Por: Ondina Maldonado Zavala
Los antecedentes de la situación actual del país, demuestra que las medidas económicas adoptadas, no han sido especialmente diseñadas, ni pensadas, para reducir las grandes brechas de pobreza y desigualdad, a lo largo de las últimas tres décadas, y que, como en “todos los países, tiene raíces históricas y estructurales muy afianzadas en características económicas, políticas, sociales y culturales, que no han favorecido el desarrollo de los factores “, y que, además, “han creado condiciones de exclusión e inequidad en contra de amplios sectores de la población. A lo anterior, se agregan otros factores, como la existencia de relaciones económicas internacionales que limitan el desarrollo de las economías pequeñas; el elevado incremento de la deuda externa; y la falta de racionalidad y transparencia en la utilización de los escasos recursos internos”. Estrategia para la reducción de la pobreza: un compromiso de todos por Honduras, abril 2001.
Honduras al igual que muchos países de Latinoamérica, han atravesado por etapas muy difíciles de dependencia, teniendo como objetivo la acumulación de capital mundial, una de ellas denominada “enclave”, respecto a la industria bananera, “ampliando su control sobre los servicios públicos y obras de infraestructura, cobrando mayor influencia en el ámbito de la economía nacional”. Torres Rivas, Edelberto. Interpretación del Desarrollo Social Centroamericano. FLACSO. Cap.2. 1989.
Moisés Barrios, en “Potasio, las consecuencias de la abundancia”, expone a EFE, que, el conflicto que ha ocasionado el enclave bananero en la región, “a la vez que trajo prosperidad, trabajo, y economía, también trajo, explotación laboral, y daños al medioambiente”. Potasio muestra las consecuencias del enclave bananero en CA. Artículo de EFE. Proceso digital, agosto 2017.
Barrios asegura que “Quedamos como países pequeños marcados y manipulados por compañías americanas (estadounidenses). En la historia de las bananeras se dieron tantos golpes de Estado que era como patear la silla y poner a otro”.
Otro tropiezo ha sido el endeudamiento externo, que “ha significado para Honduras la mayor cruz que carga el pueblo hondureño a través de sus distintos sectores”, generando impactos muy duros “por parte de las políticas de ajuste estructural de la economía”, considerándose en “el principal vehículo de enriquecimiento ilícito de parte de la clase política y un fuerte sector de la empresa privada y de los sectores militares, que han usufructuado el poder desde distintos ángulos”. Rodríguez, Avelino. Deuda Externa por Desarrollo. Alternativas y esperanzas. ASONOG. 1997.
Pese a lograr la “independencia”, la clase política “de la joven República, comenzó a ver en el concesionamiento de su territorio una forma rápida y austera para alcanzar el desarrollo del país”, ante su incapacidad de pagar a los “colonizadores”, les pagó con “caballerías y peonías de tierra del Nuevo Mundo, lo cual era muy conveniente, ya que no costaba absolutamente nada otorgar tierras que no eran propias. Dicha estrategia política demagógica perdura desde el nacimiento de la República, hasta el momento actual, lo cual demuestra cómo la herencia del Imperio español está arraigada en el pensamiento político de los gobernantes vernáculos desde hace más de medio milenio”. Palma Herrera, Josè Luis. El regreso de los enclaves a Honduras en el siglo XXI: Las Zonas de Empleo y Desarrollo Económico (ZEDE), la versión de las ciudades Charter, rechazada por su creador Paul Romer (2010-2019). Anuario de estudios Centroamericanos, Universidad de Costa Rica.2019
A todo este conjunto de factores estructurales internos y externos, se le agrega un modelo de crecimiento económico, que se ha caracterizado, “por ser desnacionalizador, desigual, e injusto y por servir de mecanismo reproductor del dominio extranjero”, sumiendo “a la mayor parte de la población hondureña en el desamparo y el aplastamiento social, determinando también la pérdida de nuestra fisonomía como nación soberana e independiente”. El “bajo ingreso per cápita, la injusta distribución de la tierra, la hegemonía del capital extranjero, la estrechez de un mercado interno, se identifican como las causas estructurales internas que determinan el subdesarrollo en nuestro país”. Sin dejar de mencionar que “la intención de los grupos dominantes es aplicar el ajuste (estructural), sin sacrificar ni un palmo sus ganancias y privilegios. Es decir, el objetivo es reajustar la economía, pero sacrificando el desarrollo y reduciendo el nivel de vida de los asalariados. Porque, de hecho, no hay voluntad política para distribuir en las capas más desfavorecidas de la sociedad los costos de esta política”. Isaula, Roger. Honduras un golpe más. Impactos de la Ley de Ordenamiento Estructural de la Economía. 1990.
Las últimas circunstancias demuestran, una vez más, que seguimos en manos de un modelo de crecimiento económico desigual e injusto, que a menos que identifiquemos las acciones más acertadas para hacerle frente a las principales exigencias que demanda la “nueva normalidad”, no podremos como país, construir una ruta que nos brinde las directrices para alcanzar los niveles necesarios de desarrollo, y reducir los altos niveles de pobreza y desigualdad, que, debido al impacto por la pandemia de covid-19 (coronavirus), según el Banco Mundial, “se espera que la economía hondureña se contraiga a -2.3 por ciento en 2020 y crezca 3.9 por ciento en 2021”. Honduras panorama general. Banco Mundial. Abril 2020.
“Reducir la pobreza, el déficit financiero de la estatal Empresa Nacional de Energía Eléctrica y la corrupción, son los principales desafíos que afronta Honduras”, y “no tenemos previsto ningún recurso para reducir el costo de deuda, por una deuda más barata”. Marques Almeida, Eduardo. Representante del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) para Honduras. Agencia EFE. Agosto 2018.
Ahora “ya no se habla de esclavitud humana; tenemos un nuevo concepto, el de esclavitud económica, porque hemos perdido nuestra independencia, libertad, y soberanía. Pero la culpa no es de esos organismos, sino, más bien de nosotros, los hondureños, que no hemos sabido estructurar mecanismos que induzcan a la producción y al desarrollo”. Facussé Eduardo. Representante del Consejo Hondureño de la empresa Privada COHEP. Deuda por Desarrollo. 1997
“Es importante anotar que esta situación de desigualdad y exclusión es un acumulado histórico y estructural durante años y décadas. No aparece con la pandemia, COVID-19 sólo la profundiza y desnuda de manera cruda. Las salidas han sido la migración irregular internacional masiva, la economía de la violencia, el fundamentalismo religioso, la sobrevivencia día a día en la economía informal y la rebelión a través de los movimientos sociales”. Análisis | En Honduras: La pandemia COVID19 profundiza la desigualdad social y es campo de exterminio para los sectores más vulnerables Centro de estudio para la Democracia. CESPAD, abril 2020.
El sistema político y el modelo neoliberal “ha colapsado en Honduras, y no precisamente por la pandemia del coronavirus, pues esa enfermedad lo que vino hacer es «desnudar las debilidades » de los políticos del país”. Es un sistema político “incapaz de constituir y hacer propuestas sustantivas que establecieran y que fijaran de una vez y para siempre la institucionalidad de una nación desarrollada, próspera, con una visión de país». «El Estado invierte en una democracia disfuncional e improductiva», Carías, Pablo. Sociólogo y analista político. El covid-19 vino a «desnudar debilidades» de los políticos hondureños. Radiohrn.hn, abril 2020.
Uno de los grandes desafíos para los hondureños es la lucha contra la corrupción, ya que quiénes gobiernan, “se roban entre 40 y 50 mil millones de lempiras (más de 2 millones de dólares) cada año. Los corruptos han hecho de Honduras un país con los niveles más altos de empobrecimiento y desigualdad del continente, provocando una masiva migración”. Asimismo, de no haber una “agenda anticorrupción y si no se aplican las medidas que conlleven solucionar las causas que provocan la corrupción, el país se seguirá hundiendo en la pobreza y la desigualdad, porque no se resolverán los problemas de la gente con relación al empleo, la salud y la educación”. Corrupción hunde a Honduras en la pobreza y la desigualdad. Consejo Nacional Anticorrupción CNA. Julio 2020.
La UNAH “plantea la necesidad urgente de un cambio en el esquema económico que el país ha venido siguiendo en las últimas décadas”. La pandemia actual “ha evidenciado la necesidad de hacer cambios fundamentales en el ámbito social, político, cultural y económico. Debido a ello, es crucial el inicio de un diálogo en el contexto de una democracia participativa y deliberativa, que conduzca a acuerdos políticos en torno a la problemática. Se sugiere la constitución de un grupo de ciudadanos y ciudadanas con credibilidad en todas las esferas, para que, de manera eficaz puedan hacer una convocatoria a los sectores más representativos y con el de definir acuerdos estratégicos para la salida de la crisis en sus esferas fundamentales”. Propuesta integral para el desarrollo de Honduras frente a la pandemia del covid-19. UNAH. 2020
Preocupa “la falta de honradez y transparencia en la administración de unos 4,500 millones de lempiras destinados por el gobierno en gastos para enfrentar la pandemia”. Barquero, Pedro, presidente de la Cámara de Comercio e Industrias de Cortés (CCIC), Criterio.hn. Julio 2020.
Para la Pastoral Social CARITAS Honduras, algunos de los grandes retos para el gobierno son “Garantizar el uso adecuado y transparente de los recursos financieros para responder a la emergencia, Diseñar las políticas económicas que permitan al país paliar el deterioro económico y crear condiciones de vida humanas de la población una vez que haya pasado la curva de contaminación”. La pandemia del coronavirus desnuda la corrupción, señala Caritas Honduras. Proceso Digital. Abril 2020.
La población enfrenta grandes desafíos, en la lucha “contra la gran corrupción pública: i) Un marco jurídico sólido; ii) Una institucionalidad efectiva y transparente; iii) Una cultura política democrática vigorosa; y, iv) Una activa participación ciudadana que denuncia, presiona e influye sobre los tomadores de decisión”. ¿Cómo puede sumarse la ciudadanía a la lucha contra la gran corrupción en Honduras? Propuestas de participación. CESPAD. Agosto 2019.
“La pandemia de COVID-19 es una crisis económica. Una crisis social. Y una crisis humana que se está convirtiendo rápidamente en una crisis de derechos humanos”. António Guterres. Secretario General de las Naciones Unidas.
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Tengo algunos años de experiencia y me encanta practicar el periodismo incómodo que toque los tinglados del poder, buscando cambios en la forma de gobernar y procurar el combate a la corrupción, develando lo que el poder siempre quiere ocultar. Ver todas las entradas