Aunque hay un poco de apertura en el gobierno de Xiomara Castro, las personas LGBTIQ+ continúan enfrentando serias barreras en el acceso a servicios básicos y derechos fundamentales, evidenciando la falta de políticas públicas efectivas y un compromiso real por parte del Estado
Tegucigalpa, Honduras. – A lo largo de la historia, las disidencias sexuales en Honduras ha sido víctima de una profunda discriminación que ha marcado su lucha por el reconocimiento y la igualdad de derechos.
Un reciente informe de la Asociación para una Ciudadanía Participativa (ACI PARTICIPA) destaca que las personas lesbianas, gays, bisexuales, trans e intersexuales aún enfrentan serios obstáculos en el acceso a la educación, el empleo, la salud y la justicia.
ACI PARTICIPA, ha presentado su informe titulado “La Comunidad LGBTIQ+ en Honduras: Una Historia de Estigma y Discriminación”, revela una alarmante realidad sobre la situación de las personas LGBTIQ+ en el país.
Remarcando la lucha de las personas LGBTIQ+ en Honduras que ha sido un proceso marcado por el descubrimiento y la reivindicación de sus derechos en un contexto de histórica discriminación. Hedme Castro, coordinadora de Aci Participa, señaló a Criterio.hn que, a lo largo de los años, los diferentes gobiernos han respondido con una serie de leyes redactadas en contra de las disidencias sexuales, reflejando un sistema que ha perpetuado el estigma y la violencia.
A pesar de los avances en la visibilidad y apertura de espacios, muchas personas de la diversidad sexual han dejado en el camino víctimas de agresiones, golpeadas y asesinadas, lo que evidencia la grave vulnerabilidad que enfrenta esta esta población vulnerabilidad.
El recorrido histórico de las personas LGBTIQ+ en Honduras comienza en 1889 con la derogación del artículo 367 del antiguo Código Penal que criminalizaba las relaciones entre personas del mismo sexo. A lo largo de las décadas, se han logrado algunos avances, como la eliminación de la homosexualidad de la lista de trastornos mentales por parte de la OMS en 1990 y la creación de organizaciones LGBTIQ+ en Honduras. Sin embargo, estos logros son insuficientes frente a la creciente violencia y discriminación.
De interés: La Deuda de Xiomara Castro con las personas LGBTIQ+
SIN ACCESO A SERVICIOS BÁSICOS
La persistente homofobia y transfobia, alimentadas por prácticas institucionales y gubernamentales, continúan restringiendo su acceso a servicios básicos, lo que perpetúa un legado de exclusión y vulnerabilidad en la sociedad hondureña.
De acuerdo con las organizaciones LGBTIQA+, hoy en día, las personas disidentes enfrentan múltiples obstáculos en el acceso a la educación, salud y empleo. La discriminación en los centros de salud y la falta de oportunidades laborales, especialmente para las personas trans, son problemas persistentes.
Criterio.hn escuchó testimonios de personas LGBTIQ+ a quienes se les ha negado o se ha estigmatizado durante sus visitas a los centros médicos. “No me quisieron dar consulta médica por cómo me veía”, relató una mujer trans que pidió no ser identificada.
De igual manera, otra mujer trans contó que en la búsqueda de empleo fue rechazada por su apariencia. Y así muchas historias de a quienes se les ha negado o discriminado en espacios como escuelas, universidades y la vía pública.
A pesar de que la Constitución de la República de Honduras y la Convención Americana sobre los Derechos Humanos ofrecen un marco general de protección, no existen normativas específicas que garanticen los derechos de esta población. La falta de políticas públicas y la ausencia de legislación que proteja a la comunidad LGBTIQ+ evidencian lo que las organizaciones catalogan como “un desprecio sistemático” por parte de la sociedad y de las autoridades hondureñas.
SIN RESPUESTA GUBERNAMENTAL
Durante la campaña política del Partido Libertad y Refundación (Libre) y la toma de posesión de la presidenta Xiomara Castro, esta población vulnerabilidad, al igual que las mujeres y movimientos campesinos visualizaron un cambio positivo ante años de abandono estatal.
Sin embargo, a pesar de la apertura prometida por el gobierno de Xiomara Castro, las personas LGBTIQ+ en Honduras no han visto avances significativos en la garantía de sus derechos.
Aunque en su discurso inicial se mostró empatía hacia esta comunidad, la falta de ejecución de políticas públicas, leyes y propuestas de reforma concretas ha dejado a muchos con una sensación de desilusión. Las promesas de inclusión y protección han quedado en el aire, mientras la comunidad continúa enfrentando discriminación y violencia en un entorno donde las expectativas de cambio se ven frustradas por la inacción gubernamental.
Pese a reconocer, la apertura del partido oficialista con las personas LGBTIQ+, Grecia O´hara, directora de Somos CDC, recrimina que “el discurso no concuerda con las acciones”.
En ese sentido, Grecia O´hara remarca que, sin un compromiso real y tangible, la lucha por los derechos humanos de las personas LGBTIQ+ sigue siendo una tarea pendiente en la agenda del Estado.
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Amante de la lectura y la naturaleza, una mujer con la convicción firme que todos podemos hacer cambios significativos en la sociedad, por eso mi objetivo es exponer las injusticias que adolece la ciudadanía. Busco incidir, a través del periodismo, en la defensa y promoción de los derechos humanos, evitando caer en la complicidad de callar ante las injusticias y la corrupción. Ver todas las entradas