Por: Redacción CRITERIO
Tegucigalpa.- La noticia ya es ya casi oficial, su debate y posterior aprobación es cuestión de horas o días, hablamos del proceso de asentimiento en la cámara legislativa del nuevo código penal de Honduras.
El anuncio fue confirmado por el presidente de ese poder del Estado, Mauricio Oliva, al referirse a la puesta a punto de borrador del dictamen del nuevo marco jurídico para regir los asuntos penales del país.
En conferencia de prensa, Oliva aseveró que se trata de un esquema de leyes de carácter técnico, moderno y científico el cual previo a su aprobación se discutirá con amplitud en el seno del congreso nacional.
Se informó que la iniciativa fue socializada en las ciudades de San Pedro Sula, La Ceiba, Juticalpa, Olancho, Santa Rosa de Copán y Choluteca, concluyó con buen suceso en marzo del año pasado.
Los parlamentarios que integran la comisión de dictamen afirman que el estamento define de forma diáfana la aplicación gradual de las penas, ya que la misma se expande conforme a la gravedad del delito.
Un aspecto acorde a convenios firmados por Honduras en la organización de las Naciones Unidas y cuya inclusión en el derecho interno marcan un avance en la justicia aplicada a las mujeres que no han cometido delitos graves y hoy forman parte de los privados de libertad
Nos referimos a las denominadas reglas de Bangkok, que forman parte del derecho interno nacional para tratar a reclusas con sanciones no privativas de la libertad, las cuales aún no se cumplen en el país.
Por primera vez se toman en cuenta necesidades específicas de las privadas de libertad y de llamados de atención a operadores de justicia para que en casos determinados emitan sentencias sustitutivas a la prisión
Precisamente el nuevo código penal posibilita mecanismo alternos a la cárcel para aquellos casos considerados como faltas leves.
En este nuevo Código Penal se incluyen los ambientales, cibernéticos, corrupción en esferas privadas, aumento de penas para la extorsión y delitos contra el honor, entre otros.
Asimismo, destacan la simplificación de nuevas penas y su adecuación, las cuales ya existían, pero que precisaban modernizarse, como los trabajos al servicio de la comunidad, localización permanente o nuevas modalidades que configuran el sistema de días multa.
El nuevo instrumento jurídico rompe la enorme dispersión de varias leyes penales especiales producidas con posterioridad al código penal y que entraban en contradicción con lo dispuesto al concentrar ahora todas esas disposiciones a la nueva normativa para que rijan con los mismos principios.
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