelas del golpe de estado electoral y del secuestro de la republica. Hoy solo queda ser ciudadanos. Podemos seguir teniendo una diversidad de filiaciones, pero tenemos que condenar el golpe electoral, protestarlo a cuatro voces, apoyar la resistencia, Ud. no es un ciudadano y no puede ser honesto o decente, si no, y no tiene derecho al respeto ciudadano.

Antes se podía apelar a la lealtad y disciplina que nos exige una sociedad que nos permite a cambio abrirnos oportunidades, nos respeta derechos básicos y nos garantiza libertades. Sabíamos que había injusticia, en cuanto no eran universalmente validas esas circunstancias. Pero lo eran para nosotros. Estábamos obligados.

 Antes se podía ser autoridad, soldado o policía,  juez o fiscal, funcionario o servidor público y, se estuviese o no de acuerdo con un procedimiento, se podía justificar una actuación como obediencia a una superioridad legitima. Hoy no. Después del fraude, No.

Hoy, para bien o para mal, se acabó ese tiempo.  La burla del golpe cínico le ha restado al régimen toda legitimidad. Y la Constitución a la que tenemos que seguirnos ateniendo aunque está rota, establece que nadie debe obediencia a una autoridad ilegitima, usurpadora. Se extinguió la legitimidad del orden social y político.

 El fraude que se ha querido hacer con las elecciones de hace dos semanas se ha constituido en un parteaguas del olvidado mundo moral y legal. Es una burla al derecho de todos, la consumación de una trama criminal. Una traición a la ciudadanía que es la patria y, por tanto, es traición a la patria. Quien lo avale, lo justifique, quien defienda ese crimen o  aun solo le de la espalda, incurre en ese delito imprescriptible de traición a la patria, que tiene que ser el mas castigado de todos, porque no solo afecta a otro, si no a todos.

 Ese crimen no sancionado es además en la tradición legal de nuestra Civilización, causa belli, a saber justificada razón para la justa guerra. Es el equivalente interno a la agresión o invasión extranjera.  Hoy vamos al Paro Nacional progresivo contra el continuismo y la reelección fraudulenta. Del Paro podríamos tener que avanzar a la desobediencia civil y ojala no tengamos que ir a una guerra civil.

 Es preciso que converjamos en una sola meta, la inmediata anulación de la elección que por supuesto ganó la Alianza, pero cuyo escrutinio ha sido contaminado mas allá de cualquier rescate y la renuncia y la entrega del poder a una Junta Provisional de Gobierno que represente a todos los opositores, de todos los partidos.

 Esa Junta encabezará a un gobierno provisional que deberá asumir la custodia del Estado y todos los poderes, para permitir una transición ordenada. Suspenderá por un periodo discrecional las actividades partidarias y devendrá obligada a convocar en un plazo no mayor de noventa días a la pulcra elección de una Asamblea Nacional Constituyente, originaria con representación de los Partidos que han logrado elegir  funcionarios en el pasado y también de la Sociedad Civil, gremios y organizaciones sociales reconocidas, cuyos miembros se elegirán por distritos congruentes de población.

 Que nos protejan los ancestros y el Ángel de La Libertad

 Darío Euraque, historiador, Rodolfo Pastor Fasquelle, historiador Ismael Moreno, S.J., sacerdote, sociólogo y Director de Radio Progreso, Julio Escoto, escritor, editor y funcionario UNAH, Félix Molina, periodista, Carlos Humberto Reyes, lider sindical y coordinador de La Convergencia contra el Continuismo, Ramón Barrios, abogado, Yesenia Martínez, historiadora,  Jorge Burgos, periodista y editor de Criterio HN, Víctor Manuel Ramos, medico, editor y escritor, Eugenio Sosa, sociólogo, Wilmer Deras, ingeniero y político, Hellen Umaña, editora, historiadora y escritora, Ana Franzen, activista internacional de derechos humanos,  Alemania, Leonardo Bu, abogado, Fátima Mena, política y empresaria, José Cal, historiador y funcionario académico, Guatemala, Marlin Oscar Ávila, economista técnico consultor, Geraldina Tercero Fernández, antropóloga y consultora, Sergio Rodríguez, violinista y director de Orquesta internacional, Tomas Erazo, escritor y editor, líder popular, Mario Ramón López, agrónomo, empresario y político, Emilio Guerrero, ciudadano emigrado y empresario, indignado, Elvia Argentina Valle, diputada y lidereza política, Rebeca Becerra Lanza, escritora laureada y editora, Jorge Alberto Amaya, historiador y profesor universitario, Dr. Mario Aguilar, MD.

 

Decimosexto Día de la Victoria Aliada

  • Me encanta desafiar el poder y escudriñar lo oculto para encender las luces en la oscuridad y mostrar la realidad. Desde ese escenario realizo el periodismo junto a un extraordinario equipo que conforma el medio de comunicación referente de Honduras para el mundo Ver todas las entradas

3 respuestas

  1. Excelente artículo, el reciente proceso electoral está tan deslegitimado que no hay manera de arreglarlo, la nulidad es una opción para ir a un nuevo proceso con reglas claras y jueces de verdad, y tendriamos la oportunidad de demostrar cuan grande es la voluntad del pueblo…

  2. Esas no son maneras de protestar ageediendo al mismo votante ke kisas hasta voto por su partido incendiando vehiculos ajenos al problema kemando propiedades pribadas tanbien ajenos al problema politico

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