Por: Ondina Maldonado Zavala
Es sorprendente como una pandemia fue suficiente para poner al descubierto la “cultura de antivalores· que impera en nuestros países. Hay que reconocer que el mundo entero no estaba preparado para hacer frente a una crisis que pondría a prueba su capacidad de respuesta rápida para reaccionar actuando, en pro de preservar primeramente la vida humana.
En ese sentido hemos sido espectadores de una problemática mucho más endémica que la pandemia misma, y es precisamente la preocupación de las élites poderosas, que lideran el rumbo, en que debe girar la vida en el planeta tierra.
“Si alguna vez necesitábamos recordar que vivimos en un mundo interconectado, el nuevo coronavirus lo ha hecho evidente. Ningún país puede abordar esto solo, y ninguna parte de nuestras sociedades puede ser ignorada si queremos enfrentar efectivamente este desafío global”. La pandemia de coronavirus es una prueba para nuestros sistemas, valores y humanidad. Bachelet Michelle. Grandi Filippo. Noticias ONU. Marzo 2020.
El “Covid-19 ha puesto a prueba a “sociedades, gobiernos, comunidades y ciudadanos particulares. Este el momento de ejercer la solidaridad y la cooperación para hacer frente al virus y atenuar las repercusiones, a veces involuntarias, de las medidas adoptadas para frenar su propagación”. Bachelet Michelle, Alta Comisionada de la OONU para los Derechos Humanos.
Hemos sido sorprendidos cuando líderes mundiales como, Donald Trump, presidente de Estados Unidos, “sorprendió el martes a líderes mundiales y expertos en salud cuando anunció que suspendería los fondos para la Organización Mundial de la Salud (OMS), en medio de la pandemia mundial de coronavirus”.
Entretanto en un comunicado, Antonio Guterres, secretario general de Naciones Unidas, que es la organización matriz de la OMS, describió la pandemia como sin precedentes y reconoció que habría “lecciones aprendidas”. CNN en Español. Abril. 2020
¿El mundo carece de líderes, realmente funcionales? ¿Cuáles decisiones deberían tomarse para darle un rumbo más incluyente al desarrollo socioeconómico? ¿Estamos frente a la era de la solidaridad y la cooperación para poder sobrevivir?
Los indicadores de la falta de liderazgo, ahora más que nunca han quedado evidenciados, en acciones, como la falta de consenso entre los políticos; aceptar que el bien común, nos incluye a todos; que las prioridades en el manejo de fondos, van de la mano con el desarrollo humano; que los frutos de la democracia en un país, se miden en función del derecho de la ciudadanía de elegir, exigir, y controlar a sus gobernantes.
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La incapacidad de tomar decisiones, de común acuerdo, para hacerle frente a las grandes desigualdades en el mundo, no encuentran eco en la mayoría de los líderes mundiales, a pesar de que las consecuencias del colapso mundial demandan de sus urgentes y necesarias soluciones.
Un proceso de desacuerdo iniciado en Estados Unidos con subprimes, en 2008. En ese momento “Nicolás Sarkozy, y su homólogo estadounidense, George W. Bush, presentaron al G-20 como el principal mecanismo para coordinar una respuesta internacional a los problemas que aquejaban al mundo”.
Mientras Europa “se desangra por la crisis, China se desacelera y Estados Unidos pierde influencia, los líderes mundiales no son capaces de adoptar una decisión común. De poco sirvieron las reuniones del G-20 y las 18 cumbres de la UE, en 30 meses”.
Hasta el momento, “una ONU dividida se mostró incapaz de poner fin a la violencia en Siria, inmersa en una virtual guerra civil. En 16 meses, la represión del gobierno de Bashar al-Assad dejó más de 16.000 muertos y 100.000 refugiados”.
Tanto es así que algunos analistas ya llaman a esta época “el momento G-0”. Corradini, Luisa. Complica al mundo la falta de liderazgos. La Nación. Junio 2012.
Es necesario plantear los desafíos que deberían formar parte de la Agenda de los gobiernos, como ser “lograr un desarrollo sustentable, las perspectivas globales a largo plazo, aumentar el potencial de los avances científicos y tecnológicos, transformar los regímenes autoritarios en democráticos, desarrollar fuentes de energía alternativas, promover la investigación, etc. 15 Glenn, Jerome. Proyecto Millenium, Washington. Desafíos globales para las próximas décadas. Artículo del libro Hay futuro, visiones para un mundo mejor. Economía global.
Continúa este escrito afirmando que “Los Desafíos Globales a los que se enfrenta la humanidad son de naturaleza transnacional y transinstitucionales en su solución. Ningún gobierno, organización internacional u otra forma de institución que actúe por su cuenta puede solucionar los problemas descritos en este informe: el cambio climático, las amenazas a la seguridad cibernética, la delincuencia organizada, la brecha entre ricos y pobres, la contaminación medioambiental, la situación financiera internacional, la discriminación de género, la naturaleza cambiante de las enfermedades y la necesidad de un desarrollo sostenible”.
“La falta de previsión, la poca voluntad de actuar cuando la acción sería sencilla y eficaz, la falta de pensamiento claro, la confusión de las ideas hasta que surge una emergencia, hasta que la supervivencia toca el gong discordante: todo ello son características que constituyen la repetición sin fin de la historia. Winston Churchill, Cámara de los Comunes, Londres, 1935
Esta pandemia “va a acelerar también el enfrentamiento comercial por el liderazgo de la revolución científico-tecnológica entre Estados Unidos y China”. La otra obviedad, que “nadie se atreve a mencionar en este momento de tanta angustia, es la ruptura de la cohesión social”. El teletrabajo “se impondrá en casi todas las industrias y servicios. Y con esto habrá una evolución tecnológica más rápida”. Es probable “que estemos más cerca de la extinción definitiva de los medios de comunicación impresos”. Seremos más conscientes de que “tenemos que encontrar también “una vacuna” contra el calentamiento global, la concentración de la riqueza, el hambre y analfabetismo digital”. Sierra, Gustavo. El mundo después del coronavirus.Infobae.com junio 2020.
“Si un brote de un nuevo y agresivo tipo de gripe estallara mañana, el mundo no tendría herramientas para evitar la devastación. Morirían entre 50 y 80 millones de personas y liquidaría el 5% de la economía global. En caso de una pandemia, muchos sistemas nacionales de salud se derrumbarían. No contamos con las estructuras suficientes para hacer frente a la próxima pandemia letal”. Observatorio de expertos The Global Preparedness Monitoring Board (GPMB), promovido por la OMS y el Banco Mundial al que la ONU encargó un informe después de la epidemia de ébola en África subsahariana con el sano objetivo de aprender de los errores del pasado. Es fácil concluir que no hemos aprendido nada. Tomado de El coronavirus provocará un cambio de prioridades. Cinco días. El país.com. Opinión. Marzo 2020
“Ampliar el apoyo de la ciencia y las acciones de la comunidad científica, Proteger a las personas pobres y vulnerables, Determinar la interdependencia global y la ayuda transnacional y nacional, Reforzar la solidaridad y la compasión”. VATICAN NEWS, marzo 2020
“Si queremos sobrevivir, será necesario alcanzar una sociedad más responsable, más solidaria, más igualitaria, más compasiva y justa”. Vatican News
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas